~R̾e̾g̾l̾a̾ d̾e̾ S̾a̾n̾t̾i̾d̾a̾d̾~

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"Primera regla de Santidad, controla tu mente y pensamientos. Recuerda que a través de ellos se cometen los primeros actos de pecado"

- Oye Sunoo ¿qué es lo mejor de los humanos? - ambos seres se encontraban en orilla de la azotea de un enorme edificio.

Por mucho que hablaban y pasaban tiempo juntos a Sunoo aún se le hacía raro que un demonio lo llamara por su nombre con tanta confianza, pero su mente no podía impedir que su corazón se agitase cada vez que de la boca de Sunghoon saliera su nombre.

- No hay nada que me guste de ellos solo envidio su libertad. - Dijo calmando sus emociones, estaba comenzando a pensar que Eva podría tenido sus razones al comer del fruto prohibido, porque si la serpiente era tan sexy como Sunghoon o tan El Dios Todopoderoso le ha dado a ellos una opción poco accesible para nosotros los ángeles.

- ¿Cuál? - Pregunto el demonio confundido

- El libre albedrío

- Pero si eso todos lo tenemos.

- Pero a nosotros los ángeles nos resulta más difícil decidir por nosotros mismos.

- Los ángeles tienen miedo porque saben el castigo de revelarse en contra de Dios... Mira. - Sunghoon se giró levantando su camisa para mostrar su espalda al ángel - Este es nuestro pago por tomar nuestras propias decisiones.

En el lugar donde deberían estar sus alas había cicatrices, tan atroces que con solo verlas Sunoo pudo sentir el dolor del mayor al obtenerlas. Solo bastó eso y una arcada para que Sunoo vomitara todo lo ingerido durante el día, la escena fue asquerosa.

El antiguo ángel se cubrió de nuevo y se volteó para acariciar la espalda del pequeño ángel mientras este seguía expulsando los alimentos que él le había preparado.

- Tu... Tu rec-cibiste el castigo, te expulsaron del cielo después de recibir el castigo de la daga sagrada. Tus cicatrices ¿fueron hechas por ella cierto? -

- SI. - una sonrisa burlona se formó en su rostro junto con una expresión poco legible, estaba entre nostalgia y resentimiento, algo demasiado confuso que hizo sentir al ángel un poco desconcertado... ¿Por qué sonreía por algo así y qué significaba esa expresión?

Este castigo ya no se usaba en el cielo desde hacía 200 años y bueno tampoco era que los ángeles solían andar por ahí portándose mal para que le cortaran las alas.

- Esas cicatrices son mi motivación para destruir todas las creaciones de Dios. - comento con odio y resentimiento cuando notó el desconcierto del ángel.

- Pero si tú también eres un creación de él. - dijo el ángel con obviedad.

-Pero así como me creó también me destruyó!!! - Nunca había visto a Sunghoon con una actitud igual, se asustó. El mayor nunca se había molestado durante el tiempo que estuvo con él, pero ahora hasta parecía... Triste. - Yo pertenecía a la trinidad de ángeles Asshalav fui bendecido con unas alas preciosas, después de Lucifer era yo el ángel más bello en todo e cielo, eso hasta el día que éste fue desterrad. En el tiempo que creó al ser humano me molesté, ¿no era suficiente con nuestra alabanza, era muy necesario crear otra raza de seres para adorarlo?. Se lo dije al Todopoderoso el me dijo que esa era su voluntad y esta no se puede contradecir así que no volví a tocar el tema hasta que me dí cuenta que estos tenían más comunión con él que los mismos ángeles del cielo, yo siempre estuve cerca de Dios pero esto era casi imposible después de que los creó. Me escapé de reino celestial y bajé a la tierra, ese día me encontré con la nueva versión de Lucifer, Satanás muy diferente a lo que una vez fue y conocí. Me contó su plan de engañar a la mujer para que comiese del fruto...

- Tu ayudaste a Satanás a engañar a la mujer - comentó con asombro.

- No - espetó serio el demonio - Pero igual pagué por ello. Dos días después de que la ridícula pareja pecara y abandonaran el edén yo fui expulsado del cielo.

– ¿Por qué razón?

– Fuí acusado de ser seguidor de Satanás, según ellos yo era una clase de espía en el cielo y ese mismo día cortaron mis alas. Las alas más hermosas del reino celestial creadas por Dios ahora yacen colgadas en las puertas del infierno; bueno eso hasta el día de tu creación Sunoo, tú belleza es inigualable y tus alas mucho más hermosas que las mías.– Sunghoon jamás pensó que palabras como esas salieran de su boca y menos que fueran dirigidas hacia un ángel... Sintió miedo por un momento, pues sabía cuan peligrosa era su amistad tanto para él como para Sunoo. Un ángel y un demonio no podían tener este tipo de conexión entre sí.

Sunoo se sentía protegido del cruel mundo humano cuando estaba cerca del demonio pero eso no quitaba su desconfianza de este, después de todo eran enemigos por naturaleza

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Sunoo se sentía protegido del cruel mundo humano cuando estaba cerca del demonio pero eso no quitaba su desconfianza de este, después de todo eran enemigos por naturaleza.

Aunque por otro lado Sunghoon no desconfiaba ni un poco del inofensivo e inocente ángel. Pero debía admitir que gracias a su naturaleza de demonio no podía evitar imaginarse jodiendo al acendrado ángel. Pensamientos sucios se hacían constantemente en su cabeza. ¿Cómo se vería el lindo ángel con unas alas negras en vez una blancas? No podía evitar querer destruir todo lo que tocaba.

¿Qué haces en el mundo humano? - preguntó el ángel mientras se acomodaba en la cama del mayor, no sabía si estaba cansado o se seguía debilitando por la mala energía de ese mundo, pero definitivamente sabía que no iba a poder dormir.

- Este es como mi hogar, mi pasatiempo favorito es atormentar a los humanos y destruirlos. Además me da pereza el viaje del infierno a acá. - dijo riendo y tomando cómodamente un lugar en la cama junto al menor.

- Por eso conoces tan bien este mundo y puedes establecerte en cualquier sitio sin problema alguno. - Intentó separarse un poco de Sunghoon porque este se había acostado muy cerca y sintió que era malo para su salud mental, estar tanto tiempo en ese mundo lo hacía sentir un pecador (Y muy en el fondo él sabía que ya lo era, sus pensamientos con respecto al demonio no eran muy inocentes para venir de un guía se santidad) y estar compartiendo tanto tiempo con un demonio de alta jerarquía no ayudaba en lo absoluto.

El demonio detuvo su plan de alejamiento y tomó su mano para medirla con la suya, la diferencia entre ellas era muy notable.

– Tus manos son perfectas – ya tenían casi cinco meses juntos y sin embargo esta era la primera vez que tenían contacto físico.
El menor sintió su corazón acelerarce con aquel roce, era la primera vez que alguien lo tocaba ya que en el cielo no exitía algo como contacto físico entre ángeles debido a que no se veía necesario.

Ahora Sunoo entendió por qué no estaba permitido esto en el cielo, el contacto físico era un arma letal para hacerte pecar y tener malos pensamientos, si Sunghoon apenas había tocado su mano y ya se estaba imaginando que su mayor lo abrazara, lo tomara de las caderas e incluso que lo agarrase por la cintura. Está definitivamente era un arma poderosa del enemigo, pero eso no era lo peor, lo peor era que Sunoo estaba colapsando debido a que nunca pensó necesario ese tipo de contacto y se sentía desconocido de él mismo.

"Poco a poco el ángel dejaba de ser santo. . . Sin darse cuenta ya era un pecador"

~Acendrado~ | °SungSun°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora