"En el laberinto de salones y miradas furtivas de la sociedad londinense de 1813, su corazón buscaba refugio en los recuerdos de una infancia compartida y en el anhelo silencioso de conquistar el alma de la joven que, sin desear el matrimonio, cauti...
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- Así es, el duque y yo nos hemos conocido hace unas horas - reveló la castaña.
- He mantenido una charla muy interesante con la señorita Featherington.
- Me alegro de que ya hayáis hablado - sonrió el vizconde - El duque y yo nos conocemos de nuestra época en Oxford. Días difíciles de olvidar.
- Sí, se bien que compañías frecuentas hermano. Seguro que tus días con el duque fueron de lo más civilizados - atacó Daphne provocando que Elizabeth soltara una pequeña risa.
- Hastings tenemos que vernos de otra forma. Espero verte en el club.
- Claro, adiós Bridgerton. Señorita Bridgerton - los dos hicieron una pequeña inclinación de cabeza - Señorita Featherington - sonrío y observo al trío marcharse de allí.
- ¡Daphne! - la vizcondesa hizo acto de presencia agrrando a su hija del brazo - Buenas noches Elizabeth - se dirigió a la joven.
- Buenas noches Lady Bridgerton - sonrió mientras se inclinaba levemente.
- Creo que Lord Wetherby quiere bailar contigo - se dirigió a Daphne.
- ¿En serio? - exclamó emocionada.
- Lástima que sea hora de retirarse - intervino Anthony.
- Pero Daphne no está cansada, yo me quedo con ella. Además estará con Elizabeth - volvió a decir la mujer.
- Daphne, aquí no hay caballero capaz de despreciar tu mano. Ten lo muy en cuenta - la advirtió el mayor - Lo mejor que puedes hacer, es no bailar y dejar a todos con las ganas. Si alguien sabe como funciona esto es tu hermano mayor.
Tras unos segundos de meditación Daphne contestó - Tal vez tenga razón. Nos marchamos - su madre asintió poca convencida y agarró la mano de su hija para irse, dejando a los dos jóvenes atrás.
- ¿Estás seguro de que es una buena idea? - le preguntó insegura.
- Por supuesto - dijo convencido.
- Pareces muy confiado. Y te conozco lo suficiente como para saber que eso no es buena señal.
- Pues siento decirte que tu instinto se equivoca. Por cierto, yo que tú me preocuparía de lo que va a pasar mañana.
- Elizabeth, has bailado con un Bridgerton y has ido del brazo de otro. Y por si fuera poco también has estado con el duque en dos ocasiones. Además de que tú belleza y éxito ante la reina te preceden - explicó - Si mañana en tu puerta no están todos los caballeros de Londres tenemos un problema - soltó una pequeña risa - Te deseo una feliz velada.
- Hasta pronto Anthony - el chico besó su mano y se marchó de allí detrás de su madre y su hermana.
- Todos los caballeros de Londres. Qué maravilla - susurró sarcásticamente mientras volvía al salón.
