El HashiMada en La Emperatriz Divorciada

La Llegada

Un bello dia era lo q podia notar a todo aquel q mirara el sol, en la lejania se podia ver un gran carruaje d color verde con detalles tallados en la madera q formaban flores e plantas haciendo ver como si la misma naturaleza adornara y protegiera a quienes viajaban en su interior. Dentro d ese transporte estaban 6 personas usando elegantes ropas para cuando llegaran a su destino el cual era El Imperio Oriental, los q iban al Oriente eran sus Majestades Hashirama y Madara junto a sus hijos (Obito y Tobi) y yernos (Kakashi y Pain), los jovenes se encontraban dormidos sobre los hombros d ambos adultos. Hashirama tambien estaba dormido al igual q sus cuñados pero Madara no, el Uchiha miraba por la ventaja el paisaje sin verlo realmente pues este se encontraba recordando como fue q todo empezó, como acabaron ahi, como es q termino casandose con su mejor amigo y rival e como fue q crearon ese Reino...

Flash Back-------

Oscuridad, podia solamente ver una profunda oscuridad. No podia ver sus manos o saber sobre q superficie estaba parado pues todo estaba completamente oscuro sin ningun nada d luz, supuso q eso era el Limbo quizas y no esta molesto o triste por acabar ahi, gracias a esa pequeña charla con Hashirama sabe q no fue una buena idea su plan para las Naciones Elementales, si bien su idea d querer dar paz era buena la forma en q habia querida alcanzar esa paz fue la erronea y sabe q merece estar solo por la eternidad o hasta q quien maneje el Limbo decida q es suficiente. Madara no sabe cuanto tiempo estuvo ahi, no sentia hambre ni cansancio pero debio estar años o siglos pues sintio sus musculos algo dormidos cuando se estiro.

Fue entonces q lo escucho, una voz, a lo lejos q parecia querer decirle y se intento concentrar para poder distinguir lo q aquella voz decia, alguien lo llamaba pero no reconocia esa voz.

- Madara..... Madara.... - Una voz suave y femenina por lo q noto, era quien parecia llamarlo.

- ........ Quién.... es?.......... - Podia escuchar esa voz llamarlo con insistencia pero no veia nada mas q oscuridad.

- Madara...... Madara........ Vamos Madara, necesito hablar contigo - El Uchiha escuchaba pero aun no sabia quien era q lo llama.

- Te escucho....... Pero no te veo.........- Fue su unica respuesta a esa voz, inesperadamente sintio una repentina luz darle en la cara.

- Ya puedes ver, no a mi pero si a ti mismo..... -El azabache miro al dueño d esa voz pero solo vio unos pequeños brillos q parecian formar un humano.

- .......... Quien eres?........- Pese a no verlo, Madara se puso en guardia bajo la poca luz q lo iluminaba mirando o tratando d mirar a ese Ser.

- Puedo decirte q soy buena y solo vengo a ofrecerte algo...... - Aquel Ser hecho d brillos se escuchaba divertida por su desconfianza y eso solo lograba ponerlo mas alerta.

- Y q seria ese algo? Si se puede saber.... Señorita? - Menciono dudando eso ultimo pues pese a q su voz delataba su genero nada podia asegurarselo realmente.

- Oh~ sabes q soy mujer, q sorpresa.... -La mujer sonaba divertida pero eso no hacia q bajara la guardia aun.

- ............ Quien rayos eres? Y en donde me encuentro? - Antes d q volviera hablar, decidio preguntar 2 cosas simples y luego preguntaria el resto.

- Soy Eiko, Diosa d la Muerte y en cuanto donde estas........ En el Limbo, Madara~ - Ella parecia estar divirtiendose, ya podia estar seguro con la forma en q canturreo su nombre pero mientras absorvia la informacion sobre quien era, noto como aquellos brillos tomaban finalmente forma y se hacia visible ante él, una mujer d cabello negro liso y corto, d ojos rojos como la sangre y piel palida, portaba un vestido rojo en la parte superior y negro en la inferior con sus pies descalzos sosteniendo un gran y espectacular guadaña.