Capítulo X: Inesperado

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Estoy debía ser una broma muy pesada.

-Bien mis queridos campistas, espero estén listos, ya sabrán cómo es todo esto, la persona que no cumpla al pie de la letra posiblemente será exiliado al otro lado de la isla.

-¿Qué hay al otro lado de la isla? -Preguntó Lindsay.

-Oh nada, sólo algunos animales con tóxicos que sobrevivieron a las antiguas islas y una de las plantas más venenosas.

-¿Cómo dices? -Jadeó Courtney, a su lado Trent abría sus ojos del susto.

-Ignoren eso, sólo prepárense.

No sabía en qué momento se había colocado el traje de militar, una pañoleta y cargaba una pistola de pintura, pero definitivamente ya no quería participar.

El primer desafío consistía en un típico juego de capturar la bandera mezclado con guerra de paintball, sí, como unos de sus desafíos en su primera temporada. Todos debían ir disfrazados de militares y ciervos, con pañoletas que simularían el bando de cada equipo. Existía el bando cazador y la presa, para fortuna de ella era cazadora, pero según McLean habría una alarma para cambiar de roles, por lo que podría ser presa. Si un equipo había sido llenado de pintura automáticamente el otro sería el ganador. Sus manos temblaban cada vez que colocaba una bola de pintura en su arma, por lo que le resultaba difícil.

-Déjame ayudarte.

Alzó la vista para encontrarse a Trent. Agradeció que alguien la ayudara.

-Eh, sí, gracias. -Murmuró mientras que Trent colocaba rápidamente las bolas en su lugar.

-Esto va a ser un caos.

-Lo sé.

-No quiero ir al exilio. -La morena suspiró. Ella tampoco quería ir.

«Pero para ser sinceros ¿Quién desearía ir? ».

-Vamos a estar bien Trent. -Apoyó su mano en el hombro de él, lo que la puso nerviosa. Trent sonrió cálidamente, pero rápidamente su sonrisa fué sustituida por una fina linea y con la mirada atrás de ella. Courtney por curiosidad también volteó, grave error.

Duncan y Gwen tenían la mirada puesta sobre ellos, él con evidente molestia y ella con confusión plasmada. Gwen dejó de mirarlos al instante que voltearon, pero Duncan sólo arqueó la ceja y los miró durante unos segundos más, hasta que decidió terminar de arreglar su arma. Courtney sintió un revoltijo en el estómago cuando eso sucedió, aún así no pudo evitar quedarse mirando más de la cuenta a Duncan. El traje de militar le iba bien al cuerpo, por alguna extraña razón Courtney lo veía más atractivo de lo normal. Quizás era porque cuando él estaba molesto a ella le gustaba más, pero eso sólo era en el pasado.

-¡Todos listos!

Los castores violentos caminaron donde ya se hallaban las ardillas, hacia la salida de la mansión, que lindaba con el bosque que, según Chris es "Cien por ciento seguro". Bridgette se encontraba sentada junto a Chris en una silla, la rubia se veía preocupada.

-Jodida mierda. -Escupió Duncan cuando pasaba a su lado sin siquiera mirarla. Gwen caminaba a una distancia prudente de ella con la mirada perdida, no la había escuchado decir una palabra en toda la mañana.

Todos se posicionaron en sus lugares que Chef les había indicado. El corazón de la morena comenzó a bombardear rápidamente. Ella no estaba preparada para todo esto, apenas se mantenía en pie.

-Démosle una pequeña ventaja a nuestras queridas presas, si no, no sería divertido. -Sonrió McLean.

La primera alarma sonó, indicando a las ardillas que comenzarán a correr. Vió como Geoff y otros ex campistas empezaban a correr hacia lo profundo del bosque. Todo se sentía tan irreal que quería vomitar.

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