doce ─── Confesiones de madrugada

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❝NO HAY NADA COMO TÚ Y YO,JUNTOS A TRAVÉS DE LA TORMENTA❞

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❝NO HAY NADA COMO TÚ Y YO,
JUNTOS A TRAVÉS DE LA TORMENTA❞

El reloj marcaba las dos de la madrugada y en la casa de Raúl ya no se oía ni un solo ruido, lo único que podía oír era la tranquila respiración de su chica que seguía dormida en su cama. Él había intentado dormir, pero no pudo hacerlo y en las últimas horas no había hecho nada más mirarla. Se fijó en cada parte de su bello rostro, en sus párpados cerrados, en su nariz y sus labios, también se fijó en las marcas que tenía en el cuello y que había intentado ocultar con su ropa, pero que eran muy notorias.

No podía sacarse el llanto de Carla de la cabeza y la forma en que gritaba, en cómo le pedía que por favor no la tocara. Por más que trataba de imaginarse el dolor que sentía, no podía hacerlo, no tenía una idea de lo destruida que estaba ella y nadie que no haya vivido lo que ella podría saberlo, nunca.

Le costaba creer que tantas cosas malas le hayan pasado y aún así ella no dejaba de preocuparse por el resto, no dejaba de sonreír o de hacerte sentir mejor con sus palabras. Le sorprendía también que ella haya decidido volver con él, pensó que estaba muy lejos de lograr recuperar a su chica, pero al final lo que sentían terminó siendo mucho más fuerte que cualquier otra cosa.

Carla era un ángel y él era un simple mortal, estar juntos era una locura, pero eso les daba igual.

Mientras Raúl pensaba en lo mucho que la amaba, escuchó como ella se quejaba y comenzaba a moverse, pero seguía dormida, supo entonces que estaba soñando. No pasó mucho cuando los quejidos comenzaron a ser sonidos de angustia y miedo y los movimientos fueron más bruscos, el castaño se dio cuenta que no era un sueño, sino una pesadilla.

    —Oye, mi amor— Raúl comenzó a moverle el hombro levemente para tratar de despertarla, pero no funcionaba. La chica seguía dormida y murmurando cosas poco entendibles— Carla, hey, amor

Luego de lo que pareció un eterno minuto, la joven Herrera abrió los ojos, se veía tan asustada que a Raúl se le encogió el corazón así que solo la acercó a él para rodearla con sus brazos

𝐅𝐀𝐕𝐎𝐑𝐈𝐓𝐄 𝐂𝐑𝐈𝐌𝐄─── control z Donde viven las historias. Descúbrelo ahora