Find Out | Farcus

19

N/A: Continuación del one-shot anterior.

[...]

Su rutina, al verse completamente rota, ha hecho que sus días se vuelvan largos, aburridos y por demás cansinos. Le cuesta creer que hace tan poco tiempo, las horas se reducían a un mísero segundo cuando yacía a su lado, ya fuera molestándolo o recalcándole a su singular manera lo mucho que le quería, abrazándole y disfrutando al ponerle nervioso o avergonzado.

Quizás, haber estado observando a Focus con tanta frecuencia no había sido la mejor de las ideas. Su silueta híbrida seguía sin convertirse en un efímero borrón en su memoria, pudiendo reflejar hasta el mínimo detalle del cuervo apenas cerraba sus ojos para tratar de dormir.

Qué hacer entonces?

El ser nocturno por naturaleza no aplicaba a su condición actual, y menos cuando sus pensamientos continuaban estando agitados, revueltos, expandiendo aún más ese vacío en su interior. Incluso si los recuerdos parecían ser su único refugio a momentos, cada uno terminaba doliendo más que el anterior, empujándole a buscar otras alternativas para distraerse de ellos.

A veces acababa encaminándose algo lejos del pueblo, recorriendo zonas con un interés que le sabía más a forzado que por realmente querer. Nada conseguía llamar su casi inexistente atención, regresando con los mismos malestares del inicio.

Fue entonces, y en un acto plenamente masoquista, que terminó sobrevolando algunas partes del centro del pueblo, terminando por desviarse inevitablemente en esa dirección. Todo comenzó a tornarse parcialmente oscuro una vez que estuvo al principio del puente de hielo, experimentando una familiaridad que ahora mismo le sabía insípida y dolorosa por igual.

Fargan suspiró pesado, con sus dedos cosquilleando por ingresar el código en aquella puerta, sin embargo pasó de él y acabó yendo por el pantano que lo rodeaba. Ocultó sus alas para no llamar innecesariamente la atención, usando la varita de hielo en cuanto el agua le recibió.

La parte racional de su cabeza le reprochaba por estar haciendo esto, dictaminando que diera media vuelta y que no se torturara de esta forma tan estúpida; mientras que la otra, esa en donde buscaba aferrarse a lo poco y nada que tenía, le incentivaba silenciosamente a que no se detuviera, como si ese mismo dolor que en ese instante le fulminaba a cada paso menguara una vez que llegara a su destino.

Luego de sortear la única montaña que se interponía entre él y su objetivo, decidió moverse con cautela e irse lo más pegado al puente, sintiendo los latidos retumbar en el fondo de su garganta. Fargan no sabía con exactitud qué encontrar una vez que se hallara lo más cerca posible de las murallas, pese a que el no saber no era un motivo para detenerle de seguir avanzando.

O así era, hasta que escuchó un ruido proveniente del lado izquierdo, permaneciendo quieto y conteniendo el aliento por acto reflejo. Los impulsos le invadieron al darse cuenta de que eran pasos, andando en una zona aledaña a las murallas, ponderando por un segundo que podría tratarse de Focus. Sintió que su corazón se apretujaba con sólo ponderar que fuera ese el caso, e ignorando a las voces de la razón en su cabeza, cruzó por debajo del puente con cautela, buscando posteriormente al dueño de aquellos pasos.

Y entonces, lo vio.

Allí, cavando y haciendo modificaciones en la nueva casa de Ocho se encontraba Focus, y al parecer totalmente absorto en ello. Los iris de Fargan comenzaron a picar en cuanto lo reconoció, teniendo la ventaja de que el cuervo estuviera de espaldas y no se percatara ni por asomo de su presencia media escondida en la distancia.

Las palabras que le soltó al momento de dejarle resonaron como un despiadado mantra en su cabeza, viendo todo borroso por un instante. De verdad, no sabía qué demonios esperaba con ir allí. Ese malestar no hacía más que crecer, a la par que ansiaba cruzar nuevamente miradas, o que le brindara aunque fuera un poquito de su atención al voltear sin querer en su dirección.