𝑭𝒊𝒏𝒂𝒍𝒍𝒚

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Johnny se encontraba afuera de la oficina de su jefe mirando al piso con una sonrisa que le ocupaba todo el rostro, Finalmente podremos ahora pensó al procesar todo lo que había pasado en la oficina de su jefe. Estaba asustado de que su jefe lo llamara después de dar una conferencia que, con nada menos, todos los socios de la empresa para la que trabajaba desde hace 8 años; el señor Kim Suho lo cito a su gran oficina después de la conferencia y Johnny fue enseguida con las manos sudadas y piernas temblorosas ¿Y si hice algo mal? Era todo lo que pensaba el alto hasta que oyó la voz del señor Kim.

- Señor Suh, tomé asiento porfavor - le ofreció su jefe amablemente.

- No gracias señor, estoy bien ¿Me llamo por alguna cuestión de la conferencia? Si me equivoque en algo le pido disculpas y prometo hacerlo mejor la próxima vez - dijo Johnny haciendo una reverencia y no escucho más que la risa de su jefe haciendo que levante la cabeza dudoso.

- ¿Lo dices enserio John? Estuviste magnífico, todos los socios quedaron encantados con vos y la conferencia a tal punto que van a aumentar el dinero que invierten acá, tengo llamadas de otras empresas que quieren también ser socios y quería felicitarte y agradecerte por esforzarte tanto en esto - el señor Kim se levantó e hizo una leve referencia y John estaba petrificado en su lugar.

- No hace falta señor, solo hago mí trabajo - dijo Johnny ahora tranquilizandose sabiendo que no había hecho nada malo.

- Si que hace falta, eres un trabajador destacado desde hace años ¿Te crees que no lo he notado?, Me imagino que no fue fácil dividirse entre el trabajo y tu matrimonio, lo sé - Johnny asintió porque era verdad, tantas noches incluso días enteros en que no dormía preparando proyectos, reuniones y todo por querer tener un futuro mejor para él, no, para nosotros, sonrió al pensar en su pareja que siempre estuvo ahí apoyándolo sin dudar, encargándose totalmente de la casa, poniendo en pausa a las cosas que tanto anhelaban - Por eso tengo algo que ofrecerte - le dijo su jefe sacándolo de sus pensamientos - Bueno, bien sabes que soy el presidente de toda esta empresa y que necesito a alguien de confianza, trabajador y responsable a mí lado para que el día de mañana le quede todo esto. Así que, señor Suh, le ofrezco ser el vicepresidente de la empresa, mí mano derecha - le ofreció Suho extendiendo su mano. Johnny no podía creer lo que pasaba, sacudió la cabeza y se dirigió hasta su jefe estrechando su mano.

- Muchas gracias por esta gran oportunidad señor, le prometo que no lo decepcionare - dijo Johnny haciendo una reverencia.

- Olvida esas cosas de la formalidad Johnny, eres como un hijo para mí así que decime Suho a partir de ahora ¿Si? - dijo Suho regalándole una sonrisa - Ve a tu casa ahora, aprovecha que es viernes y tomate el fin de semana para descansar y nos vemos el lunes Vicepresidente Suh.

- Gracias señ... Presidente Kim, nos vemos el lunes - se despidió y al salir de la oficina se quedó pensando en todo lo que acababa de pasar hasta que dio un salto estirando los brazos y corrió hasta el estacionamiento de la empresa donde estaba su auto. Al subirse se dirigió a toda marcha pero con cuidado hacia su hogar, por suerte no que daba lejos de su trabajo, en unos 20 minutos ya se encontraba en la puerta de la pequeña pero linda casa en la que vivían todo eso va a cambiar ahora, sin más entro y lo primero que lo recibió fue la música en su máximo volumen, se dirigió hasta de dónde provenía está y se encontró con una escena maravillosa; el parlante en medio del comedor y su esposa bailando al compás de la canción Roses de Finn Askew, vestia un hermoso vestido blanco con flores azules que le quedaba un poco mas arriba de la rodilla y resaltaba su hermosa figura, también tenía su largo cabello rubio suelto, era tan perfecta. Su esposa no se dio cuenta de su presencia, Johnny mientras la veía bailar se sacó los zapatos, el saco y su corbata.

𝐉𝐨𝐡𝐧𝐌𝐚𝐫𝐤 𝐒𝐦𝐮𝐭Donde viven las historias. Descúbrelo ahora