The Saiyan PT II. La Última Batalla

Capítulo 053

-¿Qué carajos hacen mis cosas en la entrada, Jennie Kim? – Jennifer veía su maleta en la puerta

-¡Vete con ese mesero de cuarta! – se escuchó desde adentro – Que de seguro lo hace mejor que yo – la voz estaba rota

-¡Ya deja el bendito drama! – abrió la puerta con su tarjeta – tu te acuestas con mi hermana, no creo que tenga mucho que ver esto

-¡Vas a seguir echándomelo en cara! – le golpeo el pecho – Te he pedido perdón

-Que pidas perdón no te quita lo zorra – Zash una cachetada – Que me golpees no quita el hecho que seas novia de Lauren – otra cachetada - ¡YA BASTA!- grito con sus ojos de un color azul

-Eso me duele – la castaña comenzó a llorar – Eres peor que Lisa

-Tú creaste este monstruo – la pego a la pared – Tú me hiciste una mierda – acerco su rostro al de la otra – Todo esto que soy es el amor y el odio que te tengo

-¡Yo también te odio! – intento alejarla

-Lo sé – se alejó – Ahora, mejor salgamos a recorrer la ciudad, hay un lugar que te quiero enseñar

-No voy a salir

-No era una pregunta, es una orden

Jennifer se bañó y arreglo, Jennie la esperaba en la cama con lágrimas en los ojos, la rubia suspiro y le tomo la mano, la entrelazo y le beso la mejilla. Ella odiaba comportarse así con Jennie, pero ella se dio cuenta que las chicas no quieren a las personas débiles, si no a las personas que las tratan mal. A su madre la idolatraban las mujeres por lo fría y guapa que era. A Verónica la perseguían los hombres y mujeres por lo sensual que era, la mujer terminaba teniendo hasta orgias con las personas. Jennifer no llegaría a esos extremos, pero se cansó de ser la niña buena que esperaba a Jennie

-¿A dónde me llevas? – caminaban por las calles

-Dije que esta semana te trataría como una reina – se detuvieron frente a una tienda Chanel – Y aquí tienes tu reino

-Sabes que si entro allí no saldré en varias horas

-Correré el riesgo y mi billetera también – ambas entraron al lugar

Jennie caminaba por todos lados agarrando ropa de aquí para allá. Jennifer le ayudaba con todas las cosas, la chica estaba más que contenta. Con un montón de ropa llegaron a los vestidores, la chica salía con una prenda diferente a cada momento y Jennifer le tomaba fotografías con su celular. Incluso después ella busco atuendos para tomarse juntas algunas fotografías

Desde aquel día las cosas cambiaron, Jennifer no toco a Jennie en ningún momento, no tuvieron sexo, ni tampoco pelearon. La semana paso volando y ahora las chicas estaban en una fuente en una pequeña plaza

-Dicen que si lanzas una moneda se cumple tu deseo – dice Jennifer con un helado en su mano - ¿Por qué no lo intentas?

-Bien – Jennie cerró los ojos y poco después lanzo la moneda – Listo, te toca

-No, lanzar una moneda sería un desperdicio para mí, la vida no me quiere – Jennie tomo su mano – Mejor dime, ¿Qué pediste?

-Pedí que si nos encontráramos en otra vida tú yo fuéramos pareja, tuviéramos niños y que nadie se interponga entre nosotros

-Soñar no cuesta nada, Jen – la más alta la abrazo

-Por eso yo siempre sueño contigo – Jennie susurro

Horas después, Jennifer dejaba a Jennie en la puerta de su casa en Miami, aquella semana sirvió para que se dieran cuenta de todo lo que tenían y lo que no. Taylor las vio desde la ventana y no le gustaba lo que hacía Jennie

-Bueno, hasta aquí llego nuestra aventura – Jennifer tenía sus brazos atrás y se mecía con sus talones – De aquí en adelante eres libre

-No quiero ser libre – Jennie la toma del rostro y la besa – Quiero estar contigo

-Para eso debes demostrármelo, ya te dije – Jennifer se alejó – Nos vemos cuando nos tengamos que ver

-Ojalá y sea pronto – Jennie se fue llorando hasta la casa con sus maletas

La castaña entro y por otra puerta salió Taylor, entro al carro de Jennifer y le apunto con el arma

-Sabes que soy tu superior – Jennifer la miro sonriendo – Si me matas seria traición

-Además, si matas a mi sobrina yo te matare a ti – Hoseok apareció apuntándole a la chica desde la ventana – Córrete para poder entrar, odios los autos de dos puestos

-¿Qué haces con mi sobrina? – ahora todos estaban en el auto – Ustedes terminaron hace mucho

-Sí, pero podemos tener una linda amistad – la chica suspiro – Me alejare de ella después de hoy

-Eso espero – contesto con reproche – Ahora vayamos por un café, es muy temprano y Camila aun duerme

-Vamos – respondió J-Hope

En esa mañana Jennifer se convirtió en cupido e hizo que J-hope y Taylor tuvieran una cita. Así la mujer dejaría de meterse en problemas en la empresa, además, de que J-hope era un detective privado, hacían una linda pareja

-¡Hija! – Jennifer fue a corea para ver a su madre – Tengo tanto que contarte

-Por lo visto te arreglaste con Lisa – la otra asintió – Me parece bien, yo hable con Jennie y la deje, ya no me pienso meter con ellas

-Haces lo mejor, retoño. Tus tíos quieren verte – caminaron hasta la oficina de Jungkook – También quería decirte que conocí una mujer

-Tú me contaras después, sé que encontraste la mujer indicada – la chica abrió la puerta – Solo no la cagues esta vez

-No lo hare – dijo decidida – Ella vale la pena

-Eso espero

Jennifer abrió la puerta y Jungkook estaba con unos lentes chistosos. La rubia sonrió y entro sin que se diera cuenta

-¿Cómo está mi papá favorito? – el otro pego un brinco – Vaya, ¿tan fea soy?

-¿Qué? ¡Ah! – acomodo sus lentes – Como vas a decir eso, si eres el retoño más lindo, aunque los hijos de Jimin y Suga son una adoración

-Si, esos enanos son increíbles – se sentó en el escritorio - ¿Y tú para cuándo?

-Contigo es más que suficiente, el dolor de cabeza que nos generas a Tae y a mi es grande – el hombre le sonrió – Además, estamos muy viejos para cuidar niños, ahora esperamos los tuyos

-Espera sentado, porque no voy a tener

-Que trágico, ahora no tendré nietos – sonrió – Bueno, no importa, con tal y seas feliz

-Te amo, tío Kook, tu siempre me comprendes al igual que el tío Suga y el tío J-hope

Jennifer después de ver a sus tíos en Corea volvió a su trabajo, ella no quería toparse con su hermana, en Miami las cosas volvieron a su cauce tal y como le pidió a Jennie. la castaña volvió a hablar con Camila y mejoraron su relación. Hasta que a Jennifer le llego una llamada

-¡Perdí! – dijo Jennie – ¡He perdido, te necesito!

-Estaré allí, espérame