•𝑭𝒂𝒍𝒍𝒊𝒏𝒈 𝒊𝒏 𝒍𝒐𝒗𝒆• (𝗝𝗵𝗼𝗽𝗲 & 𝘁𝘂́)

𝗜𝗡𝗧𝗥𝗢𝗗𝗨𝗖𝗖𝗜𝗢́𝗡

Era un día tan hermoso, donde los árboles de cerezo están en su mayor apogeo, las parejas están por todas partes y las calles de Howlburg están llenas de gente.

En un día como este, nuestro protagonista se encontraba recibiendo una declaración de amor por parte de una chica de tercer año la cual se llamaba...

-𝑳𝒐 𝒍𝒂𝒎𝒆𝒏𝒕𝒐 𝒀𝒆𝒋𝒊, 𝒑𝒆𝒓𝒐 𝒏𝒐 𝒑𝒖𝒆𝒅𝒐 𝒄𝒐𝒓𝒓𝒆𝒔𝒑𝒐𝒏𝒅𝒆𝒓 𝒂 𝒕𝒖𝒔 𝒔𝒆𝒏𝒕𝒊𝒎𝒊𝒆𝒏𝒕𝒐𝒔- Decía mientras hacía una reverencia.

-𝑷𝒆𝒓𝒐 𝑯𝒐𝒔𝒆𝒐𝒌, 𝒚𝒐 𝒆𝒏𝒔𝒆𝒓𝒊𝒐 𝒕𝒆 𝒂𝒎𝒐!- Dijo la pequeña chica con un leve nudo en la garganta por frustración de ser rechazada.

-𝑷𝒆𝒓𝒐 𝒚𝒐 𝒂 𝒕𝒊 𝒏𝒐, 𝒆𝒍 𝒔𝒆𝒏𝒕𝒊𝒎𝒊𝒆𝒏𝒕𝒐 𝒏𝒐 𝒆𝒔 𝒎𝒖𝒕𝒖𝒐 𝒂𝒔𝒊 𝒒𝒖𝒆 𝒑𝒐𝒓 𝒇𝒂𝒗𝒐𝒓 𝒕𝒆 𝒑𝒊𝒅𝒐 𝒒𝒖𝒆 𝒏𝒐 𝒊𝒏𝒔𝒊𝒔𝒕𝒂𝒔 𝒎𝒂𝒔 𝒄𝒐𝒏 𝒆𝒔𝒕𝒐- Dijo haciendo una leve pausa, ya le estaba enojando la insistencia de aquella chica - 𝑴𝒊𝒓𝒂, 𝒔𝒆 𝒏𝒐𝒕𝒂 𝒒𝒖𝒆 𝒆𝒓𝒆𝒔 𝒃𝒖𝒆𝒏𝒂 𝒄𝒉𝒊𝒄𝒂, 𝒔𝒊?𝑷𝒆𝒓𝒐 𝒏𝒊 𝒔𝒊𝒒𝒖𝒊𝒆𝒓𝒂 𝒕𝒆 𝒄𝒐𝒏𝒐𝒛𝒄𝒐, 𝒄𝒐𝒎𝒐 𝒎𝒖𝒄𝒉𝒐 𝒔𝒆 𝒕𝒖 𝒏𝒐𝒎𝒃𝒓𝒆, 𝒂𝒔𝒊 𝒒𝒖𝒆 𝒕𝒆 𝒑𝒊𝒅𝒐 𝒒𝒖𝒆 𝒅𝒆𝒋𝒆𝒔 𝒅𝒆 𝒊𝒏𝒔𝒊𝒔𝒕𝒊𝒓 𝒄𝒐𝒏 𝒇𝒂𝒏𝒕𝒂𝒔𝒊𝒂𝒔 𝒒𝒖𝒆 𝒕𝒖́ 𝒔𝒐𝒍𝒂 𝒉𝒂𝒔 𝒄𝒓𝒆𝒂𝒅𝒐- soltó con brusquedad el más alto, para así tomar rumbo dentro de la escuela, dejando a aquella pobre chica con el corazón destrozado.

-𝑷𝒆𝒓𝒐 𝒚𝒐... 𝒆𝒏 𝒔𝒆𝒓𝒊𝒐 𝒕𝒆 𝒂𝒎𝒐-

La pobre chica se sentía humillada, triste y enojada, es como si le hubiesen escupido toda la verdad en la cara, y eso fue exactamente lo que hicieron.

Él no la conocía de nada, solo sabía su nombre y es porque se presentó en ese mismo instante pero ella quiso insistir.

Después del suceso de esta mañana Hoseok se dirigía hacia su salón de clases, pero este chocó con un maestro que cuando lo vió, suspiró de alivio y le explicó lo que pasaba y el por que de su comportamiento tan apurado y descuidado, él le estaba pidiendo ayuda para unos exámenes en tercer grado.

-𝑪𝒐𝒎𝒐 𝒕𝒆 𝒆𝒙𝒑𝒍𝒊𝒒𝒖𝒆́- repitió aquel hombre - 𝒆𝒏𝒕𝒓𝒆𝒈𝒂𝒓𝒂́𝒔 𝒍𝒐𝒔 𝒆𝒙𝒂𝒎𝒆𝒏𝒆𝒔, 𝒐𝒃𝒔𝒆𝒓𝒗𝒂𝒓𝒂́𝒔 𝒑𝒂𝒓𝒂 𝒒𝒖𝒆 𝒏𝒐 𝒉𝒂𝒈𝒂𝒏 𝒕𝒓𝒂𝒎𝒑𝒂 𝒚 𝒍𝒐𝒔 𝒓𝒆𝒄𝒐𝒈𝒆𝒔. 𝑷𝒂𝒏 𝒄𝒐𝒎𝒊𝒅𝒐, 𝒄𝒊𝒆𝒓𝒕𝒐?- dijo aquel hombre como si fuera lo más fácil del mundo.

Pero, ciertamente no lo es, una vez le tocó hacer lo mismo y fue un caos, el pobre chico terminó traumado con aquellas bestias de cursos menores.

-𝒀 𝒅𝒆 𝒒𝒖𝒆 𝒕𝒓𝒂𝒕𝒂 𝒆𝒍 𝒆𝒙𝒂𝒎𝒆𝒏, 𝒔𝒆𝒏̃𝒐𝒓 𝒑𝒓𝒐𝒇𝒆𝒔𝒐𝒓?-  preguntó este.

- 𝐃𝐞 𝒎𝒂𝒕𝒆𝒎𝒂́𝒕𝒊𝒄𝒂𝒔- Dijo aquel maestro, para luego irse, no sin antes agradecer al chico.