Las Crónicas de Narnia y el Hechicero Manjien [4-4]

Caspian X

Orphea tiene el arma en alto inspeccionando cada centímetro que caminaban. Sus músculos resaltaban de sus brazos traspasando la delgada tela del vestido. La mitad de su cabellera estaba rapada gracias a una cicatriz que tenía. Sus ojos azules se movían como canicas sin saber qué sucedía por su cabeza.

Caspian alza la espada y encuentran un comedor, aquel comedor estaba lleno de comida, como la Mesa de Aslan. Huele el pollo y diversos postres que no había visto antes. Orphea se detiene y baja la espada.

-Majestad, creo el mago quiere tentarnos a comer y nos matará.

Caspian rodea la larga mesa y no ve rastro de ninguna decoración en la habitación.
A su lado había una gran terraza con una vista espectacular. Ambos caminan hacia ella y encuentran un largo jardín, en donde se encontraba un gran laberinto de arbustos.

-Parece infinito - dice él - me es incapaz ver el final.

-Debe ser un hechizo - responde ella.

-Por algo me llaman Hechicero.

Caspian y Orphea apuntan sus armas hacia la persona que apareció a sus espaldas.

-Príncipe Caspian X - dice con voz suave y grave masculina.

Aquella persona parecía de su edad, tenía poca barba y rizos dorados. Su capa roja caía por sus hombros con detalles dorados y su vestimenta estaba impecable. Tenía ojos color miel y varios anillos en los dedos.

-Me preguntaba qué día nos íbamos a presentar - sonríe -, al parecer ese día es hoy.

Gira su cuello hacia Orphea y la rodea.

-Orphea Camilton, hija del capitán del ejército. Se ve que la guerra te marcó.

-Valió la pena, ahora hay paz en Narnia - dice fríamente.

-Lástima de tu cicatriz, tendrías potencial como esposa. Así como la reina Susan, tantos príncipes y herederos querían casarse con ella. Es conocida como la reina más hermosa que ha pisado esta tierra.

-Venimos a preguntarle acerca de su trato con los gigantes del Norte - habla Caspian.

El hechicero lo voltea a ver.

-El rey Peter ya se había encargado de ello - dice prendiendo la vela a su lado con un movimiento de mano.

-Mataron a su líder, y lo ha reemplazado Orgo. Se nos hace extraño, ya que Sevelius era adorado por su pueblo, tenía el más grande respeto.

-¿Ah sí? El respeto como se gana, se puede perder.

-Solo si se hace alguna equivocación.

-Aprendamos de la traición del Rey Edmund. Todos desconfiaban de él, era el traidor. Después fue un Rey amable, justo, sabio, leal y conocido como el mejor manipulador de espadas.

-Conozco bastante bien la historia de los cinco reyes de Cair Paravel.

-Quieres dejar tu historia como ellos -continúa -, eso todos lo saben. Siempre queriendo ganar su aprobación y respeto.

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El hechicero se queda quieto y una sonrisa malévola aparece en su rostro.

-Solo por esta vez, los dejaré salir de mi castillo. Nunca dejo salir a los que entran.

-Venimos a hablar, no a crear enemigos.

-Lo sé - responde con voz suave -, pero tampoco confían en mí. Así como yo no confío en ustedes.

-Me gustaría hablar con la Reina Jessica, me es de su interés las raíces de su sangre.

Orphea mira a Caspian alertada sin bajar la espada.