Always you

Capítulo III: Amigos inesperados

El peli negro miró a Courtney con notable sorpresa. Trent no había cambiado mucho, llevaba unos jeans café oscuro junto con una camisa blanca y una chaqueta color mezclilla, también se había dejado crecer un poco la barba. Courtney no podía negar que se veía más atractivo que antes.

—¡Courtney! Wow, esto es... Wow. —Murmura el chico mientras que se acerca a ella. Courtney intenta darle un apretón de manos al mismo tiempo que él intenta darle un abrazo. Ambos ríen de su torpeza y al final de abrazan.

—No esperaba encontrarte por aquí, ya sabes por tu carrera. — Dice la morena mientras se separa. Trent sonríe.

—Bueno, he decidido llevar una vida más tranquila.

—Me alegro mucho, he oído que te vas a quedar permanentemente. —Trent arquea una ceja hacia Courtney, quién se encoge en su lugar avergonzada por haberle dicho al chico esas palabras.

«Genial, ahora va a pensar que estoy al pendiente de su carrera y de él», pensó.

—Si, es hora de tener un hogar propio y no vagar de hotel en hotel.

—Ve el lado bueno, conocías ciudades por montón. — Courtney podía imaginarse yendo de Ciudad en ciudad, apreciando cada detalle de éstas y disfrutando de su gastronomía y cultura. Era sólo un sueño para ella, no viajaba a menudo ya que sus clientes más importantes estaban aquí y normalmente no le asignaban casos afuera.

—Quizás era lindo, pero nunca tenía la oportunidad de conocerlas bien, siempre estaba ensayando o en un evento. Era estresante, pero no hablemos tanto de mí ¿Cómo te ha ido a tí?

Courtney duró unos instantes en responder ¿Qué le podía decir? ¿Le diría que era una abogada sobreexplotada en su trabajo y que nunca duerme bien? Dios, eso sonaba horrible para cualquiera.

—Soy abogada en un bufette muy importante, tengo una casa y un mapache.

—¿Y qué hay de amores eh? —Comentó pícaro Trent. Courtney suspiró.

—Realmente mi trabajo no me lo permite además de que nadie quiere estar con una loca, todas mis citas han sido un total fracaso ¿Y tú?

—Terminé con mi novia hace dos semanas. —Se rascó la nuca. Courtney sintió un poco de pena por él.

—Lo lamento ¿estás bien?

—Sí, la relación ya no era la misma pero estoy bien.

Ambos se sumieron en un silencio que extrañamente era cómodo. Courtney pudo notar que no estaba tensa como de costumbre y hasta se había olvidado de su trabajo por un momento. De repente algo hizo click en su cabeza, recordando su conversación anterior.

—Trent ¿Tú también recibiste el mensaje de McLean?

El chico la miró como si hubiera comprendido algo, lo que le extrañó a Courtney.

—¡Oh Dios! ¡Pensaba que era una pesadilla o era sólo a mí!

La morena suspiró mientras soltaba una risita.

—Desafortunadamente no es una pesadilla.

—¿Tú....? — Comenzó Trent, ella sabia a qué se refería.

—Sí, se lo he prometido a Bridgette, dice que será bueno ir pero sinceramente me parece una mala idea.

—A mí igual, pero Harold me ha estado convenciendo, supongo que si tú vas yo iré. —Sonrió.

—Eso es increíble. Sólo espero no tener que toparnos con caras desagradables. —Las últimas palabras las murmuró a lo bajo pero Trent aún así las escuchó.