Finalmente, Era Amor [ PAUSADA ]

Capítulo 13

No entendía cómo demonios Goenji había vuelto a ser su caballero de brillante armadura como si nada hubiera pasado y cómo su hermano cada vez que los veía cuando iba a buscarla a la Escuela sonreía con resignación, aunque también podía ver algo de aceptación.

¿Qué se estaba perdiendo? Además, sus amigas casi saltaban encima de ella para felicitarla por las buenas nuevas. Usualmente sintió que perdía la cabeza con más facilidad por lo despistada que era y porque le gustaba estar haciendo muchas cosas al mismo tiempo. Sin embargo, estaba empezando a considerar que eran sus cercanos los que estaban perdidos un tornillo o algo así.

Ahora que estaba en el Estadio Frontera, no podía evitar estar cerca de Goenji. Solo porque ambos sabían que su hermano se uniría a Raimon, no tenía nada que ver qué le gustara estar cerca de él. Evidentemente no. O tal vez un poco, pero no lo diría en voz alta.

Tenía que reconocer que mientras todos le rogaban al Entrenador Hibiki porque los dejara entrar a la cancha, sintió pena por el pobre hombre, pero cuando el peli crema choco hombro con hombro con ella y apoyo ligeramente su cabeza con la suya dejo de pensar en que estaban a punto de ser descalificados.

Estaba un tanto –bastante- nerviosa, pero era buena disimulando de momento. A sus 16 años era la primera vez que le "pasaban cosas" con un chico, que además era mayor que ella. Tal vez era momento de hablar con su mamá; esa mujer lo sabía todo o así lo sentía ella.

Cuando vio entrar a su hermano con el uniforme de Raimon y la capa azul ondeando, se sintió como esa imagen que siempre usaban en el club de periodismo cada vez que Kenji-sempai les daba trabajo extenso a última hora. " Hay que golpearlo, quiero golpearlo". Aunque parecía que el peli crema le había leído la mente porque simplemente le jaló un mechón de cabello y se acercó a recibir a Yuuto.

Idiota arrogante. No estaba segura de cuál de los 2 era peor.

El partido estaba siendo un verdadero desastre, porque si bien ahora eran capaces de conectar sus pases los intentos para poder meter gol eran completamente inútiles. Entendía que los chicos no confiaran en las ideas de su hermano, después de todo había sido uno de sus rivales.

- Me tienen harta –murmuro sin darse cuenta, estaba a punto de perder los nervios y comenzar a gritarles a los muy incompetentes. Handa se estaba comportando como un niño mimado intransigente y si nadie la detenía correría sangre.

- ¿Disculpa? –Tal vez el pobre de Megane debió encontrar callado lo que quedaba del encuentro, en especial tras las señas que le estaba haciendo Aki. Claramente el castaño no entendió la indirecta lo que significó que ahora todo el equipo las estaba mirando y el Entrenador Hibiki sonreía al presentir lo que se venía.

- Yuuto es mi hermano mayor, por favor confíen en él –alguien tenía que felicitarla. En lugar de mandarlos al demonio estaba ahí rogándoles casi de rodillas que recapacitaran su estrategia; estaba segura de que su hermano tenía al menos unas 3-4 ideas ya listas para derrotar a su rival y varias más en producción. Era su deber darle tiempo- ¿Por qué no aceptan recibir ayuda?

- ¿Hermanos? ¡Así que tú también eres un espía! ¡Trabajas para Kageyama! –Que alguien la dejara mandar sus modales al diablo. Handa estaba siendo más irritante de lo que era usualmente y no le interesaba que el árbitro la expulsara de la cancha con tal de azotar su cabeza contra el suelo

- ¿Cuántas veces te caíste de la cuna para quedar tan imbécil? ¿Acaso te estas escuchando? –No supo si fueron sus amigas o Goenji o su hermano quien la sujeto de la cintura para levantarla y separarla del castaño que definitivamente no se esperaba una respuesta tan agresiva, porque se fue a esconder detrás de Someoka

- Los partidos se ganan en equipo y en este momento no lo somos –la voz del peli crema produce un tranquilizante de lo más efectivo mientras que su hermano le daba una bolsa para que reventara las burbujas y así calmara su ira. Aun golpear al castaño, pero le gustaba que la consintieran un poco, sobre todo cuando quería Goenji no se había ido de su lado- confió plenamente en Kidou y en Haruna, nada me hará cambiar de opinión

- Otonashi-san ha estado con nosotros casi desde el primer momento –fue el momento de escuchar a su Capitán. Endou había escogido la mejor ocasión para poder hablar; motivando al equipo para que puedan enfrentar el 2do tiempo ganando el partido- ella y Kidou son buenas personas que les han pasado cosas malas… son nuestros amigos, deben confiar en ellos

Su mente se desconectó del resto del partido cuando Yuuto la abrazo antes de irse a la cancha para continuar jugando y luego de que Goenji le diera un apretón en la mano. No puedo evitar irradiar orgullo cuando vio el Inazuma Breack. Le dio igual como Aki y Natsumi comenzó a preguntarle que centros de mesa quería para su matrimonio o cuales eran sus flores favoritas para su ramo.

El hecho de ver que su hermano y el chico que… ¿le gustaba? Eso decían las personas en las que más confiaba, pero en realidad no estaba segura, pero verlos tan cohesionados, como si jamás hubieran sido rivales le daba tanta paz. Una paz que le calentó el corazón.

Estaba seguro de que si el Entrenador no hubiera querido hablar con ella mientras los chicos se dirigían al vestuario habría corrido a abrazarlos a ambos. Menos mal siempre tenía gente a su alrededor que lograba que se mantuviera digna.

Ya les llevaría un buen almuerzo al otro día para mostrarles su alegría por la victoria frente a Sembayama. ¿Soportarían una receta de su abuela? Probablemente los enviaría al Hospital con lo delicados que parecían y su Capitán lloraría demasiado.

Tal vez en unas semanas sería capaz de decirles a ambos que le gustaba como la cuidaban. Eso claro cuando se asegurara de que no fueron a matarse o que fueron a sobre protegerla como si fuera de cristal.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

Fin de capítulo.