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Nadie le estaba prestando la suficiente atención como para reparar en sus estratégicos movimientos. Aquella había sido la oportunidad perfecta para hacer de las suyas un poquito, aprovechando el ajetreo que se había formado dentro del templo de Juan.

Todos estaban concentrados en lo suyo, sobre todo Auron, el principal desencadenante de ese ambiente caótico y que continuaba metiendo caña con tal de tocarle los cojones al hechicero. Desde su punto podía oír los constantes "lárguense de mi casa" y los "cada uno de ustedes se comerá la cárcel, hijos de puta."

Aún así, y como siempre, nadie se tomaba realmente en serio sus amenazas.

Focus ubicó la mina que cierto individuo le había facilitado entre los arbustos cercanos al puente, de modo que cuando alguien la pisara, hiciera colapsar este mismo más el terreno que lo rodeaba. Finalmente, dejó todo cubierto para que nada sospechoso sobresaliera en la superficie, limpiándose las manos en los pantalones rasgados que vestía.

Una expresión orgullosa se adueñó de su rostro ante el trabajo hecho, una que rápidamente desapareció en cuanto alguien le llamó por su nombre a sus espaldas.

─Focus!─la voz divertida y algo desinhibida de Nia le hizo voltearse de inmediato, aparentando lo mejor posible naturalidad─. Qué haces aquí tan solo? ven a compartir con los demás!

─No, no... ─el cuervo negó con ambas manos, sabiendo que los ambientes en donde no hay orden alguno no le iban precisamente como anillo al dedo. Demasiados gritos, insultos y, para qué negarlo, insinuaciones de cualquier tipo─. Estoy bien aquí, de hecho yo ya me iba...

─Vamos, hombre!─de alguna manera no le sorprendió que Nia le ignorara por completo, tirando de su brazo y dedicándole la mirada más ensoñadora y jovial de su repertorio─. No seas tan aburrido! por lo menos puedes estar con nosotros un ratito.

Focus no se inclinaba para nada hacia la idea de entrar allí, escuchando con más nitidez conforme avanzaban las exclamaciones de Juan, seguidas de un Auron que reía largo y tendido por ello. Pronto se le unieron las voces de Axozer y DeqiuV, los dos alegando casi al unísono que la fiesta se animaría muchísimo más si alguien trajera porros para todos.

Aquello únicamente fue un plus para contraponerse a la insistencia de Nia, sin embargo sus intentos por soltarse perdieron fuerza al oírle decir:

─Fargan también se está divirtiendo!─la chica hizo una pausa adrede, percatándose de pasada del significativo cambio de postura en el cuervo. Trató de contener la sonrisa, volviendo así a confirmar sus sospechas─. Además, él e Ibai invitaron a algunos integrantes de los otros pueblos, así que no tardarán demasiado en venir.

En ese instante, dos cosas se cruzaron por la cabeza de Focus, una difiriendo mucho más que la otra. Primero: no tenía ninguna duda sobre que si aquella improvisada fiesta se salía de control, se venía una pintada masiva en las escaleras de Juan, acompañado de varias cosas rotas y removidas con gusto de sitio; y dos: el amargo descontento de saber que las interacciones de Fargan con los pueblos dos y tres rebasarían evidentemente el límite, tanto que no podía concebir la idea de que algo fuera de lo común terminara por ocurrir.

─...Está bien─acabó Focus por ceder, desistiendo de deshacer el agarre que la chica le tenía impuesto─. Me quedaré por un rato más.

No lo expresó con bastante ánimo, aunque Nia pareció satisfecha con el resultado que sus palabras habían originado. Eventualmente le soltó, señalándole las escaleras y sonriéndole de una forma enigmática que para el cuervo no pasó desapercibida.

─Tu novio está arriba. Según entendí, había algo que Luzu quería darle.

─...Cómo?─la incredulidad y el bochorno más o menos disimulado habló por él, viendo que la chica se iba sin darle ninguna respuesta de vuelta. Un suspiro escapó de sus labios, mirando por un momento hacia las escaleras y cuestionándose seriamente acerca de si ir a su encuentro o no.

Find Out | FarcusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora