🍥⃝⃕3O Días De OTP +18 - ItaSaso.

❍⃝⃘۪۪۪͡⫽⃟ཱཽུཷ⃝⃟͜░⃟En cuatro.

(Perspectiva: Itachi)

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Desde que fuiste a visitar a tu abuela por las vacaciones de verano, no he hecho más que deprimirme y aburrirme esperando que vuelvas, pocos meses para mí fueron eternos, hablar por chat no era suficiente, necesitaba verte, tocarte, escucharte, besarte, amarte y adorarte pero cerca de ti, no puedo vivir así.

Así que cuando me escribiste que ya venías en camino la serotonina llenó por completo mi cuerpo y sentí nuevamente ganas de seguir viviendo, por muy dramático que suene, esperé en el aeropuerto horas desde que me avisaste sin descansar, caminaba de un lado al otro esperando verte pasar por la puerta de entrada a la sala de espera.

Me empecé a preocupar al notar que el tiempo pasaba aun más, y sólo decías que pronto llegarías, y no podía esperar más, necesitaba verte, pero sabía que no era algo que yo pudiera controlar, así que rendido y deprimido me senté a leer una revista.

Una hora después sentí una presión en el asiento de al lado, no quise mirar puesto que tampoco me interesaba mucho, pero al recibir un beso en la mejilla, me alarme y me puse de pie en un segundo.

Al verte ahí mi mundo cobró color, mi corazón latía sin cesar y por ello las lágrimas no demoraron en aparecer.

Me apuré a abrazarte en cuanto te levantaste burlándote de mí, pero no me importaba nada más que estar ahí contigo, sin importar lo ridículo que me viera.

Estuve abrazándote durante 15 minutos más, y tú solo palmeabas mi espalda riendo todavía; oh, cómo había extrañado tu risa.

"Hey, no fue tanto tiempo, y ya estoy aquí, no te preocupes"

Dijiste para proceder a romper el abrazo y besar con delicadeza mis labios, solo te observe en silencio y murmuré "para mí fue una eternidad" mientras tomaba tu cara en mis manos, y tú me mirabas con burla aún.

Pero comprendiste lo suficiente, y tomaste mi mano para salir de ahí, la calidad de tu compañía sigue sintiéndose igual de magnífica y la melodía de tu voz sigue siendo mi favorita...

Llegando a casa decías cuán cansado estabas, y solo podía verte, apreciando cada cosa que no pude durante todos esos siglos.

¿Cómo puede ser alguien tan perfecto sin importar cuánto tiempo pase? A veces quisiera saber tu secreto de la eterna belleza, tal vez algún hechizo o algo, puesto que no es algo natural... bromeo, pero eres realmente... perfecto.

Te acostaste en nuestra cama mientras yo desempacaba tus cosas de esa tonta mochila que espero no volver a ver, pues siempre debes ir lejos cada que la veo.

Sacando tu ropa encontré un traje algo peculiar, el cuál era un tipo de disfraz de muy poca tela.

Al caer en cuenta del qué era, el cosquilleo hizo presencia en mi bajo abdomen, y al voltear a verte, sólo sonreías en silencio mientras hacías una pose lasciva, y no pude contenerme.

Te pusiste el traje aquel, realmente era cómo suponía, tan tierno, tan ajustado, tan provocativo... y tú lo vestías, ¿así te reciben en el paraíso?

No pude fabricar ninguna oración, me sentía perdido, hipnotizado, no sabía quién era yo o dónde estaba, mi cabeza solo tenía una cosa dentro... Tú.

  "Akasuna Sasori, eres el chico más hermoso y sensual que nunca he visto... y realmente amo que así sea"

Pronuncié sin dejar de observarte, y me abalancé a ti, besando cada parte que mis labios tocaban, tu boca, mejillas, mentón, cuello, pecho, pezones... y tu expresión no mostraba disgusto... todo lo contrario.

Sentía que iba a explotar si no lograba tener todo tu lindo y delicado cuerpo sobre el mío pidiendo por más...

Al levantarme para retirar mis prendas, te acomódaste en una posición donde te apoyabas en tus rodillas y manos dándome la espalda... conocí el cielo.

Reíste mientras me veías con deseo.

"Si realmente te gusta... pruebalo"

Y no pude soportarlo, lentamente me acerqué a ti, completamente desnudo, acaricié tus caderas perfectas, mientras te oía jadear levemente.

Y llevando mi mano a nuestra mesita de noche, tomando un lubricante que convenientemente yacía ahí.

Y lo puse con mis dedos por cada parte de tu bello trasero, así no te lastimaria, puesto que es lo último que quiero hacer.

Y el frío líquido provocaba una reacción sumisa en ti, estremeciendote y susurrando maldiciones al aire, oh, cómo extrañaba esto.

Y asi igualmente procedí a dilatarte, primero círculos pequeños con mi dedo índice, luego tijeras con mis dedos medio e índice, y concluyendo con mis dedos, anular, medio e índice, introduciendo y retirandolos en círculos, y todo eso disfrutando tus silenciosos gemidos y jadeos.

El sudor en tu cuerpo empezaba a tomar lugar, y mi lengua no desaprovecharía tal manjar, lamí tu cuello haciendo que un leve escalofrío recorriera tu torso.

Pero esa cara pedía más con solo un simple parpadeo, y solo estoy para cumplir tus deseos, procedí con lentitud y cuidado entrar en ti.

Mientras escuchaba tus ruegos de placer y aceleraba la velocidad, no tomó tiempo hasta que tus manos se vieron cansadas y caíste sobre tus brazos gimiendo y respirando con fuerza.

Y así por un rato hasta que tu cuerpo lanzó bandera blanca con aquel grito que tanto deseaba oír, manchando tu abdomen y parte de las sábanas, será algo difícil de limpiar...

Y sin intención de presionarte a más, te seguí el paso, aun continuabas agitado, pero el simplemente haber hecho que lo disfrutaras me basta y sobra, así que exhauso me recosté a tu lado.

Te observé por un largo tiempo y luego te abracé cayendo en el cansancio... pero a tu lado, eso era lo importante.