Te levantaste tomando tus katanas y llenadolas de energía maldita, miraste hacia Itadori quién a los segundos ya no era el mismo, aquella maldición explotó cuando el cuerpo de Itadori abrió los brazos, te quedaste en shock al ver al rey de las maldiciones en el cuerpo de Itadori, cuando ya te empezaba a caer bien, tenía que morir.
Se escucharon las risas de Sukuna mientras rompía su sudadera y se acercaba a la orilla viendo hacia la ciudad.
Sukuna;; Por fin estoy devuelta ¿donde están las mujeres? ¿donde están los niños?
Dijo con una sonrisa, la maldición volteó a verte y sus ojos se iluminaron.
Sukuna;; Tu eres justo lo que busco y más a parte, eres una hechicera... perfecto
Empuñaste bien tus katanas aunque estabas temblando, no dejaste que nadie lo notara, rápidamente la maldición se acercó a ti, cuando ibas a atacarlo la voz de Megumi te interrumpió.
Megumi;; ¡No lo mates!
¿Fue mi imaginación o escuché bien? ¡Megumi se volvió loco!
Lograste esquivar a la maldición de pura suerte pero se volvió a acercar a ti y te sujetó estrellándote al suelo, soltaste un quejido y cuando ibas a moverte, te sujetó de todas tus extremidades haciendo presión, viste como se relamio los labios y acercó su rostro al tuyo.
____;; ¡Sueltame! ¡no me toques! ¡Megumi! ¡Satoru!
Gritaste desesperada, Megumi se intento levantar pero le era imposible y cayó de nuevo al suelo, respirabas agitada viendo aquel rostro con marcas, cerraste los ojos resignada a tu muerte pero de un momento a otro se detuvo y relajó su agarre.
Abriste los ojos viendo que el rostro de Itadori ya no tenía las marcas y se sonrojó bastante.
____;; ¡Idiota! ¡quítate de encima! ¿qué demonios ves?
Lo golpeaste en el rostro quitándolo de encima, rodaste hasta estar lejos de él y te levantaste.
____;; ¡Me siento sucia Megumi!
Te sentaste a un lado de Megumi y este te miró, te abrazo un momento y después acarició tu cabello.
Megumi;; Perdón... perdoname por no ir a ayudarte... casi mueres y no iba a poder hacer nada
Lo miraste sorprendida, no era alguien que expresar sus sentimientos, repentinamente Satoru apareció en el lugar saludando a todos, se acercó a ustedes dos.
Satoru;; ¡WOW! Realmente los hicieron puré, los de segundo deben ver esto
Sacó su celular y comenzó a sacarles fotos como loco mientras reía, tu y Megumi solo se cubrían.
Satoru;; Bien ¿donde está el dedo de Sukuna?
Tú y Megumi se pusieron pálidos por lo que dijo, Itadori se acercó un poco a ustedes tres.
Itadori;; Disculpa... yo... me lo comí...
Dijo con una sonrisa nerviosa, ustedes tres voltearon a ver a Itadori, Satoru se acercó a Itadori.
Satoru;; Vaya, es sorprendente que pudieras ser el recipiente de Sukuna, no te ves como un chico especial
Se alejó del chico.
Satoru;; Deja salir a Sukuna, veremos que es capaz de hacer
Ibas a reprocharle pero te arrojó una bolsa donde llevaba ¿comida?
Itadori;; ¿Sukuna? Oh, la maldición que llevó dentro...
Satoru;; Esa misma
Satoru se giró hacia ti y Megumi explicando donde compró las golosinas que llevaba en la bolsa, de pronto apareció Sukuna en los aires con intenciones de atacar a Satoru.
Megumi;; ¡Cuidado!
Gritó pero Satoru no le tomó importancia, cuando Sukuna aterrizó se hizo una nube de polvo, sacudiste tus manos ligeramente para quitar el polvo y cuando abriste los ojos viste el rostro de Sukuna a centímetros de ti lo cual te sorprendió, Satoru estaba por encima de Sukuna.
La maldición te miró un poco asombrado y se fue acercando cada vez más a ti hasta que sus labios se rozaron, este sonrió por la suavidad de tus labios pero al instante Satoru lo tomó por el cuello separandolo de ti, la maldición soltó una risa y entonces comenzó a pelear con Satoru.
Megumi se acercó a ti y con la manga de su uniforme comenzó a limpiar tus labios, tu lo miraste confundida pero al instante entendiste el porque lo hacía y dejaste que siguiera.
Al finalizar la pelea de Satoru con Sukuna, el peliblanco ganó haciendo dormir a Itadori.
Satoru;; Bien, vayan a las habitaciones, yo me quedaré con este chico y asegúrense de que los curen bien.
Tomó de nuevo la bolsa que te había entregado y comenzó a caminar, tu y Megumi se levantaron apoyándose el uno del otro y comenzaron a caminar, antes de irse guardaste tus katanas.
Cuando llegaron a las habitaciones, fueron a enfermería en la cual atendieron bien a cada uno, estaban bastante candados por lo que ambos se fueron a sus habitaciones, se recostaron en sus camas y se quedaron dormidos.

ESTÁS LEYENDO
𝑬𝒍 𝒇𝒓𝒖𝒕𝒐 𝒑𝒓𝒐𝒉𝒊𝒃𝒊𝒅𝒐 [𝑺𝒖𝒌𝒖𝒏𝒂 𝒙 𝑳𝒆𝒄𝒕𝒐𝒓𝒂]
FanfictionLéanla, yo se que les gustara. :) Créditos de la portada a: @Illeres