❥︎Cerca de la terraza Yujing, donde se realiza el rito de descenso de Rex Lapis, el Arconte Geo de Liyue, hay una zona donde crece una flor algo peculiar. No se suele ver mucho, dicen que solo se encuentra para las personas las cuales están enamorad...
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Habían pasado varios días desde que ocurrió lo de Zhongli. Había admitido dentro mía que estaba enamorado y ahora lo podía sentir con más claridad, esos nervios cuando le veo se hicieron más frecuentes. Casi ni me había acercado a hablar con él por miedo a decir algo incoherente y que él se diera cuenta de lo que estaba pasando dentro mía.
El Lirio de Cristal se veía mucho más radiante desde aquel día, tenía mucha vida y el pequeño brillo que expulsaba se había hecho más fuerte. Observarlo me hacía cuestionarme si realmente lo que estaba sintiendo por Zhongli estaba bien. Sinceramente pienso que él estaría mejor con Ninguang.
Ahora cuidaba la flor con mucho más cuidado, dejaba que la diera el sol un par de horas y cuando comenzaba a refrescar la metía y la regaba. Estaba sobre la mesita de noche que tenía al lado de mi cama, y podía observarla cada mañana, dándome a entender de qué lo que siento es verdadero.
Me arreglé un poco y salí de mi casa para ir a comprar algo. Con todo lo que había pasado esos días había descuidado mis hábitos alimenticios y me alimentaba a base de fideos precocinados.
Fui hacia la tienda, y de camino pasé por delante de un restaurante, de soslayo me di cuenta de que estaba Zhongli sentado escuchando las historias de Rex Lapis que contaban. Mis manos empezaron a sudar de los nervios e intenté que no me viera, y por una vez creo que fue un éxito.
Llegué a la tienda y compré verduras y algunos condimentos y luego fui a pasear. Miraba todo Liyue con detenimiento, aquel día no tenía prisa, quería observar todo a mi alrededor y sentirme por primera vez vivo.
La brisa chocaba contra mi rostro e incluso eso se sentía bien. El amor no es tan malo como dicen, por lo menos a mí me hizo ver el mundo de otra manera.
Mientras caminaba dentro de mi mundo, sentí unos brazos rodearme por detrás, di un pequeño saltó y me giré rápidamente. Ahí estaba él, soltando pequeñas risitas.
— ¡O-Oye no hace gracia! ¡Casi me matas del susto Zhongli! — él solo seguía riéndose y yo golpeé su brazo suavemente.
— E-Es que te veía tan metido en tu mundo que no pude resistirme a asustarte —
— ¡Casi se me sale el alma por la boca! — grité y él solo volvió a reírse. A medida que los segundos pasaban y él seguía riéndose, yo también empecé a hacerlo, su risa era contagiosa.
Al final acabamos como dos tontos riéndonos, rojos, apunto de caernos al suelo.
Me apoye en su hombro — Hacia tiempo que no me reía así, me duele el estómago.. — sentí como su mano acariciaba mi cabello, esa sensación se me hizo extremadamente familiar de mi infancia y solo pude ocultar mi rostro rojo en su hombro.
