Capítulo 1

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   Otro día más que amanece lloviendo, menuda forma de comenzar el día.

Suspiro, para dirigir mi mirada a la mujer sentada a mi lado, que lleva hablando toda la santa mañana. Conversación a la cual, no he querido prestar atención.

-Alya- mi madre me llama la atención, había estado oyendo música con mis audífonos, para no tener que oírla hablar de lo mismo con lo mismo.

-¿Me estabas escuchando?

- Perdón, estaba distraída.
¿Qué es lo que me decías?

- Te decía que hoy llegaré un poco tarde, tengo que alistar algunos detalles del proyecto.

-Está bien-. Ella detiene el carro, ya habíamos llegado a la nueva escuela. Me iba a bajar, pero mi madre, me detiene tomándome del brazo.

-Hey espera, se me olvidaba recordarte que mañana es la fiesta de bienvenida, puedes invitar a cualquier persona que quieras, haz algunas amistades, así las podrás invitar mañana.

-Esta bien- finjo una sonrisa.
Todos los años siempre eran las mismas jodidas fiestas, cada vez que nos mudábamos, ella organizaba una fiesta de bienvenida. Donde me veía obligada a saludar a las personas por educación, a esas fiestas solo van los de la compañía y accionistas, puros egocéntricos que solo saben hablar de sí mismos y como derrochan su dinero en cosas inútiles.

-Ey mírame- me pide. Suspiro y la miro de mala gana- Alya, se que te irá bien, no es la primera vez que hablamos de esto así que tranquila, ten un buen día mi cielo.

-Yo también te quiero mamá, será mejor que ya me vaya no quiero llegar tarde en mi primer día.

Ni que realmente te importara eso.

Realmente detesto la escuela y todo lo que representa, desde pequeña he tenido problemas para concentrarme. Usualmente me metía en problemas, solían echarme la culpa sin razón alguna de cualquier cosa que pasara, aunque he de admitir que a veces, tuve la culpa de una que otra pequeña travesura.

Nunca he soportado los pasillos escolares, llenos de estudiantes. Las voces haciendo eco por el pasillo, acompañadas de esas miradas que te analizan de cabeza a pies. Nunca me ha gustado el estar rodeada de muchas personas, no me gusta ser parte del centro de atención. Prefiero estar en lugares tranquilos, sin tanta gente. Sin nadie juzgándote.
Pero, ya estoy acostumbrada, después de cambiarte constantemente de escuela, te vuelves la chica nueva de tu salón, y durante ese momento toda su atención está puesta en ti hasta que surja cualquier cosa que los distraiga de tu presencia y se vuelvan a olvidar de tu existencia.

En mi caso, había terminado siendo considerada la rarita del salón, la extraña, la solitaria. Hacer amistades nuevas, ya no estaba en mis planes. Para qué desperdiciar mi tiempo en hacer una amistad, que dentro de unos meses dejaría de existir.

Y aquí estamos nuevamente, parada al frente del salón rodeada de completos desconocidos, cuyas miradas recaen sobre mi persona.

-Bienvenida - me saluda una señora, que ha de tener alrededor de 50 años la cual parece ser la profesora a cargo de la clase.

- Buenos días, soy Alya la nueva estudiante transferida.

-Si ya sé, la directora ya me puso al día. Pase, seré tu maestra de literatura.

Joder, menuda suerte tengo. No es que tenga nada encontra de la asignatura pero es que las clases de estas siempre suelen ser lentas y aburridas.

-Siéntate en ese puesto vacío, al lado de Elia- dice señalando una silla vacía que está al lado de una rubia ahí, casi al final del aula.

Voy caminando hasta allí, y con cada paso que doy puedo sentir las miradas posadas en mí, como si esperaran algo. Una vez sentada la profesora llama la atención y todos dejan de mirarme al instante.

-Hola, soy Elia- esos ojos azules captan mi atención al momento, son... hipnotizantes - aunque mis amigos me llaman Eli o Lía - dice en un susurro.

- Alya- respondo secamente.

-Oh, bonito nombre- susurra de nuevo.

-¿Por qué susurras?-le pregunto, no entiendo por qué habla así.

- No quiero que la profesora Collins me llame la atención, esa vieja tiene un mal genio de los mil demonios. Además ya he tenido algunos problemillas con ella.

-Pff... me la suda

-Perdón..?

Ruedo los ojos y respondo con obviedad - lo que piense ella no me interesa.

- Vale, pero como nueva te aconsejo que evites meterte en problemas con ella, si quieres pasar una temporada agradable acá será lo mejor para ti.

Sonrío para mis adentros. Se nota que ella no me conoce. Meterme en líos, es uno de mis hobbies preferidos. Es que aunque yo no los busque ellos me encuentran a mí.

-Vale.

-Señoritas - Elia da un brinco en su asiento, ante la voz de la profesora
- les gustaría decirme qué es lo que tanto hablan.

- Profe...

Elia iba a responder, o eso creo, pero la interrumpí y hable en su lugar.

- Oh, profesora Collins, perdone si la molestamos, Elia solo me estaba ofreciendo su ayuda, al ser nueva tenía algunas dudas- dije de forma inocente.

La señora Collins me observaba con una clara cara de molestia.

- Realmente lo siento, no era mi intención incomodarla o interrumpir su clase, por favor continúe- le digo

Enseguida su rostro cambió de desagrado a uno de autosuficiencia y se fue con la misma.

Elia tiene cara de pasmo, se ve cómica -cierra esa boca Elia, te va a entrar una mosca.

Parpadea rápidamente y se recupera

- Gracias- dice sonriendo.

-Bienvenida a California - me da la mano Para chocarlas y acepto.

No sé como explicarlo pero ella te transmite unas vibras, brinda paz y confianza. Parece ser buena persona, tal vez, quién sabe nos hagamos buenas amigas

Después no te andes lamentando, sabes muy bien que al final, perderás su amistad como mismo has perdido las demás.

Niego con la cabeza, para eliminar esos pensamientos de mi mente, no quiero pensar en ello, no quiero pensar en nada.

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Holaa!! Qué opinan, estoy abierta a escuchar opiniones y críticas con el fin de mejorar. Así que no duden en escribir :)

Espero que os guste

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