Capítulo 12

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Los días cada vez se estaban poniendo aún más raros. Lo que era mucho decir siendo Endou el Capitán del Raimon Eleven. Momentos así era en los que se preguntaba si era de verdad un error haber aceptado ingresar al equipo tan fácilmente.

Sembayama era un equipo impresionantemente defensivo. No tenía menor idea de a lo que se refería Endou con eso de ¿muro de diamantes o era formación con diamantes?, pero si tenía razón en que debía elaborar una nueva técnica si es que querían ganar el partido.

Sin embargo, eso era más fácil decirlo que hacerlo, sobre todo si mencionaba el hecho de que tenía la cabeza en cualquier otro lugar en vez de concentrarse en el entrenamiento y justo ahora que Domon quería narrarles una técnica que utilizaban de niños cuando vivía en Norteamérica.

Estaba medio escuchando y al mismo tiempo con la vista fija en la menor de sus Gerentes. Era impresionante como pasaban más tiempo discutiendo que llevándose bien desde que inicio el FF; bueno no era que discutieran todo el tiempo sino que él solía ignorarla.

Cuando le había contado lo que le ocurría a su mamá, ella solo lo había sonreído totalmente radiante luego de mucho tiempo y tras eso simplemente lo abrazo para irse corriendo a ver a su papá. Honestamente quedo con más preguntas que respuestas luego de eso, pero le agradaba que la mujer que le dio la vida volviera a florecer luego del accidente de su hermana.

- Tengo que dejar de pensar en… ¿A dónde demonios va? –otra vez estaba pensando en cosas que no deberían ni siquiera preocuparle, pero tenía que reconocer que perdió toda su tranquila y seria apariencia por un momento cuando noto que Otonashi dejaba el entrenamiento.

Ahora su querido rival venía a la Escuela a ver a la peli azul. Simplemente perfecto. Era imposible que su día pudiera continuar empeorando. Al demonio con mantenerse aislado de los problemas de sus compañeros, esta vez iba a intervenir y averiguaría cual era la relación que se traían Kidou Yuuto y Otonashi Haruna.

Por la seguridad de su amiga, por su puesto. Mentiroso. ¿Por qué diablos su conciencia tenía la misma voz que su madre? Él no tenía ningún propósito oculto. Por mucho que desde que había hablado con su progenitora, ella se encargara de arreglarle el cabello cada vez que iba a la Escuela para impresionar vayan ustedes a saber a quién.

Así haciendo todo lo posible para no parecer un acosador, simplemente se quedó viéndolos desde el puente de la Ribera del río hasta que fuera su momento para entrar en escena. El lenguaje corporal de ambos era tenso, pero a pesar de eso se veía que se llevaban bien, que tenían una cierta confianza como para quedarse hasta el atardecer conversando como si nada.

- El único que podría patear un balón así… eres tu Goenji –por lo menos Kidou reconocía sus habilidades. Le daría cierto crédito a su madre, tal vez si estaba un poco celoso. Se había acostumbrado a conversar con la chica sobre cualquier tontería, aunque en realidad ella hablaba mucho más que él.

Era divertido escucharla, no podías averiguar con que tema de conversación podría salir en cualquier momento. Siempre estaba al tanto de todo lo que pasaba en el país e incluso a veces podías verla leyendo sobre algún tema de contingencia internacional. Evidentemente le gustaba aprender de todo, por lo que estar cerca de ella siempre era una aventura.

- ¿Por qué haces esto? Mi hermano no los estaba espiando –habían pasado tantos días desde que no la tenía tan cerca regañándolo o reclamándole cualquier cosa; que el sonido de su voz fue un calmante para la irritación que venía sintiendo desde muy temprano. No era capaz de saber en qué momento tenerla cerca había pasado a ser parte de su rutina, una rutina que estaba siendo muy reacio a cambiar.Y

- ¿Tu hermano? –ahora entendía porque tanto Mikado o cualquier otra amiga de la peli azul se reían cada vez que la evitaba. Entendía perfectamente porque se habían abrazado con añoranza ¿Cuántos años habrían pasado en que no se habían visto?

Él planeaba abrazar de la misma forma a Yuuka. Se sentía como un idiota en este preciso instante. Honestamente, ¿cómo había sido tan ciego? ¿Qué le costaba haberle preguntado a Aki o a la misma Haruna en lugar de ignorarla? ¿Haruna? ¿Desde cuándo la llamaba por su nombre?

No quiso seguir enfrentando la vergüenza, en especial porque Kidou lo miraba como si supiera algo que él no. Detestaba esa mirada de sabelotodo que tenía el chico, porque lo peor del asunto es que siempre sabía cosas que los demás ignoraban.

Cuando comenzaron a pelotear con tanta fuerza, pudo darse cuenta de que la chica simplemente volvió a sentarse en los escalones para mirarlos con resignación. ¿Acaso eran tan predecibles?

Esperaba que con lo que planeaba hacer, mientras utilizaba la rabia que sentía Kidou contra Zeus fuera suficiente para que ella lo perdonara. Si quería ganar el siguiente partido, necesitaban al chico que estaba frente a él, pero lo más importante: si decidía ayudarlos… los hermanos podrían estar juntos mucho más tiempo al compartir la misma Escuela y Club.

- ¿Puedes ver a Endou como un compañero de equipo? –el balón acababa de reventarse y podía sentir como la peli azul quería gritarles por la estupidez que estaban cometiendo. A veces odiaba que Kidou fuera tan buen jugador, le prometió a Haruna que le daría un balonazo en el estómago a su hermano y el condenado lo había evitado.

Cuando ella bajo y les dio un manotazo en el hombro a ambos, supo que había tenido éxito. No solo habían eliminado el pequeño muro que se estaba levantando entre ellos, sino que Kidou había tomado una decisión.

Así que mientras ambos venían como el chico de rastas sacaba su celular para seguramente llamar a su padre; Goenji aprovechó la oportunidad para colocar un mechón de cabello detrás de la oreja la chica y rozarle con sutileza la mejilla.

Y cuando vio que ella se sonrojo un poco para después sonreírle supo que todo estaba bien.

Tendría que comprarle flores a su mamá cuando fuera a casa para agradecerle por haberlo escuchado hace unos días y por supuesto para que lo aconsejara un poco sobre esas cosquillas que sentía en el estómago cada vez que veía a su amiga.

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Fin de capítulo.

Finalmente, Era Amor [ PAUSADA ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora