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Despertó abruptamente gracias a la alarma que no paraba de sonar, buscó el celular debajo de su almohada y la desactivó, apenas se iba a levantar pero al ver a su alrededor recordó que ya no era necesario, ya no tenía que hacerlo más, así que Jimin sonrió y cerró sus ojos de nuevo para intentar dormir un poco más.

Sin embargo y por más que lo intentó no lo logró, caminó hacia la ventana para observar la vista de la cuidad, era tan bonita como alguna vez se la había descrito su madre, si tan solo pudiera compartir eso con ella, pero era imposible, ya había fallecido hace 6 años atrás.

....

Jeon Jungkook estaba de muy mal humor, por lo general siempre lo estaba pero esta vez podría escupir fuego de la boca si así lo deseaba, sus cejas estaban tan fruncidas que parecían una sola al estilo Frida Kahlo.

No había nada en el mundo que lo enfureciera más que no comer a sus horas, era tal cual como un niño pequeño haciendo berrinches mientras manejaba entre el tráfico atascado de la cuidad.

Desesperado abrió la puerta de su lujoso BMW y lo dejó allí a mitad de la calle, comenzó a caminar con su portafolio en mano, su edificio estaba a tan solo tres cuadras y no podía esperar más.

Pero al adentrarse entre la gente a su nariz le llegó el delicioso aroma de los hot dogs callejeros que si bien no eran la gran cosa para Jeon Jungkook significaba llenar su estómago y con eso bastaba.

Enseguida llegó al puesto y se le metió a un chico rubio que apenas iba a pedir su orden, el dueño del carrito de hot dogs al notarlo lo ignoró y le habló al que había llegado primero.

—¿Con pepinillos?

—Oiga yo soy el que estoy aquí frente a usted— Suspiró para intentar tener un poco de paciencia que en esta ocasión estaba casi nula.

—Puede atenderlo primero, por mí esta bien— Dijo amablemente el rubio que se trataba de Jimin a quien Jungkook seguía ignorando como si no existiera.

—¿Cuantos?

—2

—Son grandes.

—Tengo hambre.

—4 dólares.

Al escuchar la cuenta Jungkook sacó su cartera y recordó que no tenía nada de efectivo, entonces intentó tomar sus hot dogs pero el señor se negó y extendió su mano para que le pagara.

—Mire, no tengo efectivo pero dentro de unos minutos un empleado vendrá y le pagará los hot dogs.

—¿Me quiere ver la cara de estupido?

—Por si no lo sabe soy el dueño de ese edificio de allá y el empresario más exitoso de la década, tengo el suficiente dinero como para cómprame todos los hot dogs de Nueva York, no tengo necesidad de esto, solo quería algo rápido de comer.

—Y mi puesto de hot dogs tiene 5 estrellas michellin.

—Disculpe— Jimin extendió los billetes con cuatro dólares y sin dudarlo el señor los tomó.

Jungkook iba a quejarse cuando su mirada se quedó perdida en aquellos ojos, ese chico rubio lo miraba fijamente mientras le extendía uno de los dos hot dogs ya preparados.

¿Será algún modelo de su empresa que no haya visto? Se preguntaba al notar su belleza inigualable, es verdad que estaba acostumbrado a ver hombres y mujeres hermosas debido a su trabajo pero la belleza de aquel chico frente a él les superaba.

—¿No lo va a querer?— Preguntó Jimin haciendo despertar a Jungkook de su pensamientos.

—Te debo dos dólares, eres el ángel de los hot dogs— Dijo y se marchó sin más, mientras Jimin lo observó perderse entre la gente.

...

Cuando Jin le dio su tarjeta a Jimin no imaginó que la dirección se trataba de un edificio tan grande y lujoso, pensó que era algo más privado para poderlo contactar, pero de igual manera se animó a entrar y preguntar por él.

—Buenas tardes— Dijo Jimin a la recepcionista y ella al verlo se levantó de golpe.

—Oh pero si estas llegando tarde, el señor Jeon odia a la gente impuntual, en dos minutos empieza el casting y todos los modelos ya están listos.

—Pero...

—No hay pero que valga, yo misma te llevaré— La recepcionista era una persona mayor y de muy buen corazón, tenía años trabajando allí que incluso Jungkook la apreciaba.

—¿Sabe si Jin se encuentra por aquí?— Preguntó Jimin mientras subían el elevador.

—Estoy segura que si me dieran un dólar por cada vez que me preguntan por Jin ya sería millonaria— Dijo y al instante se abrió el elevador —Vamos.

Tomó a Jimin de la muñeca y a paso apresurado y sin dejarlo hablar lo metió en aquella sala llena de gente, al menos habían unas 50 personas, todas de hermosa apariencia, Jimin de inmediato se sintió chiquito pues no sabía que era lo que hacía allí.

Al ser el último en llegar captó la atención de todos y lo miraban de arriba a abajo hasta incluso él mismo se observó para ver si tenía algo raro que no se haya dado cuenta y fue cuando notó la enorme mancha de mostaza en su suéter blanco.

—Ese modelo que acaba de llegar ¿a qué agencia pertenece?— Pregunto una señorita desde algún lugar, Jimin alzó su rostro y vio cómo junto a esa mujer se encontraba nada más ni nada menos que el ogro hambriento de los hot dogs —Llegó tarde y en mal aspecto ¿qué clase de compañía cree que somos?

—Yo...

—El casting ya finalizó— Dijo el CEO tomando a todos por sorpresa.

—Pero señor Jeon, si le molestó que este chico llegara tarde le prometo que tomaré cartas en el asunto y no volverá a pasar.

—Encárgate de todo, lo quiero a él como mi modelo y lo entrevistaré en privado en mi oficina en 5 minutos— Sin decir más se levantó y se fue, Jimin se quedó parado mirando como todos a su alrededor se iban y al pasar a su lado lo miraban mal.

—Buena estrategia llegar tarde para que te voltee a ver, qué listo— Le dijo un chico apuesto y musculoso que se le acercó cuando ya se habían marchado todos —Soy Wonho, el director comercial de la empresa, es rarísimo que Jungkook haga este tipo de cosas pero es un tipo listo y por algo te seleccionó a la primera.

—Creo qué hay una enorme confusión.

—¿Cuál es tu nombre?— Preguntó Lia.

—Park Jimin pero déjenme explicarles, yo vine a buscar a Jin.

—Todos vienen por Jin, o lo admiran o quieren su puesto— Dijo Wonho sonriendo.

— ¿Por qué no encuentro tu currículum?— Dijo la secretaria de Jungkook.

—Es que yo no lo entregué, yo solo vengo a...

—Eso se lo dirás tú mismo al CEO, que se de cuenta de lo irresponsable que eres aun sin haber iniciado tu trabajo, sígueme—  Jimin estaba tan nervioso y no tuvo más remedio que obedecer.

Cuando llegaron a la oficina de Jeon Jungkook la silla de piel que estaba detrás del escritorio les daba la espalda, Jimin sentía que las piernas le temblaban, la secretaria solo se limitó a dejarlo ahí sin darle ninguna explicación del porqué y se marchó.

Estaban solos y en completo silencio, Jungkook giró su silla lentamente y Jimin observó lo imponente que se veía, esa oficina emanaba un ambiente de majestuosidad y el hombre frente a él quedaba muy acorde a todo lo que le rodeaba.

—¿Vienes a cobrarme?— Dijo Jungkook mientras alzaba una de sus cejas.














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Holaaaaaaaaaaaaaa

Espero que poco a poco vayan conociendo más sobre las personalidades de los personajes y se enamoren 🥰

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♥️

Mi amor, Mi venenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora