Capitulo 6 3/3 👨‍💼

1.5K 252 27
                                    

—Te quiero.

—Entonces puedes tenerme. —

Se colocó en la posición del misionero y me puso las piernas sobre la cabeza otra vez. Entró en mí lentamente y yo jadeaba con lo profundo que había llegado.

—Oh sí, esto es bonito. Estás bien y apretado, nene. Dios, se siente tan bien.

—El nivel de profundidad en esa posición era muy buena.

Incliné la cabeza hacia atrás, delirando de placer. Encajaba
perfectamente dentro de mí y me daba una ola de placer cada vez que se movía dentro de mí. Empezó a bombearme un poco más rápido, causando que me quejara en voz alta. Su polla era perfecta y con la posición que estábamos usando, estaba en el lugar perfecto para golpear mi punto G una y otra vez.

Mi cuerpo se acumuló una vez más y supe que me iba a correr.

—Córrete para mi bebé, puedo verlo en tu cara. Córrete solo con mi polla dentro de ti.

Exploté entonces haciendo lo que me pidió, gritando fuertemente.
Estaba agotado y aun así siguió follándome lentamente. Se retiró y me sacó del escritorio. Lo seguí alrededor de la mesa y me dijo que me acostara en el suelo.

Miré rápidamente a la puerta y me sorprendió que no nos hubieran
descubierto en ese momento.

—Tienes un culo tan bonito; deberías ver esta gloriosa vista que tengo.

Se deslizó dentro de mi con fuerza. Grité cuando el placer se apoderó de mi cuerpo. Estaba de espaldas, pero me colocó de manera que sus manos se agarraran bajo mi trasero y me levantó y soportó mi peso. Lo
único que tocaba el suelo eran mis hombros y envolví mis piernas alrededor de su cintura. Gemí, disfrutando cada centímetro de su polla mientras me golpeaba una y otra vez. Se inclinó hacia mí y me dio una palmada. Grité al darme cuenta de que nunca había experimentado algo tan sexy en toda mi vida.

Le sonreí y reprimí mis gemidos lo mejor que pude mientras otro
orgasmo me atravesaba. Estaba teniendo múltiples orgasmos con este Alfa, ¿cómo sucedía esto cuando era mi primera vez?

—Tienes un agujero muy bonito, Gulf; me encanta follarte.

Me quejé, amando la forma en que me hacía sentir, pero más aún por
la forma en que me hablaba.
Se retiró de nuevo y me acostó suavemente en el suelo.

Deslizó sus dedos en mi ano y me follo con los ellos un rato, me estaba mojando de nuevo, aunque en ese momento estaba bastante empapado de toda la follada.

—Quiero que vuelvas a mi polla, nene, te sentarás sobre mí otra vez
y me montarás bien.

—Puedes apostar tu culo a que lo haré.

Volvió al escritorio y se sentó en el borde del mismo. Me posicioné de
espaldas a él y metí su polla dentro de mí.

—Ya está, cariño, vamos a ir con calma. Se siente bien, ¿no? —me
quejé de acuerdo.

—Bien, aquí vamos, sólo mantente relajado, no te pongas tenso.

Apenas podía creerme a mí mismo en ese momento. ¿Qué me había
poseído para hacer tal cosa, tener sexo en su oficina? Dios, lo había
deseado tanto, que todavía lo deseaba. Estaba tan satisfecho sexualmente, pero aun así tan caliente que le hubiera dejado hacerme cualquier cosa.

Me dolía por dentro la necesidad,
¡lo deseaba tanto! Siempre había sido un buen omega que no podía pensar en tener sexo en un despacho. ¡No me había dado cuenta del placer que Mew podía darme!
Monté la polla de Mew sintiendo las deliciosas sensaciones esparcidas
por todo mi cuerpo.

Mi Jefe Será Mi Daddy Donde viven las historias. Descúbrelo ahora