¿Acaso estar enamorado era un delito o algo así? Bueno para un demonio lo era, lo era tanto como para un ángel pecar.
Un demonio amando y un ángel pecando; me pregunto cuál será el resultado de este conflicto entre el infierno y el reino celestial...
Después de aquel contacto entre sus manos Sunoo entendió por qué los humanos mendigaban el amor de otros, pues imagino que la sensación de sentirse amado era similar. Si amar a una persona significaba poder tener contacto físico constantemente entonces él quería amar a Sunghoon.
"¿Pero él sería correspondido si admitía estar enamorado del demonio?" Esa pregunta apareció en la mente del ángel... Eso era absurdo, un ángel enamorado de un demonio, era una idea totalmente descolocada.
Puesto que los demonios no podían amar. Ese era uno de los mandamientos demoníacos.
Así como los Ángeles, que tenían completamente prohibido realizar actos de pecado los demonios tenían prohibido amar o relacionarse emocionalmente con las personas. Y, bueno los mandamientos humanos eran otra cosa.
Aquella noche el demonio lo había abrazado haciéndolo sentir protegido, había sobado su cabeza, su cabello había posado una de sus manos en la parte trasera de su cuello y mientras la otra acariciaba su espalda, su cuerpo más sensible con cada toque intentaba mantenerse cuerdo con aquellas caricias así fué hasta quedarse dormido en los brazos de Sunghoon.
Para después despertar y encontrar un sitio vacío
Este era el tercer día que Sunoo no veía a Sunghoon...
Le hacía falta, pues no había nada que no hiciera sin él.
Cosa por la que estaba seguro iba a ser regañado cuando regresara, pues no estaba permitido para un ángel llevar a un demonio a la iglesia por Dios!
¿En qué pensaba mientras hacía su sagrada misión encomendada? ¿Cómo había llegado a pegarse tanto como un demonio de tanto rango como el de Sunghoon?
Probablemente sería obligado a sumergirse en las cascadas de la Paz una vez que volviese al cielo.
Volver al cielo.
Esa frase lo dejó pensativo, no había pensado es eso. ¿Qué haría una vez que subiera al cielo de nuevo?, mejor dicho ¿cómo haría para adaptarse nuevamente a su vida cotidiana? En unos cuantos meses se había acostumbrado tanto a estar con el demonio que no pensaba poder estar mucho tiempo sin él, se había olvidado de su verdadera vida. Y eso no era lo peor, lo peor es que preferiría una y mil veces quedarse con Sunghoon que volver al cielo con sus hermanos Yeonjun y Soobin.
Aquellos que lo habían criado y habían consentido, los únicos con los que mantenía una extraña cercanía... Los que no habían estado de acuerdo en que fuera a esa misión y antes de que partiera... Lo habían abrazado tan fuerte como si se estuviera yendo al "Gorbits"
Siendo ese su primer y último abrazo por parte de sus hermanos.
No sentía que volver al cielo fuese algo que quisiera.
Y esa fué la gota que derramó el vaso, sus alas en un pestañeo dejaron de brillar y eso solo significaba una cosa... La santidad lo había abandonado.
Se sentía desconocido de él mismo, con qué cara llegaría al cielo después de esto; él era el guía espiritual de santidad, pero ahora la santida había abandonado sus alas aunque con suerte aún le quedaban sus sagradas vestiduras, solo debía mantenerlas brillantes.
"Pero las intenciones del demonio no eran precisamente que el ángel mantuviera esas prendas sobre su cuerpo"
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La iglesia en la que se encontraba era una católica; muy en el fondo a él no le gustaban las iglesias, cada vez que iba a una se sentía aún más decepcionado de los cristianos o creyentes de hoy en día, Los jóvenes durmiendo, revisando sus celulares, unos cuantos solo iban a buscar pareja... Cosas que le desagradaban al Espíritu Santo.
Ya había completado su misión en aquel sitio por lo que iba a continuar con su viaje a Asia.
Pero no contó con encontrarse a de Eun Byul un demonio de rango justo saliendo de aquella tenebrosa iglesia.
- Vaya! Pero si es el angelito de Park- comentó con burla - Oh, tus alas ya no brillan ¿Park te corrompió tan rápido?- dijo mientras se acercaba más al ángel ahora un poco asustado - Debo admitir que es un récord - tocó su mejilla con su fría mano provocando un escalofrío en el cuerpo del ángel.
Sunoo rápidamente retrocedió y intentó buscar una forma lógica de salir de esa situación. Definitivamente volar no era una, pues el otro ser también poseía alas.
- Si no te importa tengo trabajo que hacer y estás interrumpiendo mi preciado tiempo.- Sunoo intentó no mostrar miedo a través de sus palabras.
- Pero para Park si tienes todo el tiempo del mundo ¿Cierto? O... ¿me equivoco? - Sunoo no pudo negar las palabras del demonio porque éstas eran ciertas.. Pero también le pareció que a lo mejor se había fumado una verde como decía Sunghoon y por eso estaba así de intimidante con él
Jamás se imaginó que el demonio sacará una daga y rasgase una de sus alas.
- Ah!- gritó el ángel de dolor al sentir el frío acero salir de entre sus plumas lleno de un líquido transparente, sangre de ángel.
La herida no era grave ni profunda, pero las alas eran el punto más débil de cualquier ser que las poseía.
"Sunghoon... ¿En donde estás cuando más te necesito?"
