CAPÍTULO 3

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Dansher:


El timbre sonó y el sonido de las sillas arrastrándose invadió toda la cafetería, todos salen a prisa para poder llegar antes que otros, pero ellos dos caminaban a pasos lentos y despreocupados, caminaban con tal coordinación que parece que lo habían practicado. Antes de abandonar la cafetería, la chica se detiene dirigiendo su vista al basurero, saca de su mochila el sobre y sin más lo arroja en aquel bote.

Mientras tanto nosotros tres caminábamos a una distancia considerable de ellos. Al llegar al bote de basura tiro la comida sobrante.

Y sí...

Justamente es una carta. Una de aquellas que las chicas les gusta adornar y puedo reconocerlo, no es la primera vez que veía uno. No comprendía porque tanto esfuerzo por adornar un papel si al final del día terminaría arrugado en una bolita y desechado en un basurero como este.

—¿Dansher podrías apresurarte un poco? Por tu culpa llegaremos retrasados.

Retrasados ya están.

—Bien ya voy.

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—Te lo advertí Dansher, llegamos tarde—susurró Louis golpeando mi hombro.

—Silencio Louis—amenazó Nick.

En la sala de reuniones estaban todos los alumnos que eran del mismo nivel que nosotros, el director y también el profesor. Y por ser los últimos en llegar nos tocó sentarnos en la primera fila, frente a ellos.

Irónicamente... irónico.

—Muy bien, gracias a todos por venir pero sobre todo les agradezco por su puntualidad—habló el director enfatizando la palabra "puntualidad", por supuesto refiriéndose a nosotros tres—Los e mandado llamar mediante el profesor aqui presente porque hoy tengo que darles dos noticias. Muy importantes.

>> La primera. Es que las vacaciones de este año no serán como las anteriores, está vez no iremos a la ciudad, si no que será aquí en las afueras del pueblo por razones que más tarde les estáre explicando. La segunda es que hace aproximadamente menos de un mes recibimos a dos nuevos compañeros de clase ellos son Haeneris y Pearson Noir, ambos fueron transferidos del Instituto de Francia a nuestro Instituto, ustedes dos pasen al frente.

Señaló a ambos, ellos se levantan y se acomodan a lado del director.

—Ustedes dos sean bienvenidos a nuestro Instituto Ville, espero que pronto y puedan adaptarse—continuó el director—Bueno, es todo lo que quería informarles. Regresen a sus salones, una última cosa ¿quiénes de aqui son conocidos de Emelia Thomson? Levanten la mano por favor.

Al instante que escuché su nombre levanté la mano, Nick y Louis también hicieron lo mismo y otra chica más que por supuesto era amiga de ella.

—Muy bien, ustedes quédense los demás pueden retirarse.

Los que levantamos la mano nos quedamos sentados mientras que el resto de los alumnos se apresuró a salir, lo que hubo después de eso fue silencio total. El director estaba parado frente a nosotros jugueteando con sus dedos.

La situación se volvió incómoda. Sólo éramos cinco personas y aunque nadie parecía reflejar esa incomodidad en sus rostros, se podía sentir la tensión. Por segunda vez la puerta sonó, todos volteamos curiosos de saber quien acababa de cruzar la puerta.

Ahí venía él, en su cabello oscuro las canas se hacían presentes, su camisa de vestir estaba arrugada y su rostro emanaba cansancio. En su semblante podía notar preocupación.

¿Por qué?

Imposible adivinar.

Unas ojeras se hacían presentes en su pálida piel. El señor Thomson, al verme me dio una sonrisa que respondí con la misma, pasó a un lado de nosotros y tomó su lugar junto al director.

—Bueno como todos deben de saber—habló el director—el señor Thomson es un reconocido oficial en el área de investigaciones y hoy viene a hacerles unas preguntas a cada uno de ustedes... espero y puedan cooperar con él.

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Unas cuantas preguntas se habían vuelto un interrogatorio, preguntas como:

¿Hace cuanto la viste?.

¿Después de eso la volviste a ver?.

¿Sabes si tenía algún problema con alguien?.

Y a ninguna de ellas pude responder, en verdad quisiera ayudar pero no sabia cómo ni de que forma.

Después de escuchar todo lo que el señor Thomson nos informó la chica que estaba sentada a dos sillas de mí se puso a llorar, tanto así que el señor Thomson tuvo que ir a abrazarla pidiéndole que se tranquilize. Muchas cosas no habían quedado claras con esa poca información. Se nos pidió guardar el secreto y en eso quedamos de acuerdo..

Volvimos a clases con tal normalidad que antes, sólo que está vez con dudas, con confusión, con muchas cosas inexplicables dentro de la mente. Las pocas cosas que el padre de Emelia nos había dicho no eran suficientes para mí.

Al final de las clases cada uno tomó su camino a casa, no había mucho que decir en realidad. Nos conociamos tan a la perfección que al instante supimos que lo que necesitabamos era procesar cada palabra dicha.

Y aunque muchas preguntas cruzaban por mi cabeza yo sólo no podía encontrar respuestas, pero si había alguien que podía responderlas por mí.

#
Era noche y la cena estaba  por terminar, de verdad que tuve autocontrol lo suficiente pero ya estaba al límite.

—¿Lo sabías verdad?—pregunté repentinamente.

Silencio fue lo único que obtuve, para mi sorpresa papá nisiquiera se mostró confundido ante mi pregunta parecía saber exactamente de lo que estaba hablando.

—Vamos papá dime—insistí.

Mamá notó la tensión en mi voz, tomó  de la mano a Sarah y salió de la sala del comedor.

—Sí—respondió al fin.

Dejé de parpadear por un momento, era como un shock repentino. Mi mente dejó de reaccionar.

Confusión...

Mi cerebro era confusión total.

Papá lo sabía, lo ha sabido todo este tiempo.

—Me mentiste.

—No, no lo hice—afirmó.

—Entonces ¿Por qué no me lo dijiste antes?..

—Porque aún era innecesario decírtelo, además dime una cosa Dansher aún si te lo dijera ¿podrias haber hecho algo al respecto? ¿podrías cambiarlo?..

—No...pero...yo quizás lo hubiera intentado.

—Intentar ¿que?, encontrar al secuestrador hijo. Date cuenta que vivimos en un pueblo en donde hay menos de setecientos habitantes de los cuales la mayoría conocemos o son amigos cercanos o familiares..

—¿Que hay de la minoría?—cuestioné.

—Esa minoría no entra en la lista, todos ellos viven en la ciudad o se han mudado a otros países.

Tenía razón y yo se la daba, aún si lo supiera antes no podría haber hecho nada, no tenía ni las habilidades ni la capacidad para hacerlo.

¿A quién quieres engañar? ¿A ti mismo? ¿A tu padre?.

No quería engañar a nadie sólo era la verdad y esa verdad era que Emelia Thomson había desaparecido y lo único que quedaba era esperar por cualquier cosa y sucediera lo que sucediera, pasará lo que pasará teniamos que guardarlo como un secreto que por razones inexplicables se daría a conocer a su tiempo.

 EXISTENTE Eh INEXISTENTE [En Proceso ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora