Las Crónicas de Narnia y el Hechicero Manjien [4-4]

Jessica Green

Ya habían partido a su destino hace un par de horas. Caspian estaba ocupado revisando que todo estuviese en su lugar, dando órdenes, y colocando lo que iba a pasar horas adelante. Drinian los había acompañado. Pero el viaje era tan secreto que algunos a bordo no sabían a dónde se dirigían. Entre ellos, Jessica.

Jessica se cruza de brazos y mira las armas de sus amigos.
La espada de Peter. Tan cuidada y limpia. Roza sus yemas de los dedos el león que se encontraba en la base y lo acaricia.
Sus ojos van al arco de Susan. Sintió un golpe en el pecho, recordando la última vez que había visto a su mejor amiga. Cuatro años atrás. Solo había mantenido comunicación con ella mediante cartas, Susan le contaba cómo había tenido facilidad en hablar con las personas y como las personas ya no la veían como la niña bonita solitaria.
Al encontrase con la daga y posión de Lucy sonrió. En cómo la había salvado tantas veces. Preguntándose cómo estaría.
Al ver la espada de Edmund no pudo evitar sentir un nudo en la garganta. Recordando la primera vez que llegó a la casa de su tío. Al igual cuando había llegado después de la captura de Jadis, después el día de su ruptura. Y al final, el día que le dijo adiós.

"Hasta volvernos a encontrar".

La toma con delicadeza y la extiende hacia arriba, admirándola. Cerrando los ojos y sentir su presencia. Recordando cómo se sentían sus manos cálidas abrazándola, la intensidad de sus ojos mirando los suyos, las pecas bajo sus ojos, su cabello desordenado, oscuro como la tinta negra. Abre los ojos y hace un truco que él le había enseñado hace años, en Cair Paravel.

-Ya lo tienes - la felicita.

-Después de semanas - sonríe cansada.

-Está bien, algunos duran días o segundos. En tu caso fueron semanas.

Jessica abre la boca ofendida y deja la espada en el suelo para correr a él y empujarlo.

Edmund ríe y la toma entre brazos.

-Ya te quiero ver lanzar una flecha.

-Preferiría nadar en lodo que lanzar una flecha.

Jessica sonríe y le deposita un beso en sus labios.

-Te amo.

-Yo a ti Pevensi.

Jessica abre los ojos y deja la espada en su lugar. Sus ojos contenían lágrimas y las retira con sus pulgares.
Sale al exterior deseando un poco de aire fresco. El sol ya se estaba escondiendo y Jessica observa como ya estaba todo ordenado y guardado. Algunos marinos estaban tomando turnos de descanso.

Unos brazos la rodean y la hacen sobresaltar de su lugar mientras su cuerpo es cargado.
Al sentir el suelo ella sonríe y se gira a ver a Caspian.

-¿Tienes hambre? -pregunta soltándola y dejándola recargada en la orilla y el recargando sus manos a sus costados.

-Yo siempre tengo hambre.

Caspian le regala una sonrisa y se queda mirándola en silencio. Inspecciona sus ojos.

-Mañana te diré a dónde vamos.

-Espero no me dejes esperando semanas como la última vez - bufa escapando de su encierro.

-La otra vez esperaba a los otros Reyes, ahora, no tengo nada qué esperar.

Jessica mira a su alrededor y ve que nadie estaba cerca de donde ellos.

-Caspian - murmura - ¿Sigues pensando en Susan?

Caspian se queda en silencio y su gesto cambia.

-Claro que sí- responde - Fue mi primer amor.