CAPITULO 3: CONOCER A LOS DUEÑOS

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Le doy las gracias a mi amiga Guille, por ella es posible que vaya a publicar esta historia.

Nota de Nicole:

Cuando ya me acomode en mi “nueva casa” baje directo a la oficina de el señor y la señora Miller, hablamos de lo que ganaría por mes, que por cierto, era como 200.000 mil dólares, casi se me cae la mandíbula.

— ¿Le parece bien esa cantidad de plata? ¿O quiere más? 
—No, no esta perfecto
—Bien y respecto a cuando comienza, seria mañana mismo que es 1 de octubre
—Ok señor y señora Miller no hay ningún problema.

Dicho así me retire de su oficina y fui a ver mi celular. Entrando al ascensor me encontré al mismísimo Álvaro ¡¡¡que suerte!!! (Que se note el sarcasmo)
—¿tanto me estas buscando?—dijo con arrogancia, claramente Álvaro no es Álvaro sin su arrogancia.
Ni siquiera me moleste en responder le di la espalda y me fui a la cocina. No necesitaba el celular. Al parecer, el también iba ahí, así que, saque un vaso de agua y empecé a tomar. Es muy incomodo, siento su mirada clavada en mi. Así que me fui para el comedor, y el también vino. Así que decidí subir arriba. Busque mi celular, mi mochila y baje al comedor para irme.
Detrás de mí una voz suena
— ¿A dónde vas?—me pregunto Álvaro
— ¿acaso eres mi padre? —le respondí
—no
 — ¿entonces?
No lo deje responder me di media vuelta y me fui directo a encontrarme con mi mejor amigo.
Mientras iba recibí una llamada de mi mejor amiga, Sofía —Hola—dije media seria.
—Niki, amigis, perdóname te lo juro que no lo hago mas.
—Bueno, bueno te perdono, pero ahora no puedo hablar, te llamo enseguida.
Y corte, porque estaba por llegar a donde mi mejor amigo (Jack)
— ¡Hey!—le dije gritando a penas lo vi.
— ¡Nena!—grito. Siempre nos tratamos así, es un gesto de cariño.
Corrí y lo habrase —te extrañe, por fin volviste—le dije mientras lo apretaba mas en el abrazo.
—yo también, pero no voy a durar mucho mas si me sigues asfixiando.

—Lo siento, lo siento—le dije con un puchero, si era muy nena lo se.
Estábamos hablando hasta que vi a Álvaro detrás de un árbol… ¿espiándonos? Agg que infantil es por favor. Voltee los ojos, y Jack me pregunto
— ¿Qué ocurre nena?
— ¿Viste ese chico de ahí?
—espera ¿Álvaro?
—si, el Jack.
— ¿te esta molestando?
—Si… haber, te tengo que explicar todo.
— ¿Qué cosa?
— ¿viste mi nuevo trabajo? Bueno soy el servicio de limpieza, y el hijo del dueño es Álvaro. Bueno a todo esto, donde trabajo es una mansión y empiezo mañana.
Bueno desde que llegue no me reconoció, pero anda muy sobreprotector y… es incomodo, ah, y también es un arrogante insoportable.

—No tengo muchas palabras para decir pero… ¿y si lo ponemos celoso?

—me gusta esa idea.
Y eso hicimos pero… no termino muy bien que digamos. Termino con una pelea, pero no solo se gritaban, se agarraron a las piñas.

Nunca te dejareDonde viven las historias. Descúbrelo ahora