Capitulo 11: Los shinigamis huyen

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- ¿Abuelo? - Volvió a preguntar Gwen al hombre quien no dejaba de mirar a esos monstruos.

- Perdón chicos, lo que pasa es que no los vi en años. - Respondió sin dejar de mirar a los dinosaurios.

- ¿Ya vio a esos tipos antes? - Pregunto Kevin mirándolos.

- Si, son los shinigamis. - Dijo seriamente.

- ¡¿Shinigamis?! - Dijo Kevin sorprendidos mirándolos.

- Shun ya nos conto de ellos, ¿Recuerdas? ... enfrento a muchos de ellos en su mundo.

- ¿Pero no se supone que no se los puede ver? - Dijo Kevin recordando que Shun les conto que Hades les dio parte de su poder para que puedan verlos.

- Probablemente en este mundo hay otra manera de verlos.

Los tres miraban a los shinigamis de forma seria, pero para su sorpresa se fueron en una luz purpura.

En la ciudad ...

Los shinigamis rodearon a Ben y a su grupo, el chico pudo activar su SuperOmnitrix ya que necesitaba recuperarse después de tanto usarlo.

Ben se transformo en un alien de gran tamaño y musculoso. Un dinosaurio humanoide con cola larga, ojos verdes sin pupilas, color marrón por fuera  y con algo de beige en su pecho, estomago, garganta y debajo de sus brazos.

- ¡HUMUNGOSAURIO!

El gran alien se lanzo contra un shinigami que parecía un caballo verde oliva, manchas azul fosforescente, musculoso, con cola de escorpión y con alas de insecto.

Los aliens estaban ayudando a Ben, ahora Galapagus protegía a Shun.

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En Grecia ...

Saori intentaba rastrear a Shun, pero no podía encontrarlo, lo raro también era que los shinigamis se fueron y nadie puede encontrarlos, ni siquiera Hades.

Ikki se la pasaba con June buscando a Shun, pero no lo encontraban por ningún lado.

Orfeo salió a caminar, llego a un claro que estaba en el bosque sin imaginar que alguien mas estaba ahí.

- ¿Orfeo? - Un chico pelinegro lo miro.

- ¿Pharaoh? - Se sorprendió de verlo.

- ¿Viniste aquí solo? - Pregunto mirando a todos lados.

- Si ... - Respondió con tranquilidad.

Ambos caminaron hacia el claro y se sentaron en un tronco.

- ¿Sabes? una vez traje a Euridice a un claro como este, pero este claro sin duda es el mas hermoso que e visto hasta ahora.

- ¿Quieres que te cuente algo? - Orfeo asintió. - Una vez me llevaron de excursión por la sabana africana para ver a varios animales correr en manadas o otros a dormir bajo los arboles.

- Debiste pasarla genial. - Dijo el peliceleste.

- ¿No tienes idea amigo?

Sin que ninguno se diera cuenta se tocaron las manos, hasta que sintieron el calor del toque, al ver sus manos juntas se separaron con un ligero sonrojo.

- Lo siento Pharaoh. 

- No .. yo lo siento mucho y mas por no decirte sobre esto. - Puso su mano detrás de la cabeza de Orfeo, saco una pequeña rama de su cabello.

- ¿Desde cuando lo tenia? - Pregunto con cierta molestia.

- Desde que llegaste. - Dijo en tono burlón antes de irse del claro siendo seguido por el otro.

El chico y la galaxia de AndromedaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora