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─Jossie ─ murmuró una pelinegra situándose a su lado con una pequeña sonrisa
La recién llamada volteo la cabeza para mirarla emocionada.
─Te estuve esperando como media hora, pensaba que te habían comido los monstruos - bromeo con un deje de nervios en la voz.
La pelinegra soltó una pequeña risa negando levemente
─Mi hermano no se dormía y tuve que esperar hasta que este segura que no iba notar mi falta - Jossie asintió, comprendiendo - ¿Qué me ibas a dar?
La rubia dirigió su mano derecha hacia el bolsillo de su chaqueta para poder sacar la pulsera que su tío le había dado para mantener a salvo a sus hijos. Agarro la mano de la chica enfrente suyo para depositar la pulsera con una leve sonrisa.
─ Es un regalo,─ le dijo ─ cuando llegue el momento vas a tener que apretar el pequeño dije - señalo la calavera que resaltaba entre todos los diseños - te va a llevar a un lugar seguro - al ver que la de piel oliva quería replicar, la interrumpió - Más adelante te explicare del porque, pero por ahora pórtalo todo los días.
La chica asintió no muy convencida pero aun así confiando en su primera amiga desde que llegaron con su hermano a esa escuela. Jossie saco un mismo dije pero en vez de pulsera fue un collar que su tío le había dado especialmente para el hermano de la chica, no entendió el destello de preocupación y ansiedad en sus ojos al referirse de su hijo varón pero no replico nada, solo acato la orden.
Luego te una corta platica entre las dos chicas, la mayor se despidió alegando que su hermano se podía dar cuenta que no estaba y que las dos tenían que dormir temprano para poder estar activas en las clases de mañana.
─Buenas noches, Jo - se despidió la de ojos onix dándole un rápido abrazo y corriendo por donde vino
─Buenas noches, Bianca - susurró la rubia con un leve sonrojo en las mejillas y una sonrisa de labios cerrados
[...]
Helena junto con su mejor amigo, Grover, un joven sátiro, avanzaron entre los enormes pasillos buscando a Thalia Grace, prima de Helena e hija de Zeus el Dios de los cielos, Annabeth Chase, hija de Atenea y Will Solace, hijo de Apolo
-Están cerca - susurró Grover olfateando el aire, Helena a su lado asintió caminando unos pasos más hasta que escucharon la voz de la profesora Latiza.
