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Un lindo día lluvioso.
La tranquilidad que traía aquel día le encantaba de sobremanera al mismo tiempo que le traía emoción al saber que finalmente hoy su pareja regresaría de su misión después de haber estado fuera al menos cuatro días.
Sobre sus manos descansaba una taza de porcelana llena de un líquido verde,más conocido como té. Sopló algo de aire sobre ella para enfriarlo y así poder comenzar a beberlo,a su lado se encontraba su kimono,en unos minutos más se cambiaría para así poder iniciar con su día ,siguió leyendo aquel libro que le parecía interesante y después de un rato lo cerró,dejándolo de lado al igual que la taza para comenzar a cambiarse.
Al terminar,se miró al espejo,peinando sus cabellos de manera improvisada antes de salir al comedor y tomar una manzana junto a su sombrilla,salió de aquella finca que compartía con su pareja para bajar al pueblo a comprar los ingredientes suficientes para hacer la comida,hoy lo recibiría con un rico katsudon; compro el arroz,las chuletas y los huevos,como aperitivo también unos dorayaki.
Como ya le era costumbre,empezó a preparar todo,justo a tiempo para la hora de la comida,hora en la que Kyojurō regreso a casa.
-¡Kyojurō!-con felicidad se lanzó a sus brazos,siendo atrapado por el mismo rubio.-
-¡Hola pequeño!-le saludó bajándolo al suelo para darle un corto pero cálido beso.-
El rubio avisó que iria a lavarse las manos y a cambiarse por ropa seca,en lo que él hacía aquello,servía la comida en dos tazones y luego los colocó en la mesa para sentarse a esperar que su pareja llegara.
-¡UMAI!-gritó debroando con felicidad la misma comida,sacándole varias risas ya que siempre era así,y no era algo que le disgustara,al contrario,le alegraba verlo disfrutar la comida que él le preparó.-
Al terminar de comer,lavaron sus respectivos platos y se dirijieron a la habitación que compartían,donde los besos y caricias en el cabello fueron de esperarse ya que siempre que alguno de los dos tardaba bastante tiempo en alguna misión,necesitaban sus respectivos tiempos a solas para brindarse amor y cariño.
-¿Saliste herido de tu misión?-preguntó sin dejar de dejarle besos en su rostro.-
-¡Esta vez no! El demonio era débil pero bastante rápido,debo admitirlo.-
-Me alegra,la última vez que llegaste herido casi me das un paro cardiáco-recordó aquella vez.-
¿Qué tan grave estaba? Bueno...
•flashback•
Limpiaba la hoja de su nichirin acompañado de su cuervo,quien no dejaba de parlotearle una y otra vez sus 'anécdotas'.
-¡Y entonces- ¡¿ME ESTÁS OYENDO?!-gritó en su oído,desconcentrándolo y queriendolo matar.-
-¡maldito pajarraco! ¡¡llevas toda la mañana así,tengo paciencia pero no abuses de ella!-el sermón fué interrumpido cuando unos quejidos provenientes de la puerta junto a un olor de sangre lo alertaron.-
-¿Qué tienes ahora niño loco?-
-Shh..-le cubrió el pico-cállate Kalú,huele a....¡Sangre!-
Corrió hacia el lugar de donde provenía aquel olor metálico,siendo el responsable la puerta; la abrió asustado encontrándose a nadie más ni nadie menos que su pareja,con sus cabellos enredados y rastros de sangre seca sobre él,quitando el hecho de que literalmente venía vendado casi de pies a cabeza.
-¡¿K-Kyojuro?!-
-¡Hola pequeño!-lo peor de todo es que conservaba su característica sonrisa alegre-tuvo unos problemitas con el demonio. ¡Pero todo salió bien!-
-¡¿Unos problemitas?! ¡Kyojuro,pareces una momia!-
-¿Ah si?-si miró a si mismo-tal vez la señorita Kocho se exedió con los vendajes. Solo terminé casi hecho trizas,no es nada.-
Y esa fué la gota que derramó el vaso. Cayó desmayado.
-¿__________?-
••••
-Aún recuerdo tu expresión-rió.-
-para mi no fue divertido. Casi colapso ahí mismo.-
-Hey,no te preocupes-acunó su rostro entre sus manos-¡Prometo estar con vida hasta que nos casemos y tengamos muchos hijos!-
-Lo último lo hizo sonrojarse tanto que parecía una cereza-¡P-pero-
-Nada de peros,¿Qué te parece si iniciamos ahora?-lo tomó de la cadera para sentarlo en su regazo.-
-¡¡KALÚ,AYUDA!! ¡¡NO QUIERO QUEDAR SIN CAMINAR!!-
El cuervo ignoró sus pedidos de ayuda,siguiendo comiendo las semillas que le dejó el peli-_________.
...
Digamos que los próximos gritos no fueron específicamente de auxilio.
