|𝙲𝚊𝚙𝚒𝚝𝚞𝚕𝚘 𝚂𝚒𝚎𝚝𝚎|

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Dormía tranquilamente sobre uno de los sofás de la sala, su mascota, Smaug dormía encima de la espalda de Melkor.

Varda llegó y tiro a Melkor del sofá, quien al instante se levantó molesto.

──¡Eres una hija de...

──Ssssss.

──Bien dicho Smaug.

──Yo no habló idioma reptil. Ahora levantate vamos a ir a correr ──ordenó Varda.

──¿Yo, correr?, ya quisieras ── respondio Melkor tirándose otra vez sobre el sofá.

──Entonces le diré a Manwë que pasó con su colección de discos ──amenazó Varda.

──Realmente odio a esa mujer ── refunfuñaba mientras se levantaba y cambiaba de ropa.

Después de que Melkor se cambiará, salieron a corre por la calle. Mientra Varda parecía no molestarle el aire frio y el trote, pues eso era natural en ella, Melkor parecía estar al borde del colapso, con la sensacion de que llevaban corriendo horas enteras.

──¿Podemos descansar un momento? ── preguntó Melkor intentado no caer sobre el asfalto.

──No, todavía no perdemos de vistas nuestra casa ── respondio Varda mientras trotaba sin avanzar──. Tendrás que acostumbre pues esto harás cuando entres al reclusorio ── le dijo sin dejar de sonreír.

── Eso quisieras verdad, bruja.

── ¡Varda! ── gritó Yavanna corriendo hacia ellos.

── ¡Yavanna! ── respondio Varda sonriendo.

Melkor se hecho a correr en dirección contraria hasta dejar de ver a ambas mujeres. Corrió sin ver por donde hasta que...

¡¡Pum!!

──Melkor no sabía que hacías deporte ──le dijo deteniendose frente a él ──eso es nuevo en ti.

Melkor levantó la vista hacia Sauron quien estaba parado frente a el cubierto de lodo.

─Es curioso lo que se descubre ¿No? Tampoco sabía que una serpiente sabía andar en patineta auque su son unas traicioneras doble caras ── respondió Melkor, refiriéndose a los iris naranjas medio rasgados de Sauron.

Sauron subió un pie a la tabla y con el otro se impuso, se hecho hacia adelante, atropellado los dedos de Melkor en el proceso.

──¡Fíjate por donde vas, inútil! ──gritó Melkor.

──¡La calle es libre! ──respondio Sauron.

──¡Adiós mundo cruel! ──dijo Melkor mientras finjia llorar al ver acercarse un auto a toda velocidad hacia él.

──Levantate de ahí o te levanto a garrotazos ──le advirtió Varda al ver su sobreactucion. Había llegado junto a su hermana y nuevamente, Sauron.

──No estás viendo bruja que estoy apunto de morir ──se lamentó Melkor ──. A mi mascota Smaug le dejo todas mis posesiones.

──¿Cuales posesiones si no tienes nada?

──Te equivocas tengo muchas cosas ──respondio Melkor.

──¿Qué?, ¿Telarañas? ──se burló Sauron.

El automóvil se detuvo a un centímetro de Melkor y Manwë bajo de este. Varda se acercó a su esposo.

──Que tal si lo atropellas: así dejara de fregar ──susurro Varda al oído de su esposo.

Ignorando las palabras de su esposa, camino hasta donde estaba Melkor y lo levanto jalandolo de la chaqueta.

──¡Has terminado con mi paciencia, te he aguantado todo pero ese vídeo es la gota que derramó el vaso!

──¿Qué video?, ¿De que estas hablando?──dijo haciendose el desentendido.

──¡El video donde te burlas de mi y la empresa que dirigía y por el que gracias a ti estoy en la ruina!

──Ya te cacharon Melkor.

──Mejor te callas porque tú no eres el pan de dios que tu madre cree que eres, ¿O tengo que recordarte quien rompió las figuras de cristal, Sauron?

──¡Sauron! ──exclamó Yavanna.

──¡El mentiroso cae al poso! ──se burló Melkor.

Sauron volteo hacia Melkor y le sacó la lengua.

──¿Crees que eso me afecta?, es solamente una prueba más de que eres una serpiente y una muy fea además de flaca.

──¡Basta!, Varda sube al auto porfavor y tu también, sabandija ──le ordenó a Melkor.

Ambos subieron al auto, mientras Yavanna jalaba a Sauron de la oreja para llevarlo a casa, ya eran mas de la una de la tarde.


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𝚄𝚗 𝙲𝚊𝚜𝚝𝚒𝚐𝚘 𝙿𝚊𝚛𝚊 𝙼𝚎𝚕𝚔𝚘𝚛Donde viven las historias. Descúbrelo ahora