"Acuérdate de no confiar en las personas porque te pueden clavar una estacada cuando menos te lo esperes." Esas son las palabras que me repetía mi madre.
Cuando tenía seis años mi padre, si se puede llamar así, nos dejó a mi madre y a mí. Aún recuerdo ese día como si fuera ayer, mi madre me acababa de recoger del colegio y cuando llegamos a casa vimos un montón de cajas en el suelo y un camión con las puertas de detrás abiertas. Y allí lo vi, a él, a mi padre, con dos mujeres que se parecían entre ellas y dos niños. Una mujer cogía de la mano a los niños, que uno debía de tener mi edad y el otro debía ser unos años más mayor, y la otra mujer estaba agarrada del brazo de mi padre y la mano de él en su barriga, se veía complicidad entre ellos dos, eso a mí me molestó.
Mi madre que estaba mirando la escena igual que yo, reaccionó de una manera que no esperaba, se cayó al suelo de rodillas con las manos tapando sus ojos y empezó a llorar, la abracé y vi a mi padre acabar de subir todo al camión, salí por la puerta de casa a ver como se iba con el camión, pero de repente se paró y me miró, vi lástima en sus caras y se dirigió hacia mí.
- Gabriela ¿quieres venirte conmigo? - Me preguntó al oído.
- ¿A dónde vas papa? - Le miré extrañada.
- Ya no era feliz y me enamoré de otra mujer. Empezaré una nueva vida a su lado, y también al lado de mi futura hija, mi cuñada y sus hijos. - Después de decirlo me tendió la mano, no voy a mentir, se me pasó por la cabeza irme con él, pero escuché a mi madre llorar desde dentro de la casa, supe que no podía dejarla sola. Di media vuelta sobre mí y me dirigí hacia dentro. Siempre recordaré la cara de felicidad de mi padre cuando cerré la puerta.
ESTÁS LEYENDO
Inefable
RomanceLa frase que siempre me ha dicho la persona más importante para mi es "Acuérdate de no confiar en las personas porque te pueden clavar una estacada cuando menos te lo esperes." Lo estaba cumpliendo hasta que se cruzó por mi camino y dejó marcas boni...