Vuelve A Mí. ♡ YiZhan ²

•09•

—Li abajo —dijo Zanjin tomando a Li de la camisa para empujarlo hacia abajo, los omegas están entre el fuego del bosque, no podían gritar o alertarían a los soldados que vagaban por los lugares con menos fuego.

Aún no encontraban a Peixin, Zanjin cuidaba de Li que apenas y podía sostener su revólver.

Se movía con sigilo y rapidez, sabía que su pequeño cachorro inteligente se ocultaba en árboles grandes, por lo que se movía entre las llamas buscando los árboles de mayor tamaño.

No sabe cuánto tiempo llevan allí, pero deben ser más rápidos o podrían capturarlos.

Zanjin está seguro de que soportaría la tortura hasta la muerte, pero no cree lo mismo de Li, no es que no confíe en el omega rubio, es solo que Li no ha pasado la crueldad que él si.

Apresuran su pasó y evitan las furiosas llamas, el oxígeno parece agotarse y sus fuerzas también, pero no se detendrá, su pequeño cachorro tendrá una buena vida, se lo prometió, no importa si la suya va en su lugar, ese cachorro vivirá.

Escucha el sollozo de un pequeño y gira a mirar a todos lados, se fija en un árbol de tamaño medio y corre con Li detrás.

El pequeño Pei está atrapado en una red, seguramente una trampa de los soldados, están acorralados, Zanjin tiene buen ojo y ha notado a dos soldados que esperan la orden para disparar, se apresura sacar a su pequeño de la red, Peixin se aferró a su mami para buscar consuelo y Zanjin abraza al pequeño con fuerza para después entregarlo a Li.

Levanta su rifle y revisa que tenga balas suficientes, aunque ninguna bala será suficiente para cubrir el escape de los tres.

—Li, cuando yo diga correrás con Pei y no te detendrás hasta que llegues al río con los demás.

—Zanjin, no voy a dejarte —réplica el rubio con un sollozo.

—No te traje para que me cuides no puedes hacerlo, te traje para que salves a mi hijo —palabras duras, pero necesita a un Li decidido a salvarse junto al cachorro, no a un Li que sienta miedo por lo que pueda ocurrir a su espalda si él huye —corre, Li y no mires atrás.

Li quiso negar, pero debía pensar en el cachorro, Zanjin dará su vida por el futuro de su hijo.

Li asintió y corrió a todo lo que sus piernas daban.

Los soldados quisieron disparar, pero Zanjin disparó primero. Logró derribar a los dos que estaban escondidos, pero sabía que ellos solo eran la carnada.

Defendió el escape de Li y su hijo tanto como pudo y retrocedía a velocidad media, el momento definitivo llegó cuándo se quedó sin balas para el rifle, sus dos cajetillas están agotadas, soltó el arma inservible y se escondió detrás de un árbol grande, igual que su cachorro.

Sacó su revólver y miró a sus enemigos, una tropa de unos diez, tal vez menos, miró a todos lados asegurándose de que Li estaba muy lejos. Suspiró con miedo, no tenía oportunidad de escapar. Salió de su escondite y descargó su revólver contra los soldados, le dio a unos dos o tres, y cuando las balas se terminaron corrió tanto como pudo, creía que le dispararían, pero no pasó.

Tenía escasas esperanzas de salir del bosque y llegar al río, a sus piernas les falta fuerza, pero se forzó a correr más rápido, sintió una cuerda en el cuello jalando con fuerza, el aire abandonó sus pulmones.

Ahora entendía, esa tropa solo pretendía capturar algún rebelde y llevárselo, y Zanjin era justo lo que más odiaría ser, un prisionero.

No está seguro de lo que ocurrió después, no lo recuerda, apenas y logra divisar imágenes de soldados riendo ante sus ojos, atando su cuerpo como si fuera un animal salvaje y arrastrándolo entre las calientes llamas hasta una carreta.