🍥⃝⃕3O Días De OTP +18 - ItaSaso.

❍⃝⃘۪۪۪͡⫽⃟ཱཽུཷ⃝⃟͜░⃟Jugueteo con los dedos.

Estaba limpiando el aula, dado que por tu culpa me castigaron, no comprendía cómo se te había pasado por la cabeza comenzar a pasar tu mano por mi muslo en presencia del maestro.

Y no solo él se dio cuenta... También todo el aula, incluyendo a nuestros demás amigos, ese día obviamente me iría derecho a casa.

Puesto que aunque hayamos quedado para vernos todos hoy que abría aquella feria que mostraron en las noticias la noche anterior, aquella que dijiste que llevarías a tu hermano... Mierda.

Supuse que obligatoriamente debía ir, puesto que no podía perderme conocer al pequeño Sasuke, habías hablado tanto

Según sé es amigo de Gaara, quizá lo llevaría, finalmente terminé el aseo y salí buscándote con la mirada por todo el pasillo, concluí que ya habías salido, así que avance sin esperar que tomarías mi chaleco y me arrastrarías al aula de maestros.

Sacándome un grito ahogado al acorralarme en el pizarrón.

"Tardaste...".

Susurraste en mi oído mientras volvías a mirarme.

Sin dejarme hablar me besaste, y sin dejarme corresponder te apartaste.

"Te extrañé".

Dijiste nervioso mientras te sonrojabas, jamás actuabas así, por ende me sorprendí bastante y simplemente acosté mi cabeza en tu pecho, dado que era demasiado bajo para llegar más allá.

Reiste al darte cuenta, y tomaste mi mano para salir de ahí, pero no contábamos conque el inútil del maestro de Arte estaría fuera del aula en ese momento.

Me posicionaste tras de ti al darte cuenta de su presencia, y con tu mano tomaste la mía para intentar decirme indiscretamente "Está todo bien, no te preocupes".

Y agradezco haber entendido el mensaje, puesto que realmente me tranquilicé.

Volviste para atrás y quedamos nuevamente en el pizarrón, escuchando a la lejanía la voz del maestro, tratando de moverlo de ahí inútilmente con nuestra telequinesis inexistente, realmente era infantil, pero verte tomando tu cien haciendo movimientos de arriba hacia abajo con tus dedos susurrando "muévete" seguidas veces, realmente era magnífico.

Al ver nuestro poco y obvio éxito, volteamos a ver la ventana, era realmente pequeña, pero nos funcionaba.

Pusiste más fuerza al agarre de mi mano, y asentiste cuando me di cuenta de lo que pretendías.

Salimos de ahí sorprendentemente, con obvia dificultad y casi siendo vistos por el guardia de la puerta, aún así lo logramos y salimos riendo juntos tomados de la mano.

Saliendo nos topamos con Deidara, quién solo sonrió al vernos, y detrás de él estaba Óbito peinando su cabello cuidadosamente.