Insanity ♚ JakeHoon

04

"Estoy congelado por el miedo dentro de mí"

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Un lindo cachorrito fue el regalo que recibió Sunghoon en su cumpleaños número siete por parte de su tía. No podía estar más contento pues aquella pequeña criatura era tan adorable, sin duda cuidaría bien de él y este le haría compañía y se convertiría en su primer amigo.

Tan sólo era el segundo día de clases y su madre ya lo estaba regañando después de la jornada escolar, no comprendía que había hecho mal, sólo le jaló una trenza a su compañera porque no quiso prestarle su pegamento cuando claramente el bote estaba lleno.

—¿Por qué eres tan joven y tan problemático? ¡Lo único que saber hacer bien es causar problemas! —reclamó la señora Park, ya llevaba diez minutos con el mismo discurso, descargando toda su ira acumulada en su hijo. Sunghoon solamente permanecía con la mirada agachada y sus pequeños puños haciendo presión.

—Eres una desgracia donde sea que vayas, no te basta con amuinarme a mí, sino que también te empeñas en arruinar la vida de los demás —escupió y le dedicó una penetrante mirada de desprecio total.

El niño ya no soportaba más, siempre era lo mismo, su madre le hablaba muy feo y lo regañaba por cualquier cosa, lo hacía sentir menos, le hacía sentir miedo, miedo a ella y a sí mismo.

Estaba harto, la ira poco a poco se acumulaba en su pequeño cuerpo, sus puños, su rostro y sus ojos se tornaron rojos debido a la furia. Odiaba cuando eso sucedía, era como una especie de ataque de ira incontrolable, donde llegaba a desconocerse a sí mismo. Las palabras de su progenitora se repetían una y otra vez en su cabeza como un constante recordatorio de lo mierda que era como hijo. Y sin poder evitarlo, lágrimas comenzaron a humedecer sus mejillas y mentón, su ceño se frunció, su nariz se arrugó, sus labios formaron una mueca casi en forma de un puchero y su cara se tensó por completo.

Tomó paso firme al jardín de su hogar, donde comenzó a gritar desesperadamente, su cuerpo se agachó y arrancaba el pasto del piso como si su vida dependiera de ello. El llanto y los lamentos no cesaba, hasta que por su vista periférica, divisó a su tierno cachorro, quien no se le acercaba debido a que se asustó con el comportamiento de su dueño.

En el momento en que la mirada del can y del humano se encontraron, algo dentro de Sunghoon hizo un choque, sintió como si su corazón se detuviera y un cable se desconectara en su cerebro, pues sin siquiera ser consciente de ello, se encaminó hacia donde estaba el cachorro.

Cuando su amo se acercó, el pequeño animal fue capaz de percibir un aura tenebrosa que emanaba de él, estaba en peligro y por instinto empezó a correr, pero Sunghoon también lo hizo.

Joohyun se encontraba descansando en su habitación, cuando escuchó unos aullidos desgarradores, por lo que se asomó en su ventana que tenía vista al patio trasero, y observó que su hijo estaba azotando a su perro contra el suelo.

Alarmada bajó corriendo pero una vez en el jardín, los lloriqueos del perro habían cesado y el césped estaba manchado con su sangre, ya había muerto.

—¿¡Qué demonios acabas de hacer maldito monstruo!?

No hubo tiempo para una discusión pues la mujer comenzó a agredir físicamente a Sunghoon.

Todo pasaba muy rápido para el infante, no sabía en qué momento había tomado de esa forma a su mascota ni tampoco cuando su madre empezó a golpearlo, ahora solo era consciente de cada golpe y rasguño que recibía de manera brutal y su llanto seguía cayendo como cascada, tanto así que de un momento a otro se desplomó en el piso, mientras la señora Park continuaba con su labor de agredirlo.