Pasame la botella, tengo unas verdades que confesarte.
Acerca el oído, tengo unos secretos que gemirte.
Escucha atentamente, ahora te hablaré de mi. De como mi cabeza piensa en ti antes de dormir y antes incluso de despertarme. Te hablaré de mis fantasías y de mis sueños, porque en ellos todavía sigues.
Acercate y deja que mi cuerpo se pegue al tuyo, acercate y yo dejaré que él hable por mi.