Todo a mi alrededor no paraba de girar, me comenzaba a faltar el aire y por más que intentara respirar no lo lograba, mientras más lo intentaba más sentía ahogarme. Llegó un momento en que todo comenzó a tornarse de color negro hasta que entonces perdí la consciencia.
Desperté un poco mareada, entonces recordé haberme desmayado en la escuela luego de ver la nota y después de eso no recuerdo nada.
Miro a mi alrededor y me doy cuenta que estoy en mi habitación, no recuerdo cómo llegué aquí.
En ese momento la puerta se abre y entran Cloe y Eli.– Alyaa !!- gritan a coro y salen corriendo en dirección a mí.
– Me alegra saber que ya despertaste, es un alivio -dice Cloe.
– Nos tenías muy preocupados a todos en verdad -afirma Eli.
– Te demorabas mucho y decidimos ir a buscarte, entonces fue cuando te encontramos inconsciente en el suelo. Estuviste en ese estado así desde ayer a hoy en la tarde.
– Lo siento, no era mi intención preocuparles.
– Será mejor ir a bajar y avisar que ya despertaste -dice Cloe en lo que se dirige hacia la puerta para luego irse.
Decido entonces aprovechar este momento a solas para contarle a Eli a cerca de lo que me ha estado preocupando estas últimas semanas. De todas las personas en quien más confío es en ella.
– Eli hay algo que necesito contarte
– ¿Qué pasa?- me pregunta con cierta nota de curiosidad
– Es que yo... -la frase se queda a medias al sentir el estruendo que oímos proveniente de abajo.
Rápidamente nos incorporamos y fuimos a bajar, para ir a ver qué pasaba. Cuando llegamos abajo todo lucía un caos, hasta la puerta de la entrada habían tumbado.
Y allí ante la entrada se encontraba una mujer que no me tranasmitía nada bueno, lucía joven con una cabellera negra y larga, sus ojos brillando con unos destellos de malicia, y tiene una sonrisa de asesino serial en su rostro.
–¿Qué Hades estás haciendo aquí Eris? -le grita mi madre reclamándole a esa mujer que parece llamarse Eris, los chicos parecen un tanto sorprendidos ante las palabras de mi madre y giran a mirar con horror a la tal Eris. Yo simplemente no logro comprender qué está sucediendo.
– ¿Qué sucede querida? No es así como se debería de tratar a tus invitados - dice sutilmente con un tono de desdén.
– Permíteme aclarar por si no había quedado claro, que no eres bienvenida aquí -reprocha mi madre, en el ambiente hay tensión y entre ellas viajan miradas asesinas. Nunca había visto en mi madre reflejada una mirada de odio tan profunda como aquella.
–Da igual, no me importa de todos modos no te venía a ver a tí sino a mí querida Alya- dice ella mientras me dirige una sonrisa cómplice y maliciosa.
– Aléjate de mi hija y déjala en paz o yo misma me encargaré de borrar esa sonrisa de tu rostro.
– No creo que sea muy sensato de tu parte amenazar a un dios, estúpida mortal –le reclama con desdén Eris.
–Chicos llévense a Alya con ustedes al campamento. No pierdan tiempo yo me encargaré de ella, les haré tiempo.
Por favor cuídenla.Los chicos de momento se quedan sorprendidos pero enseguida reaccionan y me arrastran consigo fuera del lugar.
Trato de resistirme, no quiero irme y dejar a solas a mi mamá, además no entiendo qué está pasando. Pero no puedo hacer nada, vamos saliendo rápido de ahí y a lo lejos pude oír el te quiero de mi mamá, me gustaría haberle respondido pero no había tiempo.
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Destino
Fantasy... No se sabe todo, nunca se sabrá todo, pero hay horas en que somos capaces de creer que sí, tal vez porque en ese momento nada más nos podría caber en el alma, en la conciencia, en la mente, comoquiera que se llame eso que nos va haciendo más o m...