Cuatro.

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— Ví como lo miraste cuando acababa de llegar al baile— exclamó Lydia e intentó golpear a su hermana mayor, Lucille esquivó el golpe y rodó los ojos con aparente molestia.

Estaban entrenando su condición física junto con el arte marcial que habían estudiado en china, no querían ni debían perder la costumbre por que eso podía significar una muerte dolorosa y segura muerte.

La pelirroja rió con diversión al ver la molestia que irradiaba la de ojos verdes al pronunciar si quiera el nombre de Darcy que según Lucille no era más que un idiota arrogante y orgulloso.

— ¿Lo mire? No es verdad— negó con vehemencia, mandó un golpe directo a su mejilla enviándole al piso por tomarla desprevenida.

— Si es verdad. Lo miraste como si te gustara— contradijo completamente convencida su hermana menor, justo la aventó de manera injusta, y por supuesto, rompiendo las reglas de su entrenamiento.

La pelirroja huyó, tratando de salvarse de la, muy segura, paliza que le daría Lucille. Riendo se detuvo justo donde sus demás hermanas estaban entrenando.

— Vanidad y orgullo son distimtans aunque se usen como sinónimos— corrigió la chica de lentes, aunque no era una Bennet en si se consideraba una como tal. Lucille se detuvo escuchando lo dicho con el entrecejo fruncido.— Se puede ser orgulloso sin ser vanidoso.

Es que... ¿Hablaban de Darcy?

— El orgullo es más la opinión que tiene uno de si mismo— se metió en la conversación, en busca de saber quién era el protagonista de esa charla— y la vanidad es como queremos que los demás no vean— hizo reverencia frente a su hermana mayor y comenzaron a pelear escuchando como la campana de la entrada sonó, llamando a la puerta.

La mente de Lucille estaba hecha nudo, ¿por qué sus hermanas hablarían de ese estúpido y arrogante de Darcy?

Sin embargo sus cavilaciones fueron interrumpidas por el cuerpo de Elizabeth que se precipitó sobre ella, voltearon demasiado indignadas ante ese irrespetuoso y antireglamentario acto.

Katherine y Lydia sonrieron un poco inocentes y gritaron divertidas al escuchar a sus hermanas mayores gruñir. Pronto estuvieron afuera, correteando como unas chiquillas en medio de un juego.

— ¡Los Bingley's me invitan a tomar el té!— exclamó Jane demasiado entusiasta ante esa carta.

— ¡Por supuesto que si!— exclamaron Lucille y Elizabeth jadentes al mismo tiempo mirándose mal ante el acto, Lydia se puso en medio, pasando sus brazos por sus hombros.

Lucille le sonrió cariñosamente a su hermana antes de que las empujará y cayeran al piso por culpa de Katherine que estaba detrás de ellas, haciéndoles una barrita.

Pronto las chicas recurrieron a sus padres, y la rubia se dedicó a convencer a su padre dejarle ir, por supuesto a su madre le había parecía una estupenda idea y ayudó con que su padre diera ese permiso.

— Enserio, madre, preferiría llevar el carruaje— insistió la rubia por milésima vez, ya montaba su caballo y su melliza miraba el cielo gris e intentaba secundarla.

Pero su madre era terca como una mula.

— Es mejor que vayas a caballo por que parece que va a llover, así deberias quedarte— repitió, Lucille negó con la cabeza.

— Como estrategia sería buena si estás segura que no la harán volver, mamá— intervino Lucille demasiado preocupada por su melliza, más sin embargo su madre hizo oídos sordos ante las incontables sugerencias de sus hijas.

— Madre, por favor, prefiero llevar el carruaje— su madre soltó una ruidoso respiración de exasperación al oír a su fastidiosa hija.

— Jane, al señor Bingley de seguro le agradas— sonrió satisfacha, acariciando el cabello del caballo— pero en nueve casos de diez a la mujer le conviene mostrar más afecto del que siente— Lucille bufo verdaderamente molesta con su mamá.

¿Enserio estaba exponiendo la seguridad de su hermana por algo tan absurdo que dinero?

— Basta, mamá— pidió la de ojos verdes.

— Ve rápidamente— sugirió Elizabeth y caminó hasta poder poner sus manos en el lomo del caballo— los zombies despiertan con la lluvia.

Jane asintió y tras asegurarle a su melliza que estaría bien de marchó con rapidez.

Lucille sintió pesadez en el corazón pero lo ignoró, quizá era por que no estaba acostumbrada a dejar a su hermana sola, en ningún momento habían Estado separase, y menos cuando había más peligroso que de costumbre.

Después de un rato la ligera llovizna cayó sobre la tierra, Lucille estaba demasiado ansiosa y no ayudaba casi nada al ver a Elizabeth igual.

— ¿Crees que ella esté bien?— se atrevió a cuestionar la menor.

— Si, lo estará. Sabe cómo defenderse— fue todo lo que contestó mirando por la ventana de su habitación.

No pasó más de un par de horas cuando la lluvia paró y con ello llegó a la residencia un cartero.— ¡Carta para los Bennett!— gritó.

No pasó mucho cuando Lucille y Elizabeth estuvieron en la puerta, recogiendo el sobre. Lizzy fue rápida al abrirlo, llevándose la mano a la boca y mirando demasiado asustada a su hermana.

— Elizabeth, ¿que pasa? ¿Qué está mal?— cuestionó, asustada por la reacción de su hermana.

— Es Jane.

Ni siquiera tuvo que explicar que era lo que decía esa carta de Bingley por que regresó a su casa a tomar sus armas seguida de Elizabeth.

— ¡Niñas!— exclamó su madre, al verlas ir y venir demasiado rápido.— ¿Qué pasa?

— Es Jane, mamá, algo pasó con ella por seguir tu tonta sugerencia— recriminó duramente Lucille.

— Lydia, prepara un par de caballos— pidió Elizabeth y cuando la pequeña pelirroja se iba a marchar fue detenida por su madre.

— ¡No! Esperen, no pueden ir ustedes hasta ya, esperen a que llegue su padre— pidió pero las hermanas negaron, su padre había salido a un lugar de varios días de viaje, y sería una verdadera tortura esperar hasta su llegada.

— Mamá, tenemos que ir por ella, ya.— sentenció Lucille.

— Pues no les daré caballos ni carruaje— graznó y Lucille no podía estar más enojada con su madre, ¿qué no podía ver que su hija probablemente este grave y necesite de ellas?

— Iremos, aunque sea a pie, mamá— sentenció Elizabeth y así se marcharon.

Su hermana valía esas horas a pie.

Buuuuuuu, te asusto xd. Con eso de que soy tremenda fantasmona JAJAJA.

Equis espero les guste y voten y comenten. Lxs amo.

— Mary 💜

Lucille • Fitzwilliam Darcy•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora