Jessica Green

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Bajan del barco al haber llegado a tierra firme, era un bosque húmedo, el color verde intensificado y las frutas eran irreconocibles.

Jessica se acerca al árbol con fruta amarilla y frunce el ceño. Los demás estaban preparando para acampar. Lame sus labios y busca una manera de subir al árbol y bajarla.

—¿Qué observas?

Jessica le da una mirada rápida a Caspian y regresa al fruto.

—Nunca había visto uno igual, ¿sabes qué es?

Caspian hace el mismo gesto que ella.

—Una vez Susan me retó a cruzar un fruto con una flecha, veamos si puedo hacerlo ahora.

Ambos se alejan del árbol y van por sus arcos. Al estar a una larga distancia se posicionan.

—Tú primero —dice Jessica —, si fallas, yo estoy al rescate.

Caspian sonríe divertido y niega con la cabeza.

—Veamos.

Caspian se acomoda y apunta su flecha al fruto extraño, Jessica mira a Caspian y cómo se concentraba, quedó admirándolo unos segundos y después regresó al fruto.
Al escuchar la flecha volar el frutó cayó al césped.
Caspian sonríe y gira a verla.

—¿Impresionada?

Jessica mueve su cabeza de un lado a otro de broma.
Ambos caminan hacia el fruto caído y ella lo levanta. La cáscara era dura, como la de un coco, no se había dañado por la caída.
Dejan el fruto sobre una roca grande y con una espada lo cortan. El interior era cremoso y no tenía semilla, tenía textura suave y al morderla podías sentir el jugo salir de la carne.
Tenía un sabor dulce y ácido, un sabor entre dos frutas que Jessica conocía. Maracuyá y fresa.

—Deliciosa —exclama Caspian mordiéndola dejando caer el jugo de color amarillo.
Jessica sonríe al ver a Caspian manchado de aquella fruta.

Se inclina a él y lo limpia con la mangas de su vestido, sin importancia que quedaran pegajosas al secarse.

—¿Armaremos grupos de expedición? —pregunta Jessica mirando a la tripulación.

—¿A quién quieres que llevemos? —pregunta Caspian aún en cunclillas.

Jessica recuerda a su viejo amigo Reepechip y siente un nudo en el pecho.

—¿Waren? —ve a un hombre cargando leña para la fogata.

—Y Orphea —señala a una nueva integrante.

Caspian llama a los antes mencionados y caminan al interior del bosque. No le parece que estuviesen en una parte profunda por el pasto bajo a sus lados y las dispersiones entre los árboles.

—No debemos estar lejos de un lugar —habla Jessica —, aquí hay circulación —señala una zona pesto bajo —son de caballo, y aquellas huellas son de un animal más grande, tal vez de un oso. Hace tiempo no veo uno.

—¿Desde cuándo? —pregunta Caspian aún con mirada al frente.

Jessica traga grueso recordando cuando uno le cayó encima, muerto.

—Hace tiempo —es lo único que responde.

—¿No se supone que esta isla debe estar abandonada?  —pregunta Orphea poniendo su trenza detrás de su hombro.

Las Crónicas de Narnia y el Hechicero Manjien [4-4]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora