Lucille • Fitzwilliam Darcy•

Tres.

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— Sí, tolerable— repitió el castaño a su rubio amigo, el sentimiento amargo del rechazo se instaló en el pecho de Elizabeth al escucharlo.— No tan linda como para tentarme ni a ninguno de los presentes, al parecer— dijo siendo realmente grosero.

— Darcy, tus estándares, mi querido amigo— Bingley procedió a burlarse un poco de su amargado amigo pero fue interrumpido por el sonido de una botella rompiéndose.

La atención de todos en el lugar jadearon y miraron a Elizabeth, pues al irse completamente indignada mandó al suelo la causante de tremendo escándalo. Lucille frunció el ceño y miro un poco preocupada a su hermana, ¿por que? Por que ella no haría algo así a propósito, odiaba atraer la atención no deseada.

Elizabeth por fin salió del lugar dando grandes zancadas, estaba furiosa, ¿como se atrevía hablar de ella así? ¿No sabía quien era?

Lucille le sonrió a su melliza disculpándose y salió en busca de su hermana mayor, no le agradaba mucho pero no quería que algo o alguien le molestara o pusiese incómoda.

— ¿Liz? ¿Estás bien?— pregunto cautelosa cuando llegó a lado de la pelinegra, la cual estaba de pie a lado de una pequeña fogata.

— Si. Solo es ese idiota insufrible— reconoció con los dientes apretados y con ganas increíbles de llorar, había herido su ego.

— ¿Fitzwilliam Darcy?— preguntó una voz femenina detrás de ellas, interrumpiendo a Lucille cuando abrió la boca para decir algo.— Aborrezco a ese hombre— reconoció aquella mujer, la de cabellos oscuros secó sus pocas lágrimas— Es tan superior y engreído que no lo tolero.

— Si. No bailaria con él, aunque...— se interrumpió, justo cuando su hermana soltó un jadeo al ver a la mujer delante de ella, Elizabeth se giro también un poco extrañada al encontrar conocida esa voz.

— Señora Federstone— habló con visible sorpresa Lucille al ver el rostro de la ya fallecida mujer, era uno de esos errantes.

La mujer muerta sonrió un poco incómoda, acomodó sus cabellos y pasó sus dedos por su descarnado rostro, era obvio que sabía que ya no era una viva bienvenida pero no quería ver esas reacciones en las chicas que conocía desde que eran unas niñas.

— Usted es una de ellos— acusó en un murmullo la mayor de las Bennet, Lucille discretamente metió su mano por un costado de su vestido y sacó una daga sin que las otras dos presentes se dieran cuenta.

— Shh— la mujer puso un dedo sobre sus labios indicando silencio.— he venido a decirles— pero no terminó de hablar pues su cabeza explotó cuando el sonido de un disparo detonó causando que las dos Bennet se asustaran por el sonido y por la sangre que salpicó un poco en sus caras, más siendo en Luci pues estaba relativamente más cerca de la zombie.

— ¿Que pasó, Lizzy? ¿Luci?— preguntó Jane con preocupación llegando corriendo con sus demás hermanas a la escena.

— Acabo de salvarles la vida— informa con un poco de arrogancia Darcy, mirando a Lucille más de lo que mira a Elizabeth.

Debía admitir que algo le atraía de ella, quizá solo eran esos verdes ojos brillantes que ahora mismo brillaban asustados o solo la bonita sonrisa que había contemplado hacia un rato.

— ¿De la señora Federstone?— apeló Elizabeth.

— De la muerta señora Federstone— corrigió el hombre echándole una mirada al cadáver de la mujer.

No le agradaba en lo absoluto, era muy escandalosa.

— Me pareció excesivamente tolerable— echó en cara, torciendo un poco sus palabras, Darcy alzó una ceja y por fin miro a Elizabeth.

— Bien hecho, Darcy. Muy heroico— felicitó otro de sus amigos. Un hombre de bonitos ojos azules que no había tenido la oportunidad de acercarse para presentarse antes— Soy Paul Wenneck por cierto, señoritas— sus ojos se posaron en Lucille que sonrió un poco, limpiandose la poca sangre que manchaba su rostro.

— Ella... Ella quería decirnos algo— comentó Elizabeth Bennet a sus hermanas.

— Quizá una receta, ¿tal vez? — se burló Darcy haciendo que los hombres rieran, la castaña de ojos verdes miro mal al hombre.

— ¿Muy gracioso?— preguntó irónica, el hombre fruncio el entre cejo e iba apelar con algo grosero pero fue interrumpido.

La gente comenzó a gritar y a correr aterrada, y la campana de emergencia comenzó a sonar. Los gruñidos de los errantes se hicieron oir así que las Bennet corrieron al interior de la gran finca donde se estaba celebrando el baile.

— ¡Nos están atacando!— gritó Darcy, corriendo detrás de las muchachas.

— ¡Señoritas!— gritó Paul, intentando frenarlas. Era claro que no sabía de lo que eran capaces las hermanas, no las conocía.

Las seis hermanas iban en formación de v, con Elizabeth y Lucille encabezandolas. Era la manera más sencilla para ellas acabar así con los muertos sin salir heridas en el intento.

— Wow— murmuro Paul con completa admiración al ver a Luci peleando contra los errantes, era realmente ágil y apesar de los rastros de sangre que dejaban los muertos sobre su rostro no dejaba de verse, ante sus ojos, angelical.

Era como un ángel. Un Ángel letal.

— Su rostro luce peculiarmente inteligente por la bella expresión de sus ojos claros. Y debo reconocer que su figura es ligera, armoniosa... Y sus brazos sorprendentemente musculosos sin dejar de ser poco femeninos— los rostros de Charles y Paul adoptaron una expresión de extrañez mirando a Darcy, pues el halago que había salido de su boca no era para nada convencional.

— Enserio, chicas, nunca había visto modales tan gentiles. Tanta gracia y buena crianza— suspiro Jane sintiendo a su hermana mayor cepillar su lindo cabello rubio.

Hacia alrededor de dos horas habían regresado a su casa después de ese, a pesar de su buen inicio, fracasado baile. Lucille estaba ya en su camisón de dormir al igual que sus hermanas, solo que ella ya estaba recostada sobre su cama, un poco agotada del ajetreo.

— Te autorizo que él te agrade— sonrió un poco Elizabeth.— Te han agradado unos más estúpidos— bromeó haciendo reír a sus hermanas por que si, era cierto.

— Es tal como un joven debe ser— suspiro de nuevo— afable, vivaz, apuesto y...— enlistó.

— Y muy rico, cosa que un hombre debe ser si le es posible— la de ojos verdes rodo los ojos al escuchar eso, ¿es que las cosas materiales eran lo que único que importaba?

— No tan rico como Darcy— se burló ganándose un jalón de cabello junto con una mueca de su melliza.

¿Por que se sentía así?

Mira nada más quien se apareció, pues yo xd.

Equis, espero que les guste y pues nada cuídense mucho.

— Mary 💜