Cap II: Malas decisiones

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Los rayos del sol traspasaron las finas capas de tela de la ventana, dándole justamente en el rostro de Courtney, que abrió rápidamente los ojos. Su alarma no había sonado por lo que se espantó al pensar que iba tarde pero al verificar su celular se dió cuenta que llevaba una hora de ventaja. Se levantó con cuidado de no despertar a Tuffy, que reposaba al otro extremo de la cama.

-Buen día. -Se dijo a sí misma. Era una costumbre que tenía desde que se mudó.

Fué directamente a su espacioso baño y se observó a través de el espejo. Una ojerosa y cansada morena le devolvía la mirada. Había dormido hasta tarde por culpa de su jefe, ni en días libres la dejaba en paz, sospechaba que él la necesitaba más que ella a él. Después de su arreglo matutino bajó a prepararse su típico cereal con avena. Mientras desayunaba pensó en la invitación repentina de Chris.

La carta era sencilla y aún así pudo mover tantos sentimientos en ella. Habían muchos contras por los que no iba a ir, uno de ellos era el ex-delincuente. Por alguna razón el destino se burlaba de ella, porque cuando más pedía que lo alejara de su vida más lo acercaba. Tenía el presentimiento de que él iría ¿quizás para fastidiar? Tal vez. Con Duncan, las cosas eran tan impredecibles que no se sabía a ciencia cierta cuál sería su próximo movimiento.

Después de desayunar tomó sus cosas y salió hacia un nuevo día de trabajo, no sin antes dejarle comida a Tuffy.

_†_

-¿Podrías explicar esto? -Escupió Courtney, con el ceño fruncido y una vena en su ceja a punto de salirse de su cabeza, lo relativamente normal en un día laboral. El chico en su escritorio palideció al ver los papeles.

-N-no sé de q-qué habla.

-¡Claro que lo sabes! Se supone que este caso estaría en revisión, además el cliente estrictamente pidió que debe ser privado entonces ¿¡Por qué demonios todo el bufete lo sabe!?

El chico se levantó de su asiento y se frotó las manos en señal de nerviosismo. Courtney lo odiaba. Él era su secretario, pensaba que era una buena persona, tímido y servicial, pero terminó siendo una víbora a sus espaldas y desconfiaba de él. Todo era una fachada para caer bien.

-Es que... Rory por accidente los vió.

-¿Rory? ¿Thomas Rory? -El chico asintió.

La morena de contuvo de golpearlo y salió a zancadas de la pequeña recepción. Además de su secretario Thomas Rory era a la persona que más odiaba, el hombre era una pesadilla con gran gusto en todo. Durante tres años había Estado detrás de Courtney como un perro desamparado. La había llenado de regalos caros, todo para poder salir con ella. Pero todo fué peor cuando tuvieron una cita, el hombre era un Justin. Aún así, Rory sigue enamorado de ella en inmiscuyéndose en su trabajo. Entró a su oficina soltó un gruñido al ver una pila de papeles en su escritorio, supuso que eran casos, pero no estaba realmente bien para mirarlos ni un poco. Sentía que se iba a ahogar, necesitaba algo de paz.

Tomó su celular y marcó a la única persona que siempre le daba paz: Bridgette.

-Hey, justo te iba a llamar.

-¿Podemos vernos? No me siento bien. -Courtney miró hacia la ventana. El clima de hoy era frío y fúnebre.

-¿Estás bien? -La voz preocupada de Bridgette resonó en sus oídos, no le gustaba que le diera mucha atención, después de todos Courtney se consideraba algo mínimo en la vida de su mejor amiga.

-Sí, sólo necesito respirar y hablar.

-Está bien, nos vemos en la cafetería de siempre. -Y con eso colgó.

Courtney aprovechó para tomar sus cosas y salir de la Oficina que la tenía prisionera. Hace unos días estaba tan bien y ahora sólo se encontraba irritada y con grandes ganas de dormir. Salió de el edificio y se encaminó hacia la cafetería que quedaba en la esquina de la avenida. El viento frío azotaba violentamente en su cara y cabello, provocando que algunos mechones se salieran de su delicado peinado. Courtney había dejado algunos hábitos refinados que en su adolescencia le habían gustado, pero cuando se trataba de trabajo siempre estaba impecable.

Al entrar a la tienda no pudo evitar sentirse más relajada y calmada. Por alguna razón esa cafetería siempre le transmitía paz. Después de pedir lo habitual se sentó en una mesa al fondo, con vista a la ventana. Sintió que alguien la observaba y decidió ignorarlo, normalmente muchos la reconocían de Drama total o por su oficio, no era nada extraño. A los pocos minutos llegó Bridgette.

-Tienes suerte de que no tuviera otros asuntos. -Río la rubia al sentarse con ella. Pero Courtney no estaba escuchando, se sentía en otro lugar fuera de aquí, sumida en sus pensamientos.

-¿Tienes planea a futuro Bridg?-La pregunta salió inesperada. Bridgette la miró confundida.

-¿Qué dices?

-Que si tienes planes a futuros, ya sabes, tú y Geoff.

-La verdad es que no, realmente sólo nos dejamos llevar.

Courtney frunció el ceño.

-¿No es eso huir de tus responsabilidades?

-No, para nada. Geoff y yo tenemos nuestra vida soñada, una casa, unos buenos empleos y próximamente vamos a tener a nuestro bebé, no podría quejarme de nada. -La rubia sonrió mirando su hinchada barriga.

-Haces sonar la vida fácil. -Bufó su amiga.

-Todo depende Court, no puedes vivir estresada y viviendo de tú pasado. -Ante esto Courtney pretendió estar ofendida-.Por favor, sé que todavía piensas en todo el daño que dejó Drama total, pero ya es pasado, nada de eso te puede afectar. Eres ya una mujer Courtney, sólo déjalo ir.

Courtney reflexionó antes esas palabras. Se sentía abrumada. Por mucho que no le gustara, Bridgette tenía razón. Siempre había vivido en su pasado, recordando los fallos y sus desgracias, por eso su vida era tan desdichada. Sólo tenía que aceptar a el programa como una parte de ella, la sombra siempre la seguiría, era mejor ir con ella que huir.

-Tienes razón, quizás es hora de soltar.

-Esa es mi chica.-Bridgette le tomó la mano y le dió un ligero apretón-. Entonces, esto puede significar que puedas ir a la reunión ¿cierto?

¿Qué mejor forma de superar todo que enfrentandolo?

-Eso es un sí.

Nada podía salir mal ¿Cierto?

_†_

La tarde con Bridgette había estado mejor y la había tranquilizado, así que cuando se dispuso a salir de la cafetería sintió paz. Pero pasó rápidamente a sorpresa al ver a una cara extrañamente conocida a unos metros de ella.

-¿Trent?







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¡Hola! lamento la tardanza, capítulo corto por falta de  imaginación lol.

Se vienen cositas ashjk

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