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Hoy odio a todos.

—¿En verdad no te gustó?, resalta tus curvas—. Midnight miraba de reojo mi nuevo traje.
—Es exactamente cómo no lo esperaba—. Cruce los brazos.
—¿Quién lo habrá diseñado?—.
—Alguien que no tiene ojos—.

Es un simple body azul marino ajustado, descubierto de la espalda, guantes largos del mismo color y botas largas negras con diseño parecido a cuando activo mi kosei.

Hablaré con mi agencia para ver si puedo usar el primer diseño de mi traje—.

Ahora que lo pienso, eso sí que era estar al descubierto.

Me cuentas cómo te irá—. Guiñe el ojo a mi amiga.
—¿Tienes clase con los chicos de primer año?—.
—Sí—. Respondí mientras veía el horario. —Tengo con segundo y primer año, pero sólo una a la semana con el último año—.
—Ah es normal—. Respondió Midnight. —Los alumnos de tercero toman más prácticas que clases.
—Sí es lo que veo—.

Mire el reloj y mi primera clase comienza en 30 minutos.
—¿Y esto?—. Pregunta Midnight sobre unas hojas que había en un escritorio.
—Mmm la lista de asistencia de Aizawa, ¿puedes llevársela?—.
—Tengo que atender a los alumnos de clases generales—.
—De todas formas tengo media hora libre—. Tome la lista y salí de la oficina de profesores.

Caminaba y hojeaba la lista viendo los nombres de los chicos nuevos.

Apellidos poco comunes, hijos de héroes... El tal Midoriya quedó.

Este año será interesante—. Musité, toque la puerta y entré, apenas había dado un paso y sentía una fuerte carga de nervios y tensión, Aizawa dormido y los tres grandes presentándose a los chicos de primer año, mientras yo estaba en la entrada capturando las miradas de todos, Tamaki por algún motivo estaba de espaldas, no nos habíamos visto, tenía cara de Póker. Un rubio me veía con cara de habla maldita sea.

—Lamento la interrupción, sólo es la lista de asistencia—. Caminé enfrente de los chicos y la clase, Tamaki pego una mirada pesada a todo el grupo.

¿Qué le ocurre?

Mire de reojo al grupo A, había un enano que babeaba al mirarme—Chicos raros—. Finalmente salí de ese hoyo.

Fue como si perdiese noción del tiempo, las clases con los chicos de segundo año fueron rápidas, por fin era hora del almuerzo me senté cómo de costumbre en la mesa junto con los profesores, es agradable ver rostros nuevos.

—A ver, el grupito de ahí se me separa—. Habló Midnight para Vlad King, Present Mic y Aizawa.
—Aizawa se está durmiendo en pleno chismesito—. Comenté mientras comía.
Present Mic me hizo seña para que me acercara, se limpió las comisuras y habló.
—El más pequeño de los Todoroki entró este año—.
—Y entró con recomendación—. Agrega Vlad King.
—Claro, con palanca—. Susurré. —No lo ubico—.
—El chico que tiene el cabello blanco con rojo—. Dijo Present Mic.
—No es mi culpa que Todoroki Enji tenga tantos hijos—. Mencioné. —Y guapos—. Musité.
—Uuhh _______, te gusta educar niños—. Midnight me metió un codazo.

Bueno, tenía que decirle.

Aquí no—. Rodé los ojos. —Sabes bien qué...—.
—No saben ni de qué hablo, relájate _______—.
Cubrí mi rostro con mis manos y de paso buscar con la mirada a Tamaki, aunque él no lo acepte el chico es popular y fácil de ubicar, intercambiamos miradas e incliné mi cabeza a la derecha, Tamaki sólo asintió.
—All Might no a llegado, cierto?—.

Me da igual.

Creo que no—. Mi amiga no merece que le responda mal.
—Hoy trabajarás con él, no?—.
—Sí, siempre llega tarde pero llega—.

El almuerzo terminó y el área comenzó a despejarse, la multitud revuelta de alumnos se dirigía a sus respectivos salones, active mi kosei hasta la mitad de mi antebrazo para que no se notara y oscurecí las pantallas de las cámaras de seguridad que estaban a mi alrededor entrando a el área de limpieza, era cómo manchar el lente.

—Me quedé platicando, lo siento—.
—Descuida, esperaría lo que sea para tener unos minutos contigo—. Tamaki me tomó de la cintura, yo lo abracé.
—¿Cómo te ha ido en el día?—.
—Bien—.
—No parecía eso cuando entré al salón—. Lo miré a los ojos.
—Sabes cómo soy en público o con mucha gente—. Sentí cómo su piel se erizaba.
—Hoy te sentí más tenso—. Estire mi brazo para acariciar su mejilla, el bendito es muy alto.
—Sí, no te quitaban la mirada de encima—. Apartó la mirada.
—¿Quiénes?—.
—Todos, ¿No lo has notado?—.
—No, apenas y te vi hoy—.
—Yo sí, he estado por toda la escuela con los chicos y los comentarios que hacen de ti son... Inapropiados—.
—Yo no diseñe este traje—.
—Lo sé, no es tu culpa—. Se inclinó para besar mi frente, lo atraje más a mí para besarnos.

Tamaki en general es un chico muy tímido, excepto cuando tiene algo de confianza en alguien, al principio cuando comenzamos a vernos después del almuerzo le avergonzaba tocarme el muslo.

—Pue—do?—. Logro decir entre besos, asentí.
Se refiere a pasar sus manos cerca de mis bubbies o mi trasero, es más fácil que yo le falte al respeto.

—_______...—. Se apartó, aproveché para tomar aire.
Me encanta ese apodo.
—¿Qué ocurre?—.
—Tienes tu... tu trasero, descubierto—. Noté la mano de Tamaki en mí, no sé si su mano está caliente o soy yo.
—Lo sé—.
Escondió su rostro en mi cuello.
—Me gusta—. Susurró en mi oído, deslice sus manos por todo mi trasero apretando ligeramente, el rostro de Tamaki se puso más caliente.

🍊🍊🍊

—¿Y que más ocurrió?—. La voz de Mid se escuchaba hasta fuera de la bocina del teléfono, las clases habías terminado y me dirigía a casa.
—Tu vives por el chisme—. Respondí riendo.
—Ya dimeeee—. Alejé mi teléfono de mi oreja, parecía que hablaba con un micrófono.
—Fue todooo, fueron por mucho siete minutos—.
—¿En el paraíso?, ese tipo de cosas son taaaan sexis—. Mire a mis pies que estaban juntos en el asiento del taxi, sentí caliente en mis mejillas.
—Hace tiempo que no me siento así—.
—¿De caliente?—. Ella se echó a reír a carcajadas.
—No boba, sabes a qué me refiero—.
—Lo sé, lo sé, cómoda, no?—.
Además de eso, una sensación que no se  explicar.
—Sí—. Respondí mientras bajaba del taxi dirigiéndome a mi hogar.
—Cambiando un poco de tema, recuerda que este fin de semana es la fiesta—.

Fiesta, fiesta, de qué fiesta me habla?

—No lo recuerdas, cierto?—. Lee mentes o qué? Reí entre mis pensamientos. —No, pero no importa, si vas tú, cruzare los montes, los ríos, los valles por irte a encontrar—.
—Eso quiero ver, es la fiesta de bienvenida a nuevos héroes, después te pasaré la dirección—.
—Perfecto—. Entré al departamento y una ola de plumas me brincó al rostro, tosi entre polvo y demás cosas en el aire. —¿Keigo?—.
—Uuhh está Keigo ahí? Me lo saludas—.
—Claro, yo le diré—. Algo anda, raro en el ambiente.
—Bye baby—. Me despedí y colgué, presiento que mi hermano está raro. —¿Qué haces ahí?—. Keigo estaba debajo de la mesa buscando quien sabe qué pasando sus manos cómo si limpiara el piso—.
—Perdí un arete—. Respondió sin mirarme.
—¿Estas bien?—.
—Sí, por?—.
—Estas soltando más plumas de lo normal—.
Me volteó a ver con una pequeña piedra que se colocó en la oreja.
—¿ajá?—. Se bañó y se puso perfume, ya vi por dónde va esto.
—Tengo una cita—. Nos miramos fijamente, comencé a reírme.
—¡Vaya, damas y caballeros Takami Keigo tiene una cita!—. Aplaudí para agregar más drama.
—Ridícula—.
—Y con quién?—.
—Para qué quieres saber?—.
—Uuuhh discúlpeme señor amargado que coloca plumas en mis trajes para saber dónde estoy—.
—Es por seguridad _______—.
—Ya dimeee, tú sabes con quien estoy saliendo—.
—Bien—. Suspiro nervioso, incluso podría decir que se puso rojo. —Es con una reportera...—. Lo seguí mirando en espera del nombre. —Se llama Azami—.
El nombre me suena, pero no recuerdo de dónde.
—Genial y que harán?—.
—Muchas preguntas—.
—Bien, bien—. Me cruce de brazos. —Eres un adulto—. Miró su reloj y se alteró. —Mierda es tarde, te veo después—.
—Suerte—. Solté, sacudió mi cabello cómo si fuese un cachorro. —Usa condon—.
—Cállate—. Salió por la ventana volando-corriendo.










Gracias por leer 💜//

Héroes  (Tamaki x ____)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora