The Promise ; RayEmma

Capítulo 8: Sending Signals To Be Double-Crossed

⚠️THE PROMISED NEVERLAND MANGA SPOILERS⚠️

Adaptación del manga de The Promised Neverland. Sus respectivos créditos a Kaiu Shirai.

ADVERTENCIA:
Este capítulo contiene descripción de sangre. Si eres sensible a ella, absténte de leer este capítulo o ten precaución mientras sea leído.

The Promise
CAPÍTULO OCHO
Sending Signals To Be Double-Crossed
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Un demonio iba caminando por el bosque. Parecía estar despejando sus pensamientos mediante los sonidos de las hojas de los grandes árboles siendo peinado por el viento de invierno. El día estaba algo frió, no era un área en el que el frío pegara muy fuerte, pero el frío se sentía de todas formas. No había mucho de que esperarse, era invierno en Enero.

En ese instante, el demonio sintió que había unas presencias cerca, pues su gran olfato le permitió oler con bastante facilidad a una distancia. No era el olor de demonios, eran de otras cosas, pero que podía reconocer.

Este sacó un cuchillo de sus ropas, se acercó lentamente a ese lugar que tanto le causaba curiosidad y al estar tan cerca, decidió guardar el cuchillo.

Escuchó lloriqueos de perros y sonidos de caballos. Visualizó y ahí estaban, dos perros y dos caballos juntos a un gran árbol y arbustos.

El demonio se acercó a ellos con curiosidad, más de lo normal. ¿Qué harían dos perros y dos caballos en los bosques de aquí cerca? La curiosidad en él crecía, más cuando se dio cuenta que su olfato percibía algo que le había llamado mucho la atención.

Había sido ese olor que tanto le recordaba a esa chica de cabellos naranjas y con sonrisas llenas de esperanza en su rostro. Esos olores que recordaba perfectamente, eran iguales a los de ella hace unos años. Venía de parte de esos animales que estaban mirándolo a la defensiva, más los perros.

Tuvo un mal presentimiento de lo que estaba ocurriendo. Es por eso que trató de acercarse a los animales para evitar alguna sospecha, aunque sería arriesgado para él eso, al igual para su mejor amigo, quién trabajaba para el jefe del pueblo.

— Hey, no haré nada, lo prometo. Confíen en mi — el demonio sacó de su mochila un envase de un poco de comida, y trató de dárselo a uno de los perros. — Los ayudaré a buscar a sus dueños — también podía percibir el olor de otra persona, además que habían dos perros y dos caballos.

Uno de los perros se acercó, y decidió tomar la comida. La amabilidad del demonio hizo que los dos perros cayeran a sus pies. Los caballos se tranquilizaron, y la tensión desapareció.

El demonio acarició a los cuatro animales con ternura. Luego, uno de los perros se acercó a unos de los arbustos y dejó a la vista del demonio, una mochila que parecía llena, después, el mismo se acercó para sacar otra mochila, igual de llena. El demonio de color verde se agachó y tomó con curiosidad las dos mochilas. Como se lo esperaba, el olor era más notable, estaba seguro que era ella. Unos segundos después, se percató de una gran arma, más un arco y flechas dentro de los arbustos.

El demonio olió más de cerca el arco detallado con colores rojos y negros. Se percató que era de lo que sospechaba: Emma estaba en problemas, junto a compañía.

Decidió llevarse a los animales para esconderlos, mientras encontraba un plan para ayudar a Emma.

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