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Su mañana no estaba empezando de la mejor manera.

Sus cámaras habían captado a unos enmascarados colándose en su huerto por medio de ese polvito mágico, desequilibrando el orden que tanto se empeñaba en mantener con sus cultivos. Lo segundo, y lo que no le dio muy buena espina, era el anuncio puesto en el chat general, aquel en el que Auron les pedía a todos con su particular amabilidad que se reunieran en la sirena.

Sus ganas de acatar al llamado no estaban tan presentes que digamos, prefiriendo quedarse en su cómoda privacidad y no verse envuelto en asuntos que involucraban al pueblo entero. Sin embargo, en el chat continuos "voy" le hicieron replanteárselo dos veces, sintiéndose algo intimidado por la autómatica disposición de todo el pueblo por participar en lo que sea que viniera.

Finalmente, y a regañadientes, abandonó su hogar para encaminarse al punto de encuentro, encontrándose primeramente con Ibai y Ocho. Éstos le saludaron como de costumbre, comentando algunas cosas y armando sus propias teorías sobre dicho asunto al respecto.

─Me pilló en medio de una remodelación, macho─farfulló Ibai, cruzándose de brazos y mostrándose algo impaciente por la ausencia de quien convocó aquella reunión.

─A lo mejor será otra misión en grupo─Ocho se encogió de hombros, sin denotar mucha emoción en consecuencia─. Tratándose de Auron, ocasionar tanto misterio sólo puede resultar en algo que roce lo ridículo.

Focus se mantuvo simplemente escuchando, mirando de vez en cuando en dirección al faro, consciente de que no sería el alcalde con la flama en el cabello el que aparecería precisamente por allí.

Durante la espera, y conforme el resto de sus vecinos hacían acto de presencia, Focus se entretuvo sacando sus propias conclusiones sobre el nuevo ataque a su huerto. Si bien las cámaras lo habían grabado todo, almacenando el momento justo en el que aquel grupo de individuos usaban ese polvo mágico para entrar, la duda no había tardado en recaer en cuya persona era la única que sabía de esa estrategia ilegal.

No le interesaba demasiado si los responsables del ataque eran de su mismo pueblo o los del dos o tres, tan solo le importaba descubrir si cierto búho había tenido algo que ver en esto; si es que les había facilitado el modo de hacer el polvo o simplemente decidió unirse con los enmascarados sólo para joder.

Hacía ya unas semanas que había dictaminado que el tema del polvito mágico iba a quedar únicamente entre los dos, aunque si a la larga terminó desvelándolo... dada las circunstancias actuales, no le hacía mucha ilusión quemarle o destruirle a base de TNT lo poco a lo que Fargan podría llamar "casa."

─Hey, Focus!─una voz más que familiar resonó enérgica a sus espaldas, pegando un brinco por haberse distraído de sobremanera con el asunto. Lentamente giró el rostro para encontrarse con aquel que ocupaba la mayoría de sus pensamientos─. Qué tal?

─...Buenas─le saludó quedito, teniendo la tentación de preguntarle al respecto. Sin embargo, y a último momento, decidió retractarse y dejarlo para cuando tuvieran unos minutos a solas─. Todo bien, qué hay de ti?

─Pues aquí... intrigado por lo que nos depara el día de hoy─el tono enigmático del búho le hizo enarcar una ceja, como si ya intuyera o se hiciera una idea de lo que vendría a continuación.

─Silencio todos!─Auron les mandó a callar apenas llegó al lugar acordado, sin molestarse demasiado en ser amable─. Para empezar, agradezco que cada uno de ustedes haya tenido el enorme gesto de presentarse, eso hablará muy bien de nosotros ante los Dioses─les "felicitó" con una voz aduladora, dando un pequeño aplauso antes de proseguir─ muchos se preguntarán el motivo de haberles citado aquí, y la verdad es muy simple; incluso podrá resultar entretenido para algunos─sus ojos se enfocaron directamente en Nia, la cual había estado esperando por ese momento, al parecer─ quisieras hacer los honores, primera dama?

Find Out | FarcusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora