Las Crónicas de Narnia y el Hechicero Manjien [4-4]

Edmund Pevensi

-¿Así está bien?

Edmund al escuchar la voz de su hermana menor, se voltea para mirarla. Observa que Lucy lleva un vestido elegante, se había recogido el cabello y pintado los labios de un rojo oscuro. Él sonríe y asiente - te ves hermosa Lu.

Lucy sonríe satisfecha y pasa sus manos por el largo de su vestido azul.

-Estoy nerviosa - la escucha murmurar a su espalda.

Edmund deja de mirarse en el espejo que tenía enfrente. Tenía unas manchas moradas bajo los ojos, que lo hacía lucir cansado, su cabello estaba más largo, no se había tomado la molestia de ir a cortárselo para la llegada de sus hermanos mayores.

Eustace entra a la habitación, peinado con un traje oscuro junto con una camisa. Tenía su postura recta y se veía distraído.

-Te ves muy elegante Lucy - le dice - muy bonita.

-Gracias - agradece Lucy mientras su sonrisa volvía a aparecer - ustedes también se ven muy bien.

Edmund baja la mirada y recuerda su última navidad, con Jessica a su lado, en la mansión del profesor Kirke, quien se veía sonriente por ver a su sobrina. Y sus recuerdos pausan en la figura de Jessica. Riéndose de algo que había dicho Peter, recordando sus aventuras en Narnia y en la Tierra, contándoselas a su tío quien se veía fascinado. Llevaba el cabello recogido, y unos cabellos ondulados caían por el costado de su rostro, estaba maquillada y llevaba un vestido verde reflejando que era Navidad. Verde, su color favorito.

Esta noche llevaba puesto el reloj que le había regalado esa Navidad, de plata, quien su tío Kirke le había ayudado a elegir. Elegante y refinado. Recordaba su sonrisa y su risa rebotaba en su cabeza, extrañando su manera de reír, en como se tapaba la boca para no sonar escandalosa.
Edmund sonríe al recordar su risa, la risa que hacía voltear a todas la personas a su alrededor mientras su piel se tornaba de rojo.

-Edmund - su nombre lo hizo regresar al ahora, adentro de la casa de sus tíos - es hora de irnos.

Edmund asiente y va en camino a la puerta.

-¿Cómo les vamos a explicar que Jessica se quedó en Narnia?

Lucy se mira preocupada, pero Edmund no mostró ninguna reacción. Estaba feliz de ver a sus hermanos, pero la ausencia de Jessica lo hacía sentirse vacío.

Eustace y Lucy reían detrás de él, mientras él estaba hundido en sus pensamientos. Su cuerpo caminaba en automático. Habían elegido un restaurante cercano a la casa, así no gastaban en transporte.

Al estar en la entrada del restaurante tomó una bocanada de aire y puso sus recuerdos en pausa, dejándolo de lado. Iba a ver a sus hermanos, que no veía hace meses, no podía estar triste en ese día, no podía estar triste en Navidad.

Al entrar Lucy busca con la mirada su mesa, el lugar era elegante y estaba lleno.
Edmund deja que su hermana hable. Cuando una señora con igual vestido largo, señala un camino, indicándoles su mesa reservada.

Al introducirse en el lugar la música resonaba en sus tímpanos, las personas reían, gritaban y hablaban alegremente. El lugar estaba adornado y habían velas en todas las paredes.

Una cabellera rubia aparece. Edmund sonríe al ver a Susan y Peter, quienes estaban riéndose de algo. Esa escena hizo sonreír a Edmund. Extrañándose que no estuviesen peleando.   

-¡Lucy! - exclama Peter al ver a su hermana menor llegar.

Sus ojos se posan en su hermano y se para a abrazarlos.

-¡Edmund! - sonríe Susan - Has crecido demasiado, y tu cabello, está más largo.

-Así ya no tengo que peinarme - sonríe.