Inefable

Capítulo 6

Escuche unos gritos fuera del invernadero.

- GABRIELA, GABRIELA, AYUDA - gritaba una voz conocida.

Salí corriendo, pero no vi a nadie, avance un poco más y allí estaba Ana llorando y buscándome ajetreada.

- Ana, estoy aquí ¿Qué pasa?

- Alex te buscaba y... Llegó Ángel... Y claro, después... Gabriela, hay sangre y Hugo no sabe qué hacer, me mandó a buscarte.

Ana vió que no entendía nada de lo que decía, así que cogió mi mano y tiró de mí. Corrí muchísimo, y cuando llegamos al comedor allí estaban, Alex y Ángel mirándose enfadados y Alex tenía sangre por toda su cara.

- ¿Pero qué paso? - pregunto alarmada.

- Estos dos, que se han empezado a pegar porque sí. Pensaba que eso se había quedado en el pasado, pero no - Me explica Hugo negando con la cabeza.

- ¿Cómo te hiciste eso en la boca Gabriela? ¿Te hace daño? - pregunta Alex levantándose y viniendo hacia mí.

- No es nada, no te preocupes. Y esa pregunta debería hacértela yo misma a ti. Mira como tienes la cara.

- Gabriela, quien te lo hizo - Me exige.

- Yo... - y miro a Ángel, es lo peor que podría haber hecho, porque Alex se da cuenta y le da un puñetazo. Ángel para defenderse se lanza a darle otra paliza a Alex. Cuando ya ha acabado se levanta y se va. Ni Hugo ni yo hemos podido hacer nada por impedirlo, y me siento muy pero que muy mal.

- Holaa, mamá, papá y tía ya están aquí - dice Elena.

- Tía Carla - la llama Hugo, ella asiente y le indica que continúe - Es Ángel, como antes.

- ¿Se tomó el medicamento hoy? - pregunta mi padre.

- Yo no lo vi hacerlo papi - dice Ana, mi padre mira a Hugo y él niega con la cabeza.

- Ahora voy a arreglarlo - explica Carla.

- ¿Alex estás bien?

- Me duele todo, pero estaré bien.

                                                                       ...

Hugo está en su habitación sentada en la cama con un libro. Se da cuenta de que estoy en la puerta y me dice que me siente en la cama con él.

Hugo me mira atento esperando a que le diga el porqué de que esté allí. Como ve que no me decido en hablar comienza a hacerlo él.

- Supongo que quiere saber el motivo de la pelea.

- Supones bien Hugo.

- Llevan peleándose mucho tiempo, no es solo cosa de ahora. Aunque el motivo que creo está pelea no lo sé, es una cosa que es entre ellos, yo nunca he sabido del todo el porqué de su rivalidad. Solo sé que se iban peleando hasta que Ángel entró en la cárcel.

- ¿Pero cuál es el motivo de que entrará en la cárcel?

- Nunca me lo han querido decir, a lo mejor si le preguntas a él te lo dirá, o incluso a lo mejor hay algún empleado de esta casa que lo sepa. Los de la limpieza o los cocineros.

- Vale, pues ya les preguntaré - Se escucharon varias discusiones abajo.

Ana entra por la puerta.

- ¿Estás bien Ana? - Le pregunto.

- Papa y mamá están discutiendo otra vez.

- Vamos a ver una película ¿vemos tu favorita? - Le pregunta Hugo.

- ¿La bella y la bestia?

- Tu favorita no era está Ana ¿Desde cuándo cambiaste a blanca nieves por la Bella y la Bestia?

- Esta mañana antes de que os despertarás oí unos ruidos abajo. Ángel estaba lleno de sangre, entonces lo acompañe a su habitación, él se limpió y me enseño esa película. Dice que es su favorita.
- Bueno, pues veamos La bella y la bestia, era también mi favorita de pequeña.

                                                                          ...

Al acabar la película les dejé viendo la segundo y yo fui a dar una vuelta por la casa. No tenía un rumbo pensado, pero mis pies se dirigían a el ático. Llamó a la puerta y un Ángel despeinado que vestía solo unos pantalones de chándal grises me abre.

- ¿Qué quieres?

- Quería verte y saber como estabas.

- ¿Te estás preocupando por mí? Pues sí que te he marcado en tu corazón.

- ¿Me dejas subir o no?

- Deja que me lo piense - Asiento y cierra la puerta. No me lo esperaba, pensaba que me dejaría pasar.

                                                                        ...

Llevo varios ratos esperando a que salga y así poder hablar con él. No sé oye nada allí arriba así que a lo mejor se quedó dormido. Me siento en el suelo y sigo esperando. De repente se abre la puerta. Un Ángel confuso baja las escaleras y se pone de cuclillas en frente de mí.

- Pensaba que te habías ido cuando te cerré la puerta.

- ¿Te dije que quería hablar contigo no?

- Si, pero no pensé que fueras en serio - Me dijo sonriendo. Creo que tiene la sonrisa más bonita que he visto nunca - ¿Por qué estás sonriendo como una boba? ¿En qué pensabas?

- ¿Yo? No estoy sonriendo.

- Ya, claro ¿Qué tal está Alex?

- ¿Te interesa saber como está? Pero si te abalanzaste como un loco a pegarle.

- No quería hacerle daño de verdad.

- Habértelo pensado antes - desaparece la sonrisa de su cara - No está bien - veo que en su cara hay preocupación - pero lo estará, es un chico fuerte.

- Si, sí que lo es - sonríe otra vez pero con tristeza.

- ¿Quieres ir a dar alguna vuelta? - Le pregunto.

- ¿Por dónde?

- Había pensado que me enseñaras algún sitio bonito. Los alrededores de la casa son muy grandes, así que alguno debe de haber.

Él se queda pensativo. Yo me impaciento, estoy a punto de interrumpirlo cuando habla otra vez.
- Creo que tengo un sitio, pero hay que caminar un poco.

- Me gusta caminar, así que vamos.

Me coje de la mano y salimos de la casa.