El hacker arruinó la reputación de todos, pero el vengador acabará con la vida de cada uno de los abusivos que atormentaron a un chico inocente durante años. Se metieron con Luis y ahora, deben pagar.
Pero Sofía y Carla Herrera no dejarán que eso su...
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❝ERES HERMOSO, PERO LA VERDAD ES FEA❞
El día había sido una completa locura y todavía no acababa. En el colegio Nacional todos sentían mucha curiosidad por lo que le pasaría al hacker ahora que había tenido los cojones de volver después de todo lo que les hizo.
Carla por otro lado ya no estaba interesada en seguir formando parte de escándalos así que sí alguien se decidía a romperle la madre a Raúl, era problema suyo. No podía defenderlo porque si lo hacía, todo el Nacional se lanzaría en su contra además de que defender a la persona que le hizo daño sería una estupidez.
Ahora estaba en su locker, ya no quedaba ninguna clase y por fin era hora de irse a casa, no tenía libros que dejar ni nada que sacar de ahí, pero estaba tan acostumbrada a ir a su locker después de cada clase que sólo fue ahí sin ninguna excusa.
Pudo ver cómo a lo lejos María sacaba cosas de su casillero mientras discutía con Pablo, eso era algo ya tan común y Carla se metería a apoyar a la chica, pero sabía que ella era perfectamente capaz de defenderse sola y tampoco era su asunto, esos dos se habían portado horrible con Isabela así que lo que fuera que les pasara era su pedo, no el de ella.
Ahora estaban todos saliendo del colegio, incluida la joven Herrera, sólo necesitaba irse a descansar porque el día había tenido demasiadas emociones y todo eso la agotaba por completo. Cuando llegó abajo pudo ver a Rosita esperando a que vinieran por ella y cómo era evidente que tendría que caminar a la casa de los Betancourt, decidió charlar con su amiga antes de irse.
—¿Qué pedo contigo?— Le dijo la chica de cabello rosa cuando la vio llegar— Te perdiste las ultimas dos clases justo después de que apareciera ese güey
—No estaba con él, si es lo que insinúas. Yo necesitaba un poco de privacidad— La menor de las Herrera se había vuelto una de experta en mentiras desde hace mucho tiempo y aunque odiara las mentiras, debía decirlas la mayor parte del tiempo para evitarse problemas y discusiones
