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Yuta

Este había sido, sin duda, el más memorable viaje de acampada. Hyojong no podía creer que su historia del monstruo del lago había cobrado vida, pero aunque había sido la cosa más jodidamente escalofriante, ahora pensaba que había sido genial. Yo estaba feliz de que no había tenido que ir a la cama sin mi beso de las buenas noches de Mark.

-Me gusta hacer pis en el bosque -admitió Jaemin.

-¡A mí también! -dijo Shotaro. -¡Casi le doy a esa ardilla!

Reí y sacudí mi cabeza. Los chicos siempre serán chicos. Era muy temprano en la mañana, pero todos estaban despiertos ya. Dormir en una tienda tal vez era divertido, pero nada se comparaba con nuestras cómodas camas. Todos éramos un poco mimados.

-¡Hice el desayuno! -anunció Yuto, sacando una bandeja de s'mores. Normalmente, no les habría permitido comer algo tan poco saludable para desayunar, pero era una ocasión especial.

-¿Qué te pasa, viejo? -Le pregunté a Yuhno mientras salía de su tienda con sus manos en su espalda baja.

-Mi cama estaba un poco grumosa. ¿Quién tuvo la idea de venir aquí sin los colchones de aire? -preguntó.

Yuto se veía culpable. -Ese debí ser yo. En mi defensa, no lo hice a propósito. Se me olvidaron en casa. Mi hijo no es creyente en dormir en las noches, así que he estado un poco fuera de mí.

-No siento simpatía por ti. Tú eras de la misma manera cuando eras un bebé. Es tiempo de que pagues -dijo Yuhno.

Recordé tener que levantarme con Taro y Momo cuando eran así de pequeños. Nara siempre se negó, diciendo que ella hizo su parte en la sala de labor. De cualquier forma no me importó. Amé cada minuto que pasé con mis pequeños. A pesar de todo, estaba bastante seguro de que le puse a Shotaro el pañal al revés una o dos veces.

Jaemin me trajo un s'more y se sentó junto a mí. -Creo que soy un chico de papi. -admitió.

-Gracias-le dije, aceptando lo que trajo. -¿Ahora, por qué piensas eso?

Se encogió de hombros. -Como que lo extraño.

Le sonreí. -No tiene nada de malo con ser un chico de papi, en este caso yo soy chico de mami, yo también como que la extraño.

-Como quiera me estoy divirtiendo mucho -me dijo rápidamente. Supongo que no quería que pensara diferente solo porque extrañaba a Mark -Gracias por dejarme venir.

-No habría sido lo mismo sin ti -le dije.

Había cosas que necesitábamos hacer en casa, así que una vez que todos terminaron sus s'mores, levantamos el campamento y nos dirigimos a casa de mis padres. Boah y Jihyun eran las únicas en la cocina. Jihyun estaba sosteniendo a Yurio en sus brazos. Yuto inmediatamente enrolló sus brazos a su alrededor, - Hola, mi familia.

-Voy a despertar a mi mujer -anunció Hyojong antes de salir de la habitación.

Mi madre puso su mano en mi brazo. -Ve arriba y cámbiate. Les daré a los chicos un desayuno de verdad -dijo Boah. Mientras caminaba hacia las escaleras, la escuché refunfunar. -S'mores, enserio.

Solté una risita y me dirigí a mi antiguo cuarto. Me pregunté si Mark estaría despierto ya. Pensé en tocar, pero decidí no hacerlo. Si todavía estaba dormido, quería despertarlo por mi cuenta, no por un golpe en la puerta. Me deslicé hacia dentro y fui a la cama.

Perfecto.

Esa era la única palabra con la que podía describir lo que veía frente a mi. Mi Mark estaba dormido en su lado, descansando su cabeza en mi vieja almohada. Tenía su brazo enrollado alrededor de mi pequeña niña, quien estaba acurrucada contra él dulcemente. Me senté cuidadosamente en el filo de la cama y los miré. Cuando vi que Mark estaba usando una de mis viejas camisetas de fútbol, con mi apellido escrito a través de su espalda, no pude contenerme. Tenía que tocarlo. Besé a Momo en la frente antes de colocar mi mano en la mejilla de Mark. Cuando él no se movió, moví lentamente mi mano hacia arriba, dejando que mis dedos recorrieran su cabello negro.

𝖬𝖺𝗋𝗄 𝖫𝖾𝖾: 𝖲𝖾𝖼𝗎𝖾𝗌𝗍𝗋𝖺𝖽𝗈𝗋. [𝗒𝗎𝗆𝖺𝗋𝗄]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora