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»Embarazado, él estaba esperando un bebé de... ¿Su esposo?«

Sollocío, un fuerte sollozo salió de entre sus labios al ver los resultados una vez más en el papel en sus manos.

No quería, no lo quería, se negaba a aceptarlo.

Se habían casado en un matrimonio arreglado, donde sus padres habían arreglado un compromiso con una persona a la que él no quería, ni se sentía feliz como debía de ser.

Jiang WanYin vivían en una enorme mansión, la cual fue regalada por la familia de su esposo Lan XiChen, una exagerada casa grande para solo dos personas que muy a su pesar solo se veían en la mañana y antes de irse a dormir.

Su esposo, era una persona trabajadora de personalidad alegre, humilde y amable, pero no lo amaba, ellos no se amaban, o Jiang WanYin se negaba aceptar que sentia algun sentimiento amoroso hacia su esposo.

Él había crecido en un ambiente familiar muy tenso, cruel y doloroso, si no fueran por su hermana mayor y aquel que consideraba como un hermano mayor, su vida junto a sus padres hubiera sido un infierno. Pues sus padres nunca fueron ese tipo de persona amorosa ni nada, solo esos dos seres alegres fueron los que les dieron una experiencia un poco más viva a su vida dentro de su familia, después del dolor, el sufrimiento o los maltratos y con falta de amor, por lo cual él no creía en el amor de pareja, solo en el de hermanos.

Por eso sabía perfectamente que entre esa casa a la cual le llamaban hogar, no lo era. Para que pudiera ser considerado un hogar se necesitaba por lo menos el amor mutuo, el cariño, la comunicación, el respeto y la confianza algo que ellos no tenían y él lo sabía, así que no se esforzaba.

Su matrimonio a pesar de llevarse como uno real, no lo era, solo eran dos personas que trataban de cumplir con el trato acordado en su matrimonio. Aún así él sabía que eso debía ocurrir tarde o temprano, después de que compartían la misma cama algunas noches.

Tomando el resultado en manos agarró las llaves de su auto y la casa para salir, debía dirigirse hacia la empresa de su esposo, debía comunicarle la noticia lo antes posible, pues él no sabía cómo superar esa situación por sí solo, por primera vez después de que se llegó a acordar aquel matrimonio, Jiang WanYin necesitaba el apoyo de su esposo, ese consuelo de pareja o siquiera que le diera unas palabras de ánimo. Nunca se lo había pedido en ninguno de sus dos largos años de matrimonio, pero en ese momento lo necesitaba.

A pesar de que no habían sido verdaderamente esposo, justo en ese momento necesitaban ser la pareja unida que todos pensaban que eran.

— Señor Jiang, ¿A dónde desea dirigirse? — uno de los más fieles guardaespaldas de su esposo, el cual cuidaba de su seguridad, lo miró atentamente.

— Yo voy a la oficina de XiChen — soltó fríamente el mayor entre los dos sin importarle ser escuchado por los demás, pues ese guardaespaldas junto a los pocos empleados de la casa, sabía el tipo de relación que tenían sus jefes — y no hay necesidad de que me lleves, puedo ir solo — demandó dirigiéndose al auto que su hermano mayor le había regalado tras su boda.

— El Señor Lan, me pidió que no me separara de su lado ni un segundo, así que permítame ir con usted — aclaró aquel guardaespaldas, lo que hizo que Jiang WanYin gruñera.

Siempre todo era así, el Señor Lan ordenó esto, el Señor Lan ordenó lo otro y nunca lo dejaba hacer nada por su propia mano y para Jaing WanYin, quien era un hombre el cual estaba acostumbrado hacer todo por sí mismo sin ninguna ayuda, ésa pequeña atención que su esposo hacía que los empleados le dieran, lo molestaba de mil maneras.

Pequeñas Historias -°'[MDZS]'°-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora