El cenizo escuchó aquellas palabras que había dicho la azabache, "gracias" como ya se mencionó antes el cenizo sintió algo dentro de el pero que nunca había conocido así que estaba algo desconcertado por esto pero aún así el seguía abrazado a la cola de caballo
–Más te vale no decir nada a esos extras o te juro que me enfadaré... –Dijo el cenizo nervioso ya que no quería que sus compañeros lo molestase con ella
–Usted tranquilo Bakugou-san no le diré a nadie así que puede relajarse –Diji la azabache con una sonrisa, a ella le agradaba las manos del oji-rubí rodear su espalda, esa sensación de estar protegida y notar como alguien la quería le gustaba demasiado
Y sin más que decir ambos se separaron, la chica se separó con un ligero sonrojo que era visible a corta distancia y el chico se separó con nervios mientras fruncia el ceño queriendo demostrar que estaba enfadado pero ese rojo que adornaba sus mejillas no le favorecía, la azabache soltó una ligera risa mientras que él explotaba de vergüenza ya que se había dado cuenta, los dos sabían que les esperaba un gran fin de semana...
Por fin, este día había acabado al igual que las clases, los estudiantes recogían sus mochilas, algunos hablaban con sus compañeros y otros se iban hacia sus respectivas habitaciones, el cenizo junto a su equipo/squad se iba a sus habitaciones, hoy tocaba noche de juegos donde verían quien sería el próximo campeón y elegido para poner una película, la última vez ganó Kaminari y puso una de las películas que más le gustaba, comedia, a veces les gustaba que el eligiese la película ya que era bastante bueno y todos se reían con las escenas graciosas, incluso el cenizo que por más que lo evitaba igual se reía.
Los 5 llegaron a la habitación de Bakugou quienes entraron como si fuese su casa y se acomodaron sin más, sacaron una caja con un papelito y el siguiente juego era... ¡Monopoly! Ya todos sabían quien iba a ganar, Mina era demasiado buena en estos juegos y no dejaba que tuvieses una casilla para que no le pagases dinero y no te dejaba tiempo para pensar ni qué armes tus jugadas para intentar vencerla, hoy los 4 restantes estaban de acuerdo para hacerla frente pero algo interrumpió, el teléfono de la rosada sonó y ella se apartó un momento para responder a la llamada–¿Quien será? –Comentó el de pelo rojo mientras que miraba a sus otros compañeros para ver si sabían la respuesta
–Ni idea bro –Respondió el rubio para luego observar al pelinegro y ver que tampoco sabía
–Ni si quiera me mires, no soy su secretario para saber las estúpidas llamadas que tiene –Se quejó el cenizo mientras que sacaba algunos aperitivos y vasos para que pudiesen beber algo
–Oye Bakugou, saca tres vasos más por favor, van a venir Uraraka, Tsuyu y Yaoyorozu –Dijo la Rosada mientras que volvía a hablar con sus amigas
–¿Uh? Tsk... ¿te piensas que soy tu empleado? –Comentó el rubio enfadado mientras que escuchaba reírse a los otros 3
–Vamos bro no te enfades, si lo haces será como la última vez y Mina no te dejará nada de dinero –El de pelo rojo y el pelinegro empezaron a reír como locos al recodar aquella escena tan tonta
–Es verdad –Soltó una pequeña risa el rubio mientras miraba como el cenizo se enfadaba más –Y mira el lado bueno Kacchan, ¡vendrá tu novia! –Sabia que iba a morir por decir aquello así que se levantó del sitio lo más rápido que pudo y salió de la habitación mientras que el cenizo soltó las cosas y se fue tras el para explotarlo la cara, los demás miembros empezaron a reír pero lo que no sabían es que la morena estaba roja por esas palabras que había soltado el rubio sin pensarlo
Pasaron varios minutos y por fin vinieron los nuevos invitados, la comida y bebida estaba en la mesa al igual que los juegos de mesa que iban a jugar, los que no quisiesen jugar podrían ver la tele o conectar la consola para que no se aburrirsen, todos estaban disfrutando y se escuchaban risas
–Vamos Bakubro, ¡si sacas un 4 ganarás! –Dijo el pelirrojo mientras animaba al cenizo
–¡Callate estupido! Ya se lo que tengo que hacer... –El rubio tiró el dedo y rebotaba contra la mesa hasta que por fin paró de botar y el número que salía en la cara fue un 4, el cenizo se levantó del lugar emocionado y restregando su victoria a la rosada cosa que ella hizo un puchero
–¡Ya basta Bakugou! Tuviste suerte solo fue eso –Diji la rosada con su puchero
–Tsk... callate ojos de mapache, tienes envidia de que sea mejor que tu –Este sacó su lengua en forma de burla y los demás reían
Pasaron las horas y cada uno seguía a su ritmo, la azabache hablaba con el rubio y la peliverde sobre que iban a hacer para la fiesta de los dulces cosa que les estaba costando organizar, pasado unos minutos empezaron a hablar sobre el trabajo que tenían este fin de semana en equipo y cada uno ya tenía claro el tema que iba a hacer.
Ya pasada unas horas cada uno se despidió y dio las gracias a Bakugou por dejarlos pasar en su habitación cosa que el solo fruncia molesto y les decía que se mueran, todos se fueron menos una persona, la azabache que se había ofrecido a ayudar al oji-rubí aunque este le hubiera negado su ayuda un par de veces.–Me lo he pasado bien Bakugou-san –Dijo la azabache sonriente mientras recogía las botellas y las tiraba a la basura
–Tsk... esos imbéciles saben como divertirse –Contestó mientras recogía los platos y vasos
–La verdad es que si... hace mucho no me divertía así –Puso una gran sonrisa y el cenizo solo chasqueó la lengua
–Oye cola de caballo –Intentó buscar la atención de la azabache cosa que ella lo miró y quedó en silencio para que volviese hablar –¿Quieres quedarte a dormir? Y así cuando nos levantemos hacemos el trabajo que teníamos pendiente
–E-está bien Bakugou-san, terminemos de arreglar esto ‐Dijo nerviosa la morena ya que nunca había dormido en otra habitación que no fuese la suya o en la casa de sus padres
–Te dejaré mi cama, yo dormiré en una de esas sillas
Y listo, por fin habían terminado de arreglar los desastres que habían hecho aquel grupo, la azabache se fue a su habitación a recoger si ropa de dormir y volvió, el cenizo entró al baño para ponerse su camisa de dormir que solo trataban de unos tirantes y ya, el cenizo salió ya que la azabache se lo había indicado y está se fue a su cama, el cenizo caminó hacia el sillón y se sentó ahí
–Tsk... duerme
–S-si... buenas noches Bakugou-san –Dijo la azabache nerviosa mientras que se tapaba con sus mantas
–Te dije que me llames Bakugou y ya... buenas noches –Susurro las dos últimas palabras para así acomodarse bien y cerrar los ojos para dormir.
ESTÁS LEYENDO
Más que una carta
RomansaBakugou últimamente estaba bastante distraído, ¿con quien? Bueno, de alguien que era lo contrario a el. Al no saber como interactuar y hablar sin su tono agresivo decidió mandar cartas a la persona que le llevaba interesando hace mucho, desde la vez...