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VALENTINA

Estaba muerta, Mad estaba muerta y yo no podía hacer nada para remediarlo. Cuando desperté quería que me dijeran que todo no era mas que una horrible pesadilla, que mi novia iba a entrar por la puerta y que me iba a decir que todo estaba bien, pero eso no pasó. Solo las palabras de "lo siento, esta muerta" fueron las únicas que aparecieron cuando desperté de aquel desmayo.

—No quiero nada, déjenme sola— Me negaba a recibir visita de las personas para que todos me digan lo mismo. Estaba sentada sobre mi cama y lo único que quería era seguir llorando pero eso nadie lo entendía.

—No podes quedarte acá— Mariana no me hizo caso y prefirió quedarse dentro de la habitación— El velorio fue hace mas de una semana y tu sigues aquí— La mire con mi "mejor" cara— Se que duele okey pero no es la forma quedarte y dejarte aquí tirada.

—No quiero ofenderte— Le conteste— Pero ¿te puedes ir por favor? respétame— Le pedí— Se murió mi novia y lo que menos quiero es levantarme y tener que acéptalo.

—Mad no va a revivir si te quedas aquí— Eso fue un golpe muy bajo— Créeme que a ella no le gustaría verte aquí.

—Tampoco lo va a hacer si me levanto— Mariana se quedó sin respuestas— En serio, vete.

—Ella te amaba— Habló después de unos segundos— Querría que estés bien

—¿Y tu que sabes de lo que ella quería?— Pregunté enojada— No sabes nada— Ataque— Mi novia esta muerta por esa hija de puta y sus padres me odian, me echan la culpa de todo y tienen razón.

—Ellos no tiene razón— Contestó— Tu no la mataste ¿no te entra eso en la cabeza?— Expuso, yo seguía fiel a lo que pensaba— Y con respecto a sus padres, sabes perfectamente que en estos momentos dirían lo que sea, están dolidos— Explicó detenidamente— Tengo entendido que era su única hija.

—Si ella no hubiera estado conmigo esto no le habría pasado— No podía sacarme esta culpa de adentro, soñaba que Mad  reclamaba y me señalaba con el dedo gritándome que era una asesina.

—Tu no la obligaste a estar contigo— Mariana se acerco y se sentó a los pies de mi cama con la mirada al frente.— Se que suena difícil y que no te voy hacer cambiar de opinión en este momento pero repítete que tu no fuiste la culpable.

—La quiero muerta— Interrumpí lo que dijo— Y quiero matarla con mis propias manos— Mariana abrió sus ojos grandes y negó con la cabeza— Quiero que la mujer que esta arruinando mi vida pague con creces lo que hizo.

—Esa no es la forma— ¿Por que no se podía poner en mi lugar un segundo? sus respuesta me estaban irritando— La justicia ya se esta encargando de...

—¡No!— Por primea vez la mire de frente y me reacomode en mi cama— Tu no entiendes, a ti no se te murió alguien que me amabas.

—No pero te conozco y se que es porque estas dolida— Me respondió con la misma agresividad— Y soy tu mejor amiga y estoy aquí para decirte cuando pienso que estas mal.

No dije nada y solo baje la cabeza en silencio, después de muchos días sentía que por fin podía sacar todo ese llanto que intentaba contener. Sentía una presión cerca de mi, Mariana se acercó y me abrazo, llore todo lo que tenia que llorar. Quería que Mad vuelva y saber que eso era imposible no me permitía volver a ser yo misma.

—No quería que se muera— Solloce, mi amiga acariciaba mi pelo— Ella no se lo merecía.

—Lo se Val— Contestó— Ninguna de las personas que estaba ahí se lo merecía, Carlota es la persona mas cruel que conozco.

Whatever Happens •Juliantina•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora