Capítulo 04.

2.2K 228 18
                                    

AARON MOSELE

—¡Capitán Carissi!—lo llamo impidiendo que se marche con los demás. —A mi oficina.

Camino por delante de él, tengo los expedientes en una mano los cuales voy ojeando hasta que llegamos al edificio del escuadrón. Me paso del piso de las habitaciones de los reclutas hasta el último donde se encuentra mi propio piso y mi oficina.

Abro la puerta, recorro el escritorio y tomo asiento esperando a que ingrese. Solo con la mirada le pido que cierre la puerta al entrar.

—¿Sucede algo?—pregunta de pie a un lado de la puerta.

—Toma asiento, por favor—mi relación con Carissi no es más que profesional, ha estado conmigo por años y he avanzado más que él debido a mi empeño pero ahora mismo necesito otra cosa suya.—¿Qué sucede con tu novia? ¿Siempre es así de inestable?

Niega de inmediato.

—Paris es una mujer muy controlada, tiene un fuerte temperamento eso sí pero es bastante calmada cuando no esta enfadada—comenta. —Sé que lo que viste hoy debe de parecerte lo contrario pero esa chica luchó para estar aquí, no puedes sacarla y...

—¿Quién dijo que la sacaría?—alzo una ceja—Es uno de los mejores soldados que voy viendo, incluso mejor que tú.

—Tengo mis habilidades—se encoge de hombros—Pero si es bastante buena, el tiro y el asalto son sus mejores habilidades.

Me reservo el comentario porque con lo que hoy vi, es claro que esa mujer tiene siempre alguien en mente para disparar de esa forma, como si en verdad quisiera hacer daño a todo el que se le atraviese.

—¿Su temperamento será un problema?—indago revisando su expediente—Tiene reportes por abuso de autoridad, resistencia a la autoridad, incluso tú mismo la castigaste.

—Eso fue una estupidez—admite—Me desperté con ambas durmiendo en la misma cama y enloquecí al verlas juntas de nuevo aquí. Es mi novia, quiero que esté conmigo pero todavía no hallo la forma en que pueda perdonarme.

—Quizás no debiste engañarla en primer lugar, menos si sabes que está más loca que una cabra y que tiene la habilidad del maldito John Wick con las armas.

Mi comentario lo hace reír.

—Ella jamás me haría daño—se encoge de hombros.

—Yo que tú no estaría tan seguro—comento sumido en sus malditos expedientes, uno tras otro dejando en claro que es el tipo de mujer que no le gustan las ordenes y mucho menos estar debajo de nadie.

Observo a Carissi, nos conocimos cuando hicimos el curso de iniciación y aunque tenemos buena relación, no compartí ni comparto muchas de sus actitudes. Es un idiota cuando se le da la gana y a veces te dan ganas de darle un golpe en las pelotas por estúpido, pero respeto su trayectoria.

—¿Eso es todo?—pregunta haciendo ademán de ponerse de pie.

—¿Tu relación con la otra teniente será un problema? ¿Tendré problemas de gatas en mi escuadrón?—alzo una ceja.

Se rasca la nuca.

—Eso terminó hace tiempo—puedo ver que nada de esto le agrada y que sí continúa herido por el engaño de la que él llama su prometida y lo sé todo por su expresión—Eso se terminó, ella es solo mía.

Tengo ganas de reírme en su cara ¿De verdad cree que una mujer como esa se deja dominar? Tiene una venda en los ojos, se niega a aceptar lo que en verdad es y por eso lo dejo marchar. No vale la pena despabilar a quien vive terminando como payaso.

Entre Infieles y Perversos (AQS#6)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora