Capítulo 2

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(Trevor)
Debía admitirlo la noticia me cayó como un balde de agua fría pero quizá la vida me había dado una nueva oportunidad y no dejaré que la historia se vuelva a repetir, intentaré hacer amigos, ser más sociable, entablar aunque sea una mínima conversación, en otras palabras, permitirme ser feliz.

Ya era lunes por la mañana, era un hermoso día y hoy por primera vez en mi desastrosa existencia estoy dispuesto a combatir mis miedos, a ser diferente..respirar otro aire y sentirme bien conmigo mismo.

 -¡Trevor baja! tu desayuno esta listo- oí gritar a mi madre desde las escaleras, tomé un peine y bajé para que ella me alistara, por que, como podrán saber me prohibieron tener espejos en  mi casa, es por el tratamiento.. 

-¿ y bien? ¿como me veo? - pregunté intentando dar mi mejor sonrisa y creo que funcionó.

-Mejor no podría ser, eres precioso, y no lo digo solo por ser tu madre- y me dedicó una de sus miles sonrisa que yo sé que no son del todo reales era más bien una de esas de " no estoy bien, pero no quiero preocupar a mi hijo que está enfermo." si, la verdad sonaba duro pero era la realidad.

-Gracias, mamá- y la abrecé intentando de que sintiera que yo estoy de su lado y que cuenta conmigo aunque yo no sea la gran cosa como ayuda..

-No hay de qué cariño, ahora  ten tu almuerzo allí adentro también están tus pastillas y te lo ruego que por favor hagas un esfuerzo en comer, hazlo por mi.

-Lo haré mamá, lo prometo.

-Bien, vamos.

Estábamos a un par de minutos para llegar y yo tenía los nervios a flor de piel, me sudaban las manos y tenía un fuerte dolor de estómago y unas abundantes ganas de ir al baño pero por supesto tuve que contenerme, por ella, por mamá.

-Ya llegamos cariño, si no quieres ir te entiendo,o también.. si quieres.. puedo acompañart..

-No.-le corté- creo que estoy lo bastantemente grande para hacerlo solo, gracias de todos modos mamá, te quiero.

-Adiós mi niño, te veo a la salida.

Y ahí estaba.. contemplando la puerta de entrada del instituto observando como cada ves más se alejaba el auto y ya me estaban dando los ataques de nervios.

Vamos Trevor tu puedes, tu puedes.. me repetía una y otra vez en mi mente dándome ánimos, hasta que lo hice abrí las puertas camine a paso lento pero seguro a la oficina del director para preguntar donde quedaba el aula y que me diera mis materias pero en el trayecto de camino la vi y como era de esperarse se me paró el corazón, no creía lo que estaba viendo, es que esto no podia ser verdad, ¡era ella! la única e inigualable Cassie Knight  y cuando pensé que ya no podía estar más jodido ella se da la vuelta y nota mi, no muy sutil, mirada de embobado hacía ella.

Me sonrie y camina hacía mi, y yo no tengo idea de donde esconderme.

-Hola, mi nombre es cassie soy la presidenta del comité de bienvenida- me observa sonriente y me tiende la mano para que laa estreche, pero algo que me dejó muy confundido es que no se acordó de mi, ella.. no me reconoció.. por una parte me alegró ya que por lo menos por mi parte no quiero ni recordar el pasado pero por el otro lado me.. me sentí olvidado, rechazado, como si lo hiciera apropósito aunque sé que ella no haría eso.. ¿o sí?

-Ho-hola-tartamudeé como imbécil- me llamo Trevor.

-Bien Trevor,  un placer conocerte, si necesitas algo yo suelo estar todos los martes y jueves en el aula del comité en el 3° piso así que no dudes en ir, ¿si?, muy bien tengo trabajo que hacer hay muchos nuevos este año y tengo que darles la bienvenida así que.. adiós- y me dedicó una de esas sonrisas que podrían derretir a Alaska completa.

-Ss-si claro, adiós- intenté sonreir, pero más bien fue una mueca.

Después de ese ridículo espectaculo que monté, en cual cassie debería pensar que soy un retrasado, me dispuse a retomar mi busqueda de la oficina del director y cuando estaba por darme por vencido la encontré y toqué un par de veces y está algo así como por arte de mágia se abrió instantáneamente.

-Buen día joven, ¿se le ofrece algo?- me dijo este con notable tono autoritario.

-Em.. yo quería, es decir, si.. ¿podría darme los horarios de mis clases por favor?-dije finalmente y el director soltó una carcajada dandome los horarios y la clave de mi taquilla.-Muchas gracias señor director.- me despedí y a lo lejos pude escuchar un "Adiós jovencito, espero que no se pierda".

Caminando por los pasillos noté un par de miradas y sinceramente me sentía incómodo pero intenté ignorarlas y funcionó, ¡excelente! pasé la prueba de fuego.Mientras caminaba le eché una mirada a mis clases y ahora me tocaba biología, y en menos de 2 minutos ya estaba frente al aula abriendo lentamente la puerta esperando que me parta una rayo en este momento para no tener que volver a ver los rostros burlones de hace unos años y cuando por fin abrí fue totalmente terrible por que ahí en carne y hueso estaba mi pesadilla..

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y.. terminé y me demoré un montón en hacer esta cochiná ya que estoy algo enferma y tengo la mente total y completamente seeeeeeeeeeeeeeca asi que eso es todo, espero comentarios, caras felices y votos jajaj.

Adiós

La inseguridad de Trevor Morgan.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora